tienes razón, al ver esta foto, pensé que era la chica rubia de la piscina.
No sé qué papel interpreta. Quizá en la fiesta a la que acuden Milian y la primera mujer. Lo miraré. En su último trabajo para el cine, el episodio "Il filo pericoloso delle cose", dentro de Eros, Enrica aparece en lo que no es más que un pequeño cameo, en la mesa de un restaurante. También aparece en Al di là delle nuvole, como la propietaria de la tienda donde John Malkovich inicia su acercamiento a Sophie Marceau.
La tienda en Portofino es Armani, es lo que mejor recuerdo del film, mi primer Antonioni en estreno, se pasó en León un día a la una de la madrugada, primera vez que una golfa iba a una sesión idem.
Por cierto, la copia en BD que he visionado es esta, comprada en Amazon Italia:
Como estoy perezoso para escribir, vaya novedad!!! , aquí hay una interesante reseña del film, con algo de feedback para contrarrestar opiniones. Yo la encontré original y muy chocante al estar viendo niñas de 12-13 años a pecho descubierto, y no es metafórico . Eso si el blog está en catalán ;)
https://theyoungonesadults.wordpress...e-murgia-1977/
Por cierto, he comprobado que Enrica Antonioni aparece en Identificazione di una donna en el papel de una amiga del protagonista que lo acompaña al teatro por la noche, aunque no llegan a entrar. En ese momento es cuando Milian conoce a la segunda mujer, una actriz.
Parecen ser cariátides:
A mi me ha gustado la película, no entiendo tanta critica negativa. Como dice rohmerin está muy centrada en la bisexualidad, y entiendo que pueda desencajar porque es un tema nuevo para el director. Aún asi las escenas de sexo no son tan lamentables, eso si, estéticamente estan demasiado coreografiadas y por eso me parece lo contrario a realista. Pero hay desde el principio mucha premonitoria como la chica metiendo los dedos en una concha...
La historia me parece buena, me encanta esa época, su estética, el hedonismo que desprende, esta bien actuada y me parece menos difusa que otras, como El pasajero por ejemplo. Están todos los elementos de Antonioni, y no entiendo que tiene de irregular exactamente, parece mas bien que no gusta el tema? Y los elementos previos encajan bien como los personajes que desparecen, el mar y las canoas, personajes pérdiendose fisicamente, los colores cálidos enfrentados a los frios, las temperaturas, los ecos, las referencias abstractas, cuadros por todas partes, la niebla de El desierto rojo, las espirales de las escaleras, el punto de vista cenital omnisciente, los problemas de clase, los espejos -hay la tira-, el uso de ventanas, la angustia, el voyeurismo... Lo tiene todo! Igual por eso parece un conglomerado? A mi no me parece de las peores, y de hecho tengo ganas de ver a Sophie Marceau en la príxima. Que he visto un póster con su apellido en ésta y ya estaba pensando en que era un presagio... Pero no, era el nombre del famoso payaso.
Última edición por Anonimo19042021; 21/11/2019 a las 00:17
Me alegro que haya discrepancia, quizá eso me anime a una revisión en otro momento. Ya dije en mi comentario que quizá me cogió en un mal día, pero mi problema es que las tribulaciones y amoríos de ese supuesto director de cine (la verdad es que poco te hace pensar que lo sea ) no me interesó en ningún momento, menos aún por una interpretación de Tomás Milian de lo más plana (y me consta que es un actor que puede hacerlo diferente, por lo que deduzco que hizo lo que Antonioni quería de él).
El desarrollo de la historia no consigue atraparme en ningún momento, y a estas alturas ya tengo muchas horas de Antonioni en las retinas como para que me afecte negativamente un estilo que he alabado en otros comentarios, pero aquí no me gusta el resultado. Son una acumulación de momentos deshilvanados, donde es reconocible su estilo (ya lo comenté: esos encuadres en marcos de puerta, en ventanas, en personas mirando hacia fuera, en espejos, en reflejos en los cristales, todo ello "marcas de fábrica"), pero que no me parece que sirvan a una narración atractiva. Incluso es muy de Antonioni el final, esa enigmática historia de ciencia ficción, visualizada de modo sorprendente, que me recuerda el acercamiento al sol del final de Zabriskie Point o el largo montaje de imágenes de L'eclisse que finalizan con esa luz de la farola que tal parece un sol en medio de la oscuridad. También, ciertamente, es muy antonioniano la presencia de la niebla o la desaparición del personaje de Mavi (aunque reaparezca más tarde).
