Ridley Scott no ha ridiculizado a nadie, y además lo deja claro en la escena inmediatamente anterior a los créditos, donde resume sus "hazañas", para bien y para mal. Entiendo que algunos quisieran ver un Maximus o un William Wallace (este último idealizado y muy alejado de la realidad). Pero vamos, que te recomiendo que leas Napoleón de Emil Ludwig, escrito en 1926. Scott tampoco inventa nada. ni pretende quedar él (o los ingleses) como los salvadores del mundo. Si Scott ya te lo ha dicho cuando manifestó que ¡menos mal que España había expulsado a los franceses!.
Está claro que el público no traga bien con personajes grises...