"Soy un dulce travestí, del planeta Transexual", o algo así, cantaba el interfecto. Aunque no os lo creáis, yo llevo tiempo queriendo verla. También me daba un miedo atroz El Fantasma del Paraíso y me encontré con una de las mejores y más interesantes versiones de El Fantasma de la Ópera.
Creo recordar que era creado con una especie de máquina extraña que materializaba pensamientos. En la de la de Randy Quaid había además cosas como poderes paranormales chungos: el tema de doble estaba presente en la relación entre Frankenstein y su Monstruo (si al Monstruo le disparaban, al Frankenstein le dolía, y cosas así). La relación entre el Monstruo y De Lacey (John Mills, en uno de sus últimos papeles) también estaba más desarrollada. Había cosas que estaban bien (las escenas del final, sobre todo
, pero luego veías al Monstruo imitando las poses de las estatuas de los ángeles en un cementerio de manera bastante gilipollesca, y te entraba la risa floja...Spoiler: