Hoy me gustaría hablaros de una de mis series preferidas, la británica "Los 7 de Blake". Muchas series posteriores, como Firefly o Farscape, bebieron de ella, por lo que, aunque no sé hasta que punto se conoce o se recuerda en España, le debemos mucho.
En 1978 se comenzó a emitir en Inglaterra una nueva serie de cinecia ficción made in BBC; Blake's 7. La "influencia" de Star wars no se le escapaba a nadie, y sin embargo, la serie superó su referente y se ha convertido en una de las más recordadas por los aficionados a la ciencia ficción.
A España llegaría en 1981, TVE emitió los 13 episodios que conforman la primera temporada, y luego, como por desgracia suele ser costumbre en este país, cuando de ciencia ficción se trata, la cadena perdió interés y canceló la emisión, no se compraron las tres temporadas siguientes. Los motivos, pueden ser varios (hay diferentes teorías) pudo deberse al desinterés/desprecio de las altas esferas de la tele pública española por la ciencia ficción, a incomodidad por el cinismo, humor negro y mala leche que destilaba la serie, con una crítica abierta al totalitarismo que no debió sentar muy bien por estos lares, donde no hacía demasiado tiempo que habíamos dejado de serlo.
Total, que no se emitieron las tres temporadas siguientes a la primera en España. La serie, por lo que sé, no se ha vuelto a ver en España, y desde luego, no ha sido editada en DVD o Blu Ray en estas tierras baldías, hasta el doblaje original de la primera temporada anda totalmente perdido.
Estamos ante una serie enorme, de pequeño presupuesto, al más puro estilo BBC.
Blake 7 nos cuenta la historia de un futuro en que todos los planetas habitados viven bajo el yugo de la Federación, un gobierno oscuro, totalitario y apoyado en la burocracia, el miedo y el poder militar, que ha construido gigantescas cúpulas autosuficientes, y cuyos habitantes tienen prohibido salir al exterior.
De hecho el agua, el aire y la comida están impregnados de drogas que suprimen la voluntad de miles de millones de ciudadanos, y de esa forma controlar mejor a la población. Pero hubo un hombre, Roj Blake, que comenzó a cambiar las cosas y a dar una voz al descontento de los oprimidos, formando una resistencia. No obstante, cuando la rebeldía parecía estar a punto de convertirse en realidad, Blake fue capturado por las fuerzas de la Federación; poco después, hizo un comunicado renegando de las actividades rebeldes, apoyando a la administración del gobierno y animando al pueblo a perseguir a los traidores para que estos reciban justo castigo. En consecuencia, Blake fue perdonado y se reinsertó en la sociedad.
La serie comienza cuando Blake es captado de nuevo por los escasos rebeldes que aún quedan, constatando que se le lavó el cerebro ya que no recuerda siquiera a sus viejos amigos de la resistencia. En principio, asustadizo y paranoico, no quiere saber nada de la rebelión, pero durante una reunión pacífica de los rebeldes en el Exterior, es testigo del brutal asesinato de todos los asistentes desarmados por parte de las fuerzas militares de la Federación. Capturado de nuevo, el gobierno intenta volver a lavarle el cerebro, pero como el proceso ya no funciona, le acusan de pedofilia falsificando las pruebas y le condenan, en un juicio-farsa a cadena perpetua en el planeta prisión Cyrus-Alpha.
Una vez en la nave que le ha de llevar al planeta prisión, conoce a compañeros en su misma situación; varios de ellos serán los integrantes de su futuro grupo, con los cuales intenta fugarse, sin éxito.
No obstante, durante el viaje tiene lugar una encarnizada batalla entre naves alienígenas, una de las cuales queda a la deriva, aparentemente sin vida. Los oficiales de la nave intentarán asaltarla, sin resultado, entonces tienen la humanitaria y democrática idea de enviar prisioneros desarmados a enfrentarse con lo desconocido. La nave alienígena resultará estar desierta, y una vez logren controlarla, Blake y los demás se fugarán en ella, y comenzará la fiesta.
Seguro que a más de uno le suena ese potaje que es el argumento, space opera puro. Desde luego, en el plano de los efectos especiales no podía competir con Star Wars, y ni siquiera intentarlo; cualquiera que haya visto un capítulo del viejo Doctor Who, o de Enano Rojo sabrá que esperarse: chroma key cantoso, maquetas, bombillas de colores y poco o nada más. Si la serie tiene el reconocimiento que tiene es sobre todo, por sus guiones (los 13 de la primera temporada vienen firmados por Terry Nation, guionista de Doctor Who y creador de los infames Daleks).
