Yo echo de menos un auténtico heredero de Tomb Raider en las dos últimas generaciones.
Tras el brillante canon que sentó el juego de EIDOS combinando perfectamente plataformas, exploración y acción, tuvimos en los Prince of Persia de PS2 un buen exponente, que ya perdía parte de la exploración, pero mantenía altas dosis de aventuras. En PS3, tuvimos la bendición del reboot, pero el género ni con Assassin's Creed, ni con Uncharted, ha completado lo que ofrecían los Tomb Raider originales, porque todos han ido por otro camino.
A día de hoy, lo ves en todos los juegos de aventuras de acción, todo es una montaña rusa, más o menos pulida, pero donde no faltan los raíles, no vaya a ser que te frustres por no medir bien un salto o no te atasques por no encontrar una pieza para abrir una puerta.
Tomb Raider I, II y Tomb Raider Revelations, todavía son para mí juegos perfectos, que ahora el mercado ya no tolera y ha generado aversión a la dificultad. Aunque ahora tengamos algún que otro juego "difícil", realmente antes hasta un título simplón aventurero, como venía a tratar de ser Tomb Raider, era un reto para un jugador.
Por no hablar de su dimensión, su épica...Uncharted es súper-chulo, sí, pero lo que te dejaba con la boca abierta era entrar en esas cuevas de Tomb Raider hace dos generaciones y flipar con esos paisajes interiores, esos monumentos perdidos,...buafff...inigualable.
Las dos entregar "rebooteadas" son geniales, tan geniales como los juegos de Drake a los que se empeña en copiar, porque el canon ha cambiado hacia la diversión palomitera, dónde escalas una torre de 50 metros pulsando X X X X sin pausa para pensar.
Están muy bien, son muy divertidos, pero me resultan efímeros, cuando el recuerdo de la Lara original me resulta mítico.