A mí no me parece triste. Todo lo contrario. Revitaliza una industria muy denostada y que ha recibido un palo muy gordo con