
Iniciado por
Branagh/Doyle
Bueno, pero es que esa es la cosa, compañero. Mucha gente opina que es un bodrio absoluto, un esperpento, una comedia involuntaria absurda que no tiene ninguna cosa reivindicable, y consideran que aquellos que afirmamos lo contrario es porque nos ciega la pasión por Coppola.
Lo cual me hace mucha gracia, porque por ejemplo Twixt (2011) y Tetro (2009), sus dos peliculas independientes inmediatamente anteriores a Megalopolis, las revisamos el otro día, y bueno... digamos que ahora estoy de acuerdo contigo cuando me dijiste que a tu juicio son bastante desastrosas.
Si, son obras muy personales y tienen cosas de interes, vale, pero son muy flojicas como peliculas (aunque estan bien rodadas, faltaría más, pero bien rodadas como lo pueda estar Legitima Defensa, es decir, con oficio y ya esta).
Pero de verdad que pienso, con la mano en el corazón, que Megalopolis es otra cosa. Youth Without Youth -esta si me gusta bastante- la rodó en Rumania, Tetro en Argentina y Twixt en Canada, y eran producciones de muy bajo presupuesto.
Para Megalopolis ha vuelto a rodar en Estados Unidos, cosa que no hacía desde 1997, ha invertido una pequeña fortuna, y encima se trata de un proyecto maldito que llevaba intentando levantar desde los 80. Y yo creo, que aunque ahora diga que ya esta preparando su proximo largometraje, Coppola se ha aproximado a Megalopolis plenamente consciente de que puede ser su ultima pelicula.
La escala del proyecto es gigantesca, y formalmente Coppola lo encara con unas ganas, una energia y una motivación que yo no le veia desde Dracula (que ya ha llovido, eh); además de una composición de encuadres exquisita, la obra está llena de hallazgos visuales casi continuos, aunque soy consciente de que el diseño de producción del film y la manera en la que se han decidido abordar los efectos visuales -practicos en un 95%, por cierto- puedan echar para atrás a mas de uno.
Y luego, narrativamente hablando, si, la pelicula está dentro del estilo experimental de su ultima etapa, mezclando tonos, intercalando segmentos sensoriales, oniricos, surrealistas incluso, pero opino que aquí todo encaja (que no quiere decir que todo funcione igual de bien todo el tiempo, ojo). Coppola no pierde el foco en ningún momento, hay una claridad expositiva encomiable -en el fondo se trata de una historia muy clasica-, y para colmo tenemos un subtexto riquisimo, muchos matices, y un marcado cariz autobiografico que no podemos obviar porque resulta clave para entender las intenciones del film.
La gente critica el montaje, pero esta tan integrado, como puede apreciarse en el ritmo interno de muchas secuencias, con los efectos de sonido y la musica -magnifica, por cierto- que definitivamente hay una intencionalidad más que evidente. Esto no ha salido así producto de la vagancia.
Lo cierto es que personalmente me funciona casi todo, incluyendo la dirección de actores (creo que cada uno esta perfecto en las coordenadas que le pide Coppola), las citas literarias, la pomposidad de los dialogos -que tengo que reconocer que disfruto mucho-, lo divertido y emotivo de la historia, la audacia con la que aborda muchos segmentos.
No estamos, ya te lo dije por privado, tan alejados como te pueda parecer; tu le das tres estrellas y media, yo cuatro. Eso sería, en mi escala personal, un 8, pero en realidad la distancia con el 10 es considerable. Más metraje en el ultimo tercio hubiese venido bien (parece que Cesar lo arregla todo con un discurso), no todo lo que prueba Coppola, como decia antes, funciona igual de bien ni todo el tiempo -aunque por supuesto valoro la provocación y el riesgo-, y creo que se debería haber abordado todo el film con efectos practicos enteramente, sin CGI (la escena donde Cesar le pide a Julia que cierre los ojos y vea el modelo de su futura Megalopolis acaba resultando entre fea y ridicula).
Es decir, que se trata de una obra preciosa y fascinante, si, pero irregular. Y sin embargo, cada vez que me he sentado a verla me he metido dentro completamente, y me han embargado diversas emociones durante el visionado. Llego al final sonriendo como un bobo.
Con lo cual, yo diría que lo ha conseguido. Coppola ha parido una gran pelicula de autor, única y totalmente acontracorriente, y personalmente creo que eso es motivo de celebración.
Quizá futuros visionados permitan disfrutar más de ella teniendo en cuenta lo que es y no lo que nos gustaría que hubiese sido.