Bambi y El Fantasma de la Ópera (1943): de hecho, es casi lo único que me gusta de esas dos películas.
Drácula (1931): sí, el arranque es también espléndido, de lo mejor de la película.
Star Wars: una nueva esperanza. Cecil B. de Mille decía que una película debe empezar con un terremoto y de ahí, ir en crescendo. Y Star Wars en sus primeras entregas lo cumplió con creces.
Ciudadano Kane: inolvidable.
Yojimbo: toda la película es prodigiosa desde el punto de vista visual, pero es que esos títulos de crédito sobreimpresos sobre la espalda del personaje, interpretado por otro de mis actores favoritos, el soberbio Toshiro Mifune, esa manera de moverse, esa panorámica...ya te están diciendo muchísimo del personaje. Ese gesto que hace de tirar el palo al aire. Ni Leone, ni Tarantino ni gaitas: el cine de acción psicológico nació aquí.
Y no puede faltar la mía: Caligari. Esos planos de caras alucinadas rodeadas de sombras. Ese parque aparentemente normal pero que ya te hace presagiar algo muy, muy extraño. Las sentenciosas, simples, terroríficas palabras del viejo...El "En ocasiones veo muertos" de El sexto sentido, luego repetido hasta la saciedad, es un claro hijo espiritual de ese "...hay fantasmas por todas partes...me han alejado de mi hogar...". Y luego la aparición de la misteriosa joven de blanco, como en trance, catatónica casi, sin que sepamos aún quien es...Decididamente, lo que vas a ver a continuación es más extraordinario que cualquier cosa que el innominado viejo, o cualquiera de nosotros, hayamos podido ver antes, como el joven, aún sin identificar, nos adelanta...Todo ello tiene el sabor de un cuento de hadas, de una leyenda urbana, de algo que haya pasado de boca a oído...