Después del éxito de "Tiburón" de Spielberg, hubo, como sabemos, cientos de imitaciones de terror acuático. Algunas, muy afortunadas (Piraña, esta "Orca", la primera secuela de Tiburón) y otras nefastas, horribles, carentes del más mínimo sentido cinematográfico (Tiburón 3 y 4, y todos los sub productos italianos, cada cual más cutre, forzado y artificial que el anterior).
De todas las "imitaciones" que salen bien parados, siempre me ha gustado por encima de todas esta, una e mis películas de la infancia. Siendo yo niño, no me dejaron ver Tiburón en la tele, por lo sangriento, pero si Orca, que difiere bastante del clásico de Spielberg. Dirigida pro Michael Anderson, y protagonizada por Richard Harris y Charlote Rampling (me fascina esta actriz) contando con varios secundarios conocidos de la época, no estamos ante una película de terror, sino ante una película de aventuras de talante casi épico.
Nolan (un Richard Harris inmenso) es un pescador inculto, que solo sabe de barcos y pesca. No es un hombre de mundo, es más bien rudo y no muy listo. Nolan ha descubierto una familia de orcas cerca del lugar donde suele pescar, y tiene intención de capturar una viva para venderla a algún parque acuático por una gran suma, a pesar de las advertencias de una experta en orcas que ha estado ando una conferencia en el pueblo, Rachel (Rampling).
Desde el principio, surge el típico enfrentamiento entre los dos (Nolan es un pescador rudo, inculto, ella es una estudiante sensible e inteligente) pero Nolan la ignora, decidido a capturar a la orca. Sin embargo, durante el incidente, la orca se "suicida" estampándose contra la hélice del barco cuando se hallaba ya en las redes del pescador. Puesto que estaba embarazada, aborta (la escena del feto cayendo sobre la cubierta del barco encharcado en sangre es una de las más escalofriantes que se han visto). Desde ese momento, el macho sigue el barco, y finalmente, Nolan suelta en el mar a la orca agonizante.
Desde el principio, asistimos a un relato de venganza entre dos seres "inteligentes". La orca chilla frenéticamente cuando la atrapan, e incluso un miembro de la tripulación, casi asustado, murmura "Grita como un humano" y el feto muerto también se asemeja a un ser humano en su gestación. La orca macho intenta en vano reanimar a su compañera, arrastrándola por el mar (una escena realmente conmovedora, subrayada por una banda sonora que contribuye a darle a la película un aire épico). Sin embargo, la orca hembra fallece, y su compañero perseguirá a Nolan y a su tripulación, obsesionado con la venganza. Tenemos, pues, a un animal que, lejos de ser un ser sediento de sangre, despierta simpatía y compasión, y por otro lado a Nolan, enloquecido por los remordimientos después del hecho (incluso pregunta a un sacerdote si se puede cometer pecado contra un animal). Por su parte, Nolan comprende los sentimientos de la orca, cuando le cuenta a Rachel que él perdió a su mujer y a su hija en un accidente provocado por un conductor borracho. "Ahora, yo soy su conductor borracho" murmura con tristeza.
Cuando la orca destruye todos los barcos del puerto, salvo el de Nolan, sus vecinos le obligan a hacerse a la mar contra su voluntad, con casi toda su tripulación asesinada por el bicho. Acompañado por Rachel y por un indio versado en las orcas (que aporta una ración de misticismo algo gratuita al film) se adentra en alta mar, y más allá en costas heladas, donde tendrá lugar el duelo final (y donde se pone de manifiesto más que nunca la belleza visual de la película).
En resumen, una película de tintes épicos, con una banda sonora magistral, probablemente una de las pocas obras maestras dentro del subgenero de peligros acuáticos, aunque la película en ningún momento intenta causar terror o inquetud, solo provocar el idéntico sentimiento de compasión hacia sus dos protagonistas, el pescador y la orca (aún teniendo los dos como meta acabar el uno con el otro). Como curiosidad, al principio de la película aparece un monstruoso tiburón blanco que es atacado y vencido por las orcas, como si los responsables de la película intentasen dejar claro desde el principio que en la pirámide alimenticia marina, las orcas superan a los bichos del film de Spielberg ;) Y curiosamente, años después los tiburones devolvieron el golpe, cuando en Tiburón 2 aparece una enorme orca muerta a mordiscos en la orilla de la playa... revancha cinéfila marina.