Aparte del carácter de autor de Shyamalan, el que no base en ningún personaje conocido le da más libertad para dedicar toda la película a la construcción del súper héroe. Incluso creo que por eso en la campaña promocional no se hacía ninguna referencia al tema. Si se hubiera vendido, como propone Tarantino, con lo de "¿qué pasaría si Superman vivese entre nosotros sin saber que es Superman?", aún siendo una idea brillante, habría creado una expectación sobre la película que no se corresponde con lo que ofrece. La gente esperaría ver poderes y salvamentos desde el principio.
En cambio, yo agradecí mucho cómo se vendió porque me llevé la sorpresa, conforme avanzaba la película, de qué era lo que estaba viendo. Y al final me dieron ganas de aplaudir.