Todo muy antonioniano, pero a mí me ha parecido una carcasa completamente vacía. Además, esas objeciones se agravan debido a una banda sonora de lo más inapropiada y de unas escenas de sexo que parecen set pieces de una film "S" (no diré porno, evidentemente, porque la cosa no llega tan lejos). Como ya reconocí en un comentario anterior, lo que tenga de erótico o sensual una escena de este tipo depende mucho de la sensibilidad del receptor (también de su particular estado anímico o incluso de la edad): a mí no solo me dejaron frío, sino que me resultaron molestas y poco atractivas (como bien decía Alex, el jueguecito de la sábana "al viento", me parece además ridículo).
En todo caso, tendremos tiempo de volver a tratar lo que podríamos denominar "Antonioni y el sexo", porque en Al di là delle nuvole (y ya no digamos su episodio de Eros, "Il filo pericoloso delle cose")tenemos sexo por partida doble, con Inés Sastre y Sophie Marceau, y mi conclusión es que el Antonioni erotómano no me atrae en absoluto. Me resulta incomparablemente más sensual la escena de Monica Vitti moviéndose en la cama y cantando "Mai" en L'avventura que todas las escenas eróticas de este final de etapa antonioniana (incluida la escena del desierto en Zabriskie Point) juntas.
El concepto del desinterés sexual hacia los hombres a mi me parece bastante firme, porque la chica jamás llegó a conocer al protagonista. Todo es la búsqueda que hace el protagonista, y aunque no creo que Identificazione di una donna esté tan bien ejecutada como sus otras pelis tampoco es mala. Es muy sexual, y entiendo que os guste hablar de las escenas de sexo pero también trata mucho los temas obsesivos. Ves al hombre sin nada que hacer, mirando rostros. Haciendo viajes no se sabe hacia donde y usando todos sus recursos para encontrar a esta mujer que ha decidido irse. Tampoco se menciona la tensión que sufre el protagonista, cuando niega sus propios pensamientos en que le estan puteando y que le siguen. Pero él hace eso mismo con esta chica que le obsesiona tanto. Y no es capaz de ver eso. Se ve en el clímax de la ventana cuando su compañera dice algo asi como que si tienen que trasladarse a otro sitio tras su visita en el portal de su otra nueva casa. Mención especial cuando la chica con la mancha en el ojo, la jinete, confiesa que está embarazada y él se desentiende totalmente volviendo a su casa... Me gusta como se rie el director de que realmente no está atado a nada, como si todo fuera un mal viaje. Acaba como empieza, con el tio haciendo payasadas en la puerta de su casa. En vuestras comentarios no parece haber tanto énfasis en hablar de eso, de tensiones ya no de seducción, y de las emociones que sufre el prota que creo yo es parte elemental de la peli. Esa búsqueda y persecución. Por cierto con el final también es inevitable pensar en Solaris. Y estoy muy de acuerdo con los comentarios de la banda sonora. Es irregular como mezcla música de sintetizadores ochenteros desde el principio, o la ridicula y cómica forma de empezar con lo de la alarma. En la fiesta y en sus momentos finales la clásica sienta bien. Por eso creo que salvo por rohmerin os recreais demasiado en sus defectos, yo, creo que tiene bastantes virtudes. Y es que lo mencionado son momentos ridiculamente breves que se pueden perdonar.
Última edición por Anonimo19042021; 21/11/2019 a las 11:10
Son Cariátides, mil gracias.
Acabo de descrubir que en mis adoradas Confidencias de Visconti, había tamnbién Janos bifrontes
Última edición por Anonimo03092020; 21/11/2019 a las 15:07
El cubano Millán, o Milian estaba mejor de conde milanés en Bocaccio 70 con Romy Schneider, sus gatos y el Chanel; o en sus western o sus policiacos. Coincido en verle inexpresivo. El libro de Taschen es muy ñoño y no para de compararmela con 8 1/2 y como repite hasta la saciedad, NO tiene nada de común. ¿Más tendría con Dolor y Gloria? Pues tampoco.
El sexo, Nadie folla como un español
https://rohmerin.blogspot.com/2014/0...-spaniard.html
el sexo de Identificazione lo pondría en lo más alto junto a los compatriotas de la entrada de mi blog: Amantes, Atame, Bigas Luna... Mentiras y Gordas (impresionante, oiga).
Por casa apareció esto
que es el peor de todos los de Filmoteca Española. Le miraré hoy.
