Se enfrentan a retos diferentes. Jugar en la liga de películas de bajo presupuesto, como ha venido haciendo Aronofsky hasta ahora (con la excepción quizá de la fallida "La fuente de la vida"), conlleva sus ventajas e inconvenientes: entre las primeras el de una mayor libertad creativa a la hora de escribir y narrar una historia sin los compromisos de tener que llegar a la mayor cantidad de público posible, y entre los segundos, es el de tener que bregar con la falta de medios, que a la postre, si el realizador tiene talento, se puede convertir en indudable virtud.
En cambio, demostrar tu talento en una superproducción es más difícil, porque además de los citados compromisos, te enfrentas al escrutinio del cinéfilo ávido e inquieto que, hoy más que nunca, acostumbra a encumbrar o a defenestrar con una facilidad y rapidez asombrosa. Después del éxito crítico y taquillero que supuso "Cisne negro", a Aronofsky, como a muchos antes que él, se le va a mirar con lupa cualquier cambio de registro que haga. Ya estoy viendo en muchos sitios como el trailer está siendo bastante mal recibido: que si no hay nada de su estilo, que si parece otro blockbuster cualquiera .... como si en un simple teaser se pudiera ver el tono y el montaje final que va a tener un film. En un trailer, a lo sumo que puedes aspirar a atisbar es el look general del film y de qué va la historia; ni siquiera como van a ser las interpretaciones, puesto que son breves momentos editados hábilmente para vender los aspectos que a la productora (Paramount en este caso) cree que son más comerciales para el público potencial.
En definitiva. Veremos como es el producto final. Si triunfa, al bueno de Darren se le abrirán las puertas a un tipo de producciones que hasta ahora ni se había podido plantear; si no, seguramente volverá a ese cine más íntimo y provocador que ha sido su "marca de fábrica" hasta ahora ...
Un saludo