A principios de la década de 1930, una joven llamada Célestine abandona París para ocupar el puesto de
empleada doméstica de los Monteil, una familia burguesa que vive en la Francia rural, La impresión inicial
de Célestine de que la vida es insoportablemente aburrida pronto se refuta cuando descubre que los Monteuil apenas se hablan, su padre, Rabour, tiene un fetiche obsesivo por los zapatos y su
sirviente Joseph es un activista de extrema derecha. Tras la muerte de Monsieur Rabour, Célestine decide
dejar su trabajo, pero cambia de opinión cuando la pqueña Claire es violada y asesinada. Sospechando del crimen de
Joseph, le ofrece favores sexuales, mientras busca en secreto las pruebas que lo incriminarán.