Para mi no es frio en absoluto. De deberes me pongo los polvos de Identificazione hoy. Tengo que ver lo del hotel de Venecia.
Yo me quedaría a vivir en Mentiras y Gordas sin pensarlo.
O algo con nazis y rubios, La caida de los dioses.
Aranda fue un genio del erotismo.
La sabana que no te gusta, a mi me convence y fascina tanto como la famosisima escena, en Venecia también, de Julie Christie (que mujer) y Donald Shuterland que podemos ver chingando, qué cerca estaba la Nouvelle Vague, en Amenaza en la sombra / Don't look now y que youtube nos ofrece
https://www.youtube.com/watch?v=g1E0IgpkIRE
Habemus viuda en Londres, estos del BFI lo cuelgan todo.
https://www.youtube.com/watch?v=EXCA...EoRiqkNFZ10184
habla sobre Mas alla de las nubes, él no quiso rodar en Ferrara.
Esto de Mondadori es ¿el guión, son relatos?
https://www.todocoleccion.net/libros...000~x145286382
Quizá es el guion. En todo caso la película adapta cuatro relatos incluidos en el libro "Quel bowling sul Tevere", del que desconozo si hay alguna edición en castellano.
Esa entrevista con Enrica tiene buena pinta, me la miraré este fin de semana.
Última edición por mad dog earle; 21/11/2019 a las 21:40
Coincido en el asunto de Vicente Aranda. Rueda el erotismo con mucha maestría. Amantes y La pasión turca son dos películas que nos encantan ( a mi hermana y a mí). No todo el mundo sabe plasmar eso tan bien en pantalla.
Mi blog: www.criticodecine.es
Más allá de las nubes (Al di là delle nuvole, 1995)
Como ya hemos comentado anteriormente, Antonioni sufrió un ictus en 1985 que le dificultó la movilidad y sobre todo el habla el restos de su vida. 12 años después de Identificazione di una donna, se volvió a poner detrás de la cámara para rodar su último largometraje (en medio había rodado algunos cortometrajes de carácter documental). Para la ocasión, y por exigencias del seguro, se buscó a un segundo director, en este caso el alemán Wim Wenders, admirador del italiano y parece que siempre dispuesto a hacer de ayudante de sus maestros (recordemos su participación en el último film de Nicholas Ray: Lightning Over Water).
La película, coproducción italo-franco-alemana, con un reparto internacional de primer orden y hablada en varias lenguas (italiano, inglés y francés), adapta, con guion del propio director y de Tonino Guerra, cuatro relatos del libro de Antonioni “Quel bowling sul Tevere”. Se comenta que Wenders filmó el prólogo y el epílogo y quizá alguna secuencia intermedia, aunque es difícil de determinar viendo el film.
En el prólogo conocemos a un director de cine (John Malkovich) que viaja en avión, “más allá de las nubes”. Su voz en off (en inglés, la del actor) nos cuenta que acaba de finalizar un film y está pensando en la realización de uno nuevo. Ya en tierra, conduce un coche por entre la niebla. A partir de ese momento, iremos visualizando unas serie de historias que quizá solo se desarrollan en su mente.
Cronaca di un amore mai esistito (en italiano): estamos en una neblinosa y bellísima Ferrara. Este primer episodio nos narra el encuentro casual de un joven, Silvano (Kim Rossi Stuart), con una chica, Carmen (Inés Sastre), de la que se enamora al momento. La atracción es mutua, pero la primera noche en que comparten alojamiento en el mismo hotel no llegan a irse juntos a la cama, quedándose cada uno en su habitación, ella esperándolo. A la mañana siguiente, la chica se ha ido a trabajar, con lo que la relación queda frustrada. Dos años después, vuelven a encontrarse en un cine. Esta vez ella lo llevará a su casa y acabarán en la cama, aunque no llegan a consumar la relación (Antonioni se recrea sobre el cuerpo desnudo de Sastre, que el muchacho recorre con sus manos sin llegar a tocarla).
Finalmente, Silvano se va, calle abajo, mientras Carmen lo contempla desde la ventana (en una imagen muy de Antonioni, que ya veíamos en la anterior película). El narrador nos cuenta que él siguió enamorado de la muchacha a la que ninguno poseyó.
Como en los otros episodios, me da la impresión de que la narración funciona mejora sobre el papel que trasladada a imágenes, a pesar de que Antonioni demuestra una vez más su extraordinaria habilidad para filmar los paisajes urbanos, aquí de su ciudad natal.
