En
PS5 he aparcado Ghost of Tsushima para dedicarme a tope a
Prince of Persia: The Lost Crown. Es un juegazo increíble.
En Deck, sin haber dejado
Blasphemous, he estado probando
Kill Knight, que lo regalaron en Epic durante la racha navideña. Lo había oído comentar en un par de sitios como un juego muy bueno y, de hecho, entró en la lista de imprescindibles de 2024 de Anaitgames. Es un twin stick shooter con muchísimas vives de los juegos de Housemarque, frenético, agobiante y adictivo a más no poder. Droja dura.
También sigo con el acceso anticipado (mi primera vez) de
Rogue Prince of Persia (sí, me he pillado y estoy jugando los dos PoP a la vez, qué pasa

). La verdad es que es una experiencia extraña ver cuanto evoluciona un juego incluso estando ya en sus fases más finales, ayer mismo cayó un drop y de repente cambiaron varias mecánicas y mejoraron de repente un pila de cosas a nivel estético y de fluidez, curiosísimo. Por lo demás el juego es una pasada, divertido a rabiar, y eso que se me da como el culo porque es difícil el jodio perdí la cuenta de las runs que me llevó pasarme el primer jefe, pero al conseguirlo de repente se empezó a desbloquear la historia y a aparecer nuevas salas, objetos, descubrimientos, personajes, una gozada.