Vista.

Para mí al nivel de la cuarta, por encima de la tercera y la segunda y por debajo de la primera.

Cruise vuelve a ofrecer un entretenimiento de primer orden, con unas set-pieces palpables y muy físicas y un juego de intrigas y traiciones tan del gusto de la saga.

Si a ello sumamos el que diría es el mejor clímax de la saga junto con el de la tercera pues sale un espectáculo de lo más refrescante. Y es que ese tramo final, tan minimalista en comparación con el resto de la cinta aporta un plus ya que no cae en los típicos fuegos de artificio tan de moda en el blockbuster actual. El duelo final y esa pelea a contraluz elevan la cinta a los altares de la saga.

Gracias tito Tom, sigue así y por muchos años.