Es que ni los Dark Souls, ni Demons, ni Bloodborne son juegos reservados a ninguna élite o jugadores profesionales.
Yo juego poco y no soy un pro-gamer, ni un virtuoso.
Lo único que te piden estos juegos es que no te vengas abajo con facilidad. Nada más, son juegos de persistencia. Hay juegos mucho más difíciles y perversos, que requieren memorizar secuencias y hay algún plataformas o shoot'm'up que lo ilustra perfectamente.
De hecho, si juegas muchas horas, y vas farmeando, los bosses caen ante ti sin mucho esfuerzo. Solo implica constancia.
El problema radica en que hay un sector del público, muy amplio, que no quiere esforzarse ni aquí, quiere pasearse por los juegos, llegar al final con la sensación de haber superado algún escollo, pero que no les pertube y frustre demasiado. Esto es legítimo, cada uno juega a lo que quiere.
Pero vamos, que Shadow Warriors de NES por decir algo, era más difícil que los tres Souls juntos. O el Zelda II, además en tiempos de dificultad para preservar una partida o no entender ni media palabra de los textos.
En fin, son juegos que premian el no desanimarse fácilmente, nada más. No requieren virtuosismo alguno. Son asequibles para cualquiera que tenga algo de paciencia y entienda que esto va de morir y progresar.