
Iniciado por
Mizoguchi
Pues ya están vistas tanto Ju-on de 2000, grabada en vídeo, como Ju-on de 2002, rodada en cine. Evidentemente la diferencia en calidad de imagen y en medios es notable. Sin embargo, me ha gustado más la primera. Así que vamos con ella.
Se ve enseguida, dura poco más de una hora y el ritmo es lento, pero no excesivamente pesado, no llega en ningún caso a los extremos de Kairo. La historia se va contando por partes, separando la película con sus personajes, apareciendo carteles Toshio, Yuki, Mizuo… (al igual que la versión de 2002 como he visto después, la cual tenía más que olvidada) se desarrolla toda ella dentro de una atmósfera inquietante, en mi opinión más que la filmada en celuloide. Tengo que decir que esta última me ha gustado más que cuando la vi por primera vez, pero me parece más comprensible la de 2000. En cuanto a los finales, me gusta más el de 2000 (con lo que da a entender), que el de 2002, que lo veo como una de zombis.
La versión grabada en vídeo tiene unas cuantas escenas que dan bastante mal rollo principalmente por el uso del sonido, pero también de la iluminación. A veces la luz en la que transcurren algunos momentos es tan escasa que llega a no verse casi nada y el hecho de recurrir a la imaginación es casi más terrible. Pero… todo depende de la sensibilidad de cada uno. En la de 2002 no he visto tanta escasez de luz. La versión de 2000 es más claustrofóbica porque transcurre prácticamente entera en la casa maldita, mientras que en la de 2002 se oxigena todo más.
Lo que me parece también es que la película ha tenido tal éxito que a veces ver a ese niño pálido puede dar más risa que otra cosa de lo parodiado que ha sido. Además, creo que no es trasladable al cine americano porque veo esos fantasmas tan nipones, tan de su cultura, que llevarlo a otra es caer en el ridículo, lo que en mi opinión ocurre en el remake americano.
Es posible notar los escasos medios de la producción, ya sólo con saber que se grabó directamente en vídeo y su mala calidad de imagen es bastante, pero no la percibo tan amateur como las de Shiraishi, que quizá sea porque son más pobres...