Por el contrario los actores me resultan demasiado estirados y fríos, como si se tratara de modelos publicitarios (de hecho, es lo que era Inés Sastre), lo cual acaba recordándome las imágenes de las fotonovelas cursis de los 70. La música, que suena mientras mantienen su contacto sexual “interruptus” no ayuda demasiado, en la línea de Identificazione di una donna.
Entre este episodio y el siguiente hay uno de los momentos que prefiero del film, una especie de interludio en el que el director pasea por un playa casi desierta, neblinosa e invernal. En uno de los puestos de la playa encuentra una postal de un bello pueblo costero, Portofino (en la Liguria), donde se traslada la acción en el segundo episodio. De fondo, suena una pieza musical de Passengers (nombre bajo el que se ocultan los integrantes de U2 y el polifacético Brian Eno, unidos en un curioso proyecto que dio origen al disco “Original Soundtracks 1”, conjunto de bandas sonoras imaginarias que, en algunos casos, acabaron siéndolo realmente).
La ragazza, il delitto (en inglés): En Portofino, el propio director (Malkovich) se siente fascinado por una joven que trabaja en una tienda de ropa (Sophie Marceau), cuya propietaria está interpretada por Enrica Antonioni. Más tarde se reencuentran en la terraza de un bar. Ella le cuenta que en su día mató a su padre de 12 puñaladas. Sin necesidad de mucho más, dependienta y director acabarán encamados, ofreciéndonos Antonioni otra de esas secuencias supuestamente eróticas que trufan su filmografía final. Nuevamente, el episodio destaca más por los paisajes del pueblo ligur que por la historia o las interpretaciones.
Non mi cercare (en francés): Saltamos a una cafetería en París. Una joven se acerca a la mesa de un hombre y le cuenta lo que acaba de leer en un artículo de una revista (por cierto, habla de incas cuando debería decir aztecas). Ella es italiana (Chiara Caselli) y el norteamericano (Peter “Robocop” Weller), pero hablan en francés. Tres años después conocemos a la mujer del hombre, Patricia (Fanny Ardant), que recrimina a su marido su relación con la muchacha que se ha convertido en su amante.
Aunque se van a la cama y se besan, la relación parece definitivamente en crisis.
Patricia buscará un nuevo apartamento yendo a visitar el de Carlo (Jean Reno), enorme piso vacío de muebles, como consecuencia de su separación matrimonial. Patricia se confiesa con Carlo, en lo que quizá será el inicio de algo más que una amistad.
Questo corpo di fango (en francés): El último episodio nos traslada a Aix-en-Provence, de nuevo bellamente filmada. Tiene un doble preámbulo: por un lado, vemos al director viajando en tren, mientras se muestra desde el exterior cómo un hombre arrastra lejos de la vía a una mujer, sin saber qué es lo que hacía o pretendía, ¿quizá suicidarse?;
por otro lado, vemos a un pintor (Marcello Mastroianni) reproducir un paisaje que podría ser de Cezanne, aunque hay una central térmica en el fondo de un valle (la presencia de la arquitectura industrial en la naturaleza ya fue tema de Il deserto rosso), al cual se le acerca una mujer (Jeanne Moreau, en lo que parece un guiño personal a La notte).
Ya en la ciudad, encontramos a dos jóvenes que conversan por la calle.
Ella (Irène Jacob), de aspecto monjil; él, Niccolo, un joven atractivo que muestra interés por entablar una relación con la joven. La muchacha le dice que se dirige a la iglesia. Él la acompaña. En la iglesia se celebra una misa. A la salida, hablan de flores, de la muerte, mientras llovizna. Niccolo la sigue hasta el portal de su casa e incluso sube la escalera detrás de ella, pero la muchacha lo desilusiona: al día siguiente tiene la intención de entrar en un convento.
Niccolo desciende por la escalera, plano que Antonioni filma desde arriba. Volvemos al director, que se encuentra en la misma calle. El último plano, a modo de epílogo (¿rodado por Wenders?) es un largo travelling ascendente que nos muestra cómo Malkovich entra en el hotel y sube a su habitación, recreándose la cámara en las habitaciones vistas desde la fachada. Al final, se encuadra el cuarto del director, al que vemos tras el cristal (imagen repetida en muchas ocasiones en el cine de Antonioni),
mientras oímos su voz en off, mientras dice cosas como que “detrás de una imagen hay otra imagen”, lo que podría ser casi el leit motiv de la filmografía de Antonioni. De fondo suena otro tema de Passengers (“Your Blue Room”):
Quizá el hecho que se trate de una película de episodios (como lo fue en su día I vinti) dota al film de una variedad que no tenía Identificaziones di una donna, lo que genera algo más de interés en el espectador. Con todo, me parece un film que no pasa de discreto, aunque sin duda nos deja imágenes de gran belleza, especialmente a la hora de retratar las calles de Ferrara, Portofino o Aix-en-Provence. Lástima que los momentos supuestamente eróticos siguen siendo lo peor de la propuesta.
