Podría estar más de acuerdo si el guión no se empeñara en mostrar a un Mr. Increíble absolutamente machista. O a los constantes guiños feministas de la "mala" hacia Mrs. Increíble.
Me ha sobrado mucho tanto rollo de género. La primera película no se metía en tanto charco y resultaba más fresca y espontánea. Como vehículo reivindicativo, muchas fases me han resultado cargantes. Es ingenuo percibir sólo que pretendan hacer ver que las tareas del hogar son duras. En el contexto social actual, esta cinta ha tomado partido. Demasiado en mi opinión.