Si las semejanzas de base con Star Wars son más que palpables (grupo de rebeldes luchando contra un imperio galáctico todopoderoso y aparentemente invencible) aún son más las diferencias: para empezar, la Federación no es tanto un gobierno totalitario como una distopía pura, más al estilo de Un mundo feliz, o La fuga de Logan que a las aventuras del Emperador Palpatine y su oscuro discípulo.
Sin embargo es en el grupo de rebeldes donde más se notan las diferencias entre una obra y otra. Si los rebeldes de La guerra de las galaxias se unían de inmediato, compartiendo ideales y puntos de vista parecidos o directamente idénticos sobre lo que le convenía a la Galaxia y como conseguirlo, a pesar de sus orígenes y modos de ganarse la vida tan dispares como Jedi, pirata, granjero o princesa, en Los siete de Blake sucede lo contrario: todos los prisioneros fugados, salvo el propio Blake, son realmente culpables de los crímenes por los que fueron detenidos, son gentuza: asesinos, ladrones, estafadores, saboteadores, piratas informáticos... gente sin escrúpulos, pragmáticos, supervivientes natos y ferozmente individualistas, ante todo.
De hecho, ni siquiera son rebeldes galácticos; solo Blake tiene auténticos intereses de luchar contra la Federación y liberar al pueblo, los demás van a la deriva, son fugitivos cuyo único interés es que no los atrapen, conviven y trabajan juntos porque no tienen más remedio que hacerlo, pero en cada decisión a tomar, hay en la nave discrepancias, broncas, luchas de ego y modos de ver la vida enfrentados. Las peleas y los amagos de traición están ahí desde el minuto uno, esto se parece más Prison Break que la Alianza rebelde.
La historia, por lo demás, y hasta la primera temporada que he terminado hace poco, incluye no pocos elementos de la ciencia ficción: utopías negativas, control de la población mediante el uso drogas e hipnosis, conflictos acerca de la propia identidad, jugueteos del gobierno con la memoria de sus ciudadanos, teletransporte, armas futuristas, ordenadores inteligentes que poseen conciencia propia (concretamente Zen, así se llama el ordenador de la nave que tripula Blake, la cual, por cierto, este bautiza como "La libertadora". Zen es, de hecho, un personaje más, un miembro de la tripulación por derecho propio), planetas-prisión donde se confina tanto a la chusma como a los descontestos, religiones extremistas creadas por lunáticos aflorando en rincones remotos, megalomanías galácticas, naves parcialmente orgánicas (adelantándose como 40 años a la Moya de Farscape) y todo esto solo en la primera temporada, la cual de momento siguen una trama, no se trata del típico procedimental (por ahora) con la nave resolviendo misterios o desfaciendo entuertos por la Galaxia, aunque algo de eso hay, se sigue una trama concreta, sin rellenos argumentales.
Para mí, una pequeña gran obra maestra de la televisión, que va a remolque del éxito de Star Wars, pero consigue ya no desligarse, sino hasta reírse de su referente; llena de humor negro, sátira política, mala leche, un retrato psicológico fiel de lo que sería un grupo de estas características; todos los personajes con un perfil rico en matices y pequeños detalles que los hacen más humanos si cabe: pequeñas hormigas haciendo frente a un gigante, todos ellos miserables, egoístas, preocupados solo por la supervivencia, la seguridad o la riqueza personal; la absoluta carencia de efectos especiales que destaquen o siquiera compitan con el espectáculo que montó George Lucas un año antes no solo no molesta (a no ser que no se esté habituado a este tipo de series antiguas de bajo presupuesto) sino que además, es su principal ventaja, centrarse en las historias, buenos guiones, los personajes, los elementos de ciencia ficción; por lo demás, no sé como acaba la serie, pero estoy seguro de que no terminará con todos lanzando cohetes y celebrando la caída de la Federación coreados por pequeños ositos de peluche.
Espero que sirva este post para descubrir a foreros que en su día disfrutaran de la serie, o en cualquier caso, ayudar a que otros la podáis descubrir.
Desde luego, en Los siete de Blake, Han NUNCA hubiera disparado el segundo