Añado que he tenido que recurrir a una copia accesible en Internet de bastante mala calidad y con un sonido horroroso. Una pena.
Última edición por mad dog earle; 24/11/2019 a las 14:34
“Il filo pericoloso delle cose” (episodio de Eros, 2004)
Y añado como “bonus” el comentario al episodio de Antonioni dentro del film colectivo Eros, esta vez sí su última contribución al cine, estrenado tres años antes de su muerte. Los otros dos episodios son: “Equilibrium” (en inglés), dirigido por Steven Soderbergh, con Robert Downey Jr. y Alan Arkin (episodio un tanto absurdo, que explora el mundo de los sueños, sin demasiada gracia y sin ninguna conexión evidente con el sexo; al parecer Soderbergh sustituyó a última hora a Pedro Almodóvar, que tenía que ser el tercer director); y “The Hand” (en chino mandarín), de Wong Kar-Wai, con mucha diferencia el mejor de los tres, y el único que responde de manera convincente al enunciado del título del film, siendo como en general todo el cine de Kar-Wai un film sensual, que goza de la presencia siempre estimulante de Gong Li.
Il filo pericoloso delle cose (en italiano, aunque parece que inicialmente se concibió para proyectarse doblado al inglés) es, nuevamente, una adaptación de un relato del libro de Antonioni “Quel bowling sul Tevere”, con guion del propio director y de Tonino Guerra. Podría haber sido un episodio más de Al di là delle nuvole, porque vuelve a incidir en una suerte de relaciones en crisis y de nuevos descubrimientos amorosos, aunque todo ello filmado con una preocupante falta de buen gusto por parte de Antonioni. El film se inicia con la visión de una mujer tomando el sol en top less, Cloe (Regina Nemni). Discute con su marido, Christopher (Christopher Buchholz, hijo de Horst, el joven comunista de la wilderiana One, Two, Three) sobre el deseo, lo que nos da a entender que la relación de la pareja pasa por una crisis. Pasean con el coche hasta un pequeño lago y más tarde van hasta un restaurante en la playa (la cámara los sigue en largos travellings frontales y traseros),
donde Christopher parece mostrar interés por una mujer que va a caballo, Linda (Luisa Ranieri).
Christopher va a visitar a Linda, que vive en un viejo torreón cercano. Linda le dejará entrar,
y acabará manteniendo relaciones sexuales con Christopher, después, eso sí, de habérnosla mostrado masturbándose, en un imagen nada sensual.
En otro momento posterior, vemos una mujer bailando desnuda en la playa (es Linda).
También llega a la misma playa Cloe, que ha hablado por teléfono con su marido, en ese momento en París, bajo la nieve. Cloe también se desnuda y baila, acercándose finalmente a Linda, que esta estirada en la arena tomando el sol, a la que cubre con su sombra. Con la imagen de las dos mujeres, sonrientes, desnudas, frente a frente, termina la filmografía de Antonioni, un sugerente final dentro de un episodio francamente flojo.
Y con Il filo pericoloso delle cose ponemos punto final al recorrido por la obra de Antonioni. A pesar de que, en mi opinión, después de El reportero Antonioni ya no volvió al nivel de sus mejores films, y que ese final “erótico” en su carrera más bien fue perjudicial para los resultados de sus películas, el balance global es excelente, sin duda uno de los creadores visuales más rigurosos, atractivos, sugerentes y personales de la historia del cine.
Para acabar, un precioso tema de Caetano Veloso, titulado precisamente “Michelangelo Antonioni”, obviamente dedicado al director y cantado en italiano, que suena al inicio, en los interludios de los episodios y al final del film, una bella manera de acabar este recorrido:
Visione del silenzio
Angolo vuoto
Pagina senza parole
Una lettera scritta sopra un viso
Di pietra e vapore
Amore
Inutile finestra
Caray mad, las semanas se acortan o me lo parece a mi? Intentaré ver luego la de las nubes para leerme tu comentario, pero menos mal que se acaba Antonioni. Creo que no aguantaría tu ritmo ni con anfetaminas...