Cuando se tiene un buen subwoofer, la carrera de vainas, los olifantes del retorno del rey, Moria o las pisadas del lobo en Underworld el Despertar, es lo más cerca- audiofilamente hablando- de estar en el Nirvana. Es orgásmico.
Como peli puede que sea del montón, pero Legion, la escena en la que Dennis Quaid sale de la gasolinera por una plaga de langostas en el desierto, el efecto terremoto que genera en el suelo, un sub que baje a 20 o 25 hz, es brutal.