Esto de postear en Internet siempre es un terreno resbaladizo, con emoticonos o sin ellos.
Siento que hayas interpretado así mi mensaje, porque para nada estaba sugiriendo nada, ni criticándote ni nada parecido; antes al contrario, lo que pretendía era hacer un comentario chistoso de complicidad, entendiendo lo mal que te habrías debido de sentir al encontrarte con que la peli que os habéis metido a ver iba de lo que va y era como es, y con tu mujer al lado cuando acababa de atravesar ese trance. Por tu mensaje se entendía perfectamente que ninguno de los dos lo sabíais antes de entrar en la sala, y que para ti debió de ser un momento de esos de "tierra trágame". De ahí mi comentario cómplice y el emoticono. ¿Cómo se me va a ocurrir sugerir que lo habías hecho a sabiendas, hombre? Siguiendo tu mismo razonamiento, tú tampoco deberías pensar tan mal de mí sin conocerme de nada, ¿no?
Y en cuanto a lo de BOOGIE NIGHTS, me imagino que molesto por haber interpretado tan mal lo anterior, también me has malinterpretado. No me "quedo solo con la palabra sórdido", simplemente ya había manifestado mi opinión completamente entusiasta sobre la peli en el hilo de THE MASTER, que es la conversación de la que hemos saltado hasta aquí, y me parecía redundante volver a hacerlo; por eso fui tan parco en lugar de extenderme. Y si vuelves ahora a leer mi comentario, espero que veas que no pretendo decir más que lo que digo, que no me parece una peli sórdida ni por el tema ni por el tratamiento, sino que resulta bastante romántica –en el auténtico sentido del término, no en que sea sentimental o de amor ñoño– y hasta tierna, diría yo, en según qué momentos. La amargura de la peli no viene en absoluto de que los personajes vivan en el mundo del porno (donde queda bastante claro que están por gusto y disfrutan como enanos, cada uno, eso sí, con sus íntimas tragedias personales), sino de cómo ese mundo se transforma a su alrededor en algo mucho más feo y sin alma, perdiendo esa inocencia de tiempos pasados, y los deja convertidos en reliquias a unos y en juguetes rotos a otros; pero esa es una historia que se podría haber contado de cualquier otro campo, porque no es el porno el que sufre esa transformación, sino el mundo entero.
Y añado que tengo que discrepar también en tu último comentario, cuando hablas de que por "sórdido" te referías "en general al mundo del porno no a como está abordada la película que efectivamente en general tiene bastante buen gusto", porque no soy para nada de la opinión de que porno deba equivaler directamente a sórdido (estoy seguro de que en la industria del porno hay cantidad de gente que lleva y ha llevado una vida de lo más feliz y satisfactoria, sin más miserias que las que te pueda deparar la vida en cualquier otro ámbito), y tampoco creo que se trate de abordarlo con "buen gusto" o "mal gusto", conceptos ambos tan subjetivos como peligrosos.