Mi querido Javier.
Te comentaré desde mis postulados azul-claro-pitufo, tono que, conforme avanza el tiempo y escucho más sistemas de sonido, se va transformando en un azul cada vez más intenso. Hasta parecerse al azul marino-ultramar, sin posibilidad alguna de mezcla con rojo-carmesí
Hago directamente un bypass a todo lo que comentas de la conmutación de señales de vídeo del Onkyo, tema en el que me das tropecientas vueltas, y me centro en la escucha musical, para comenzar tirándote la pertinente bronca por deshacerte de toda la excelente artillería pesada, en palabras de Don Salvatore que cita Kores. Por cierto, mi exposición será menos simplista que la de nuestro ilustre amigo. Eso de pasar olímpicamente del Pure Direct, con matices…
Has dicho la siguiente frase, como pasando de puntillas sobre ella, pero que tiene una importancia capital. En mi opinión, claro. Dices: (en negrita, el quid de la cuestión)
Empecé dejando la opción de Pure Direct con lo que se apaga el Display y desaparece cualquier intervención de la electrónica de procesado, creándome una escena sonora realista aunque con una ligera tendencia a acentuar los agudos que los hacía un poco más metálicos, aunque a medida que fui cambiando de discos lo notaba un poco más redondo.
El oído es así de cabroncete, querido Javier. Cabroncete y acomodaticio. Dále el cielo y se acostumbrará a su divino azul y a los ángeles. Quítaselo y protestará, pero poco a poco se irá habituando al infierno… Si sigues bajando el listón, tu oído concluirá que con el amplificador de una una minicadena para mover tus cajas, tenías suficiente. Conoces perfectamente mis teorías acerca de cómo se debe atacar una buena parejas de cajas, por lo que obvio el asunto.
Es probable que para la música que citas la cosa sea más espectacular con el estéreo, procesado por los circuitos digitales. Pero apuesto elefantes contra hormigas -yo pongo los elefantes- a que no distingues una viola de un violín, cosa que, probablemente, apreciarás en Pure Direct.
Todo va en función de la música que cada cual escuchamos y mis barroquitos, con instrumentos de la época o construidos con criterios de la misma, “protestarían” a buen seguro. Lo lamentable es que el Pure Direct no admita el procesado Audissey. En cualquier caso, te digo lo que maese Kores. Si te gusta más con el procesado Audissey que te obliga a prescindir del Pure Direct, hago punto en boca. A fin de cuentas es de lo que se trata, de la plena satisfacción personal, con caso omiso a otras sugerencias.
Para ayudarte a disipar tus cuitas, me apunto al jamón rico, rico, al queso de Idiazabal y al vino de la tierra. Pero de antemano, no te perdono que te hayas deshecho del previo estéreo y de la amplificación de potencia. Eso, jamás se hace. :cabreo
Un abrazo.