¿Ves lo que pasa por agradecer tanto? No estás acostumbrado y recaes y vuelves a tener delirios megalómanos. Ahora a volver a empezar y además teniendo que tomar el doble de esos caramelitos de colores que te dan cada seis horas y que te saben tan mal, con lo bien que ibas.


Con las ganas que tenías de que te dejaran salir este lunes del centro (acompañado y vigilado, obviamente) y echar al correo la carta que le has escrito al Señor Nintendo mostrando tu desacuerdo con su política de empresa. Bueno, no pasa nada, a lo mejor cuando superes esta nueva crisis puedes enviarla y, con un poco de suerte, hasta le convences y todo. Pero no te olvides de ponerle sello como la última vez, que las cartas sin sello no llegan.