Que Jeff Nichols es un director que se ha ganado la atenta mirada de todo el público es algo indiscutible. Mud y Take Selther no le consagraron solo como un director a seguir en el futuro, sino que le convirtieron en el presente de ese Hollywood que cada año va más a la deriva. Es un lujo saber que siguen saliendo personas como él que intentan dar un aire nuevo a las ideas poco novedosas.
Midnight Special no llega a la maestría de sus dos anteriores filmes, pero sigue teniendo esa exquisitez narrativa propia de Nichols. Ya podría dar algunas clases a Christopher Nolan, el maestro de las sopbreexplicaciones y redundancias argumentales, para enseñarle que al espectador se le puede tratar sin que sea tonto.
Midnight Special se encuentra entre el ET de Spielberg y el Spierbeg de Encuentro en la tercera fase. No es mi Nichols favorito -le prefiero cuando es menos ambicioso y más intimista-, pero es un film muy disfrutable
7/10