Pura matemática.
Big Hero 6, el último film de animación de Disney, ha recaudado 85 millones de dólares en
China, siendo el país en el que más ha recaudado después de EEUU.
La
Cenicienta de Branagh también ha debutado allí con cifras muy meritorias.
Transformers 3 recaudó la escandalosa cifra de 300 millones, más que en su país de origen.
Así que con todos estos antecedentes, resulta lógico pensar que esta versión inminente de Mulan está particularmente pensada para amasar una fortuna en el país de origen de la heroína, presumiblemente la historia que tan bien conocerán ellos desde otra óptica que les es más ajena: cine familiar.
China se ha convertido en el gran escaparate para las
majors de Hollywood, un enorme solar en el que poder edificar, y para Disney se ha convertido en un mercado de ensueño para inculcarles su legado y empezar a colonizarles culturalmente poquito a poquito, dentro de unas posiblidades reales, como hicieron en el resto del globo.
El último bastión. Una fuente de ingresos descomunal.
Hay un título, no obstante, que sí que me haría ilusión que anunciaran un nuevo retorno, de los pocos que me invitarían a acudir a una sala de cine sin sospechas para presenciar su estreno: "
Taron y El Caldero Mágico", esta vez adaptando más fielmente su fuente de origen literaria,
Las Crónicas de Prydain, pero dudo que lo hagan ya que es el patito feo de la compañía. Y si se hace, me temo mucho que acabaría mostrando los
tics del cine de aventuras más contemporáneo y juvenil. vaya forma de desdecirme....
Que quede claro que me gusta Disney, tiene una iconografía muy poderosa, pero mi relación con la compañía del ratón está repleta de muchos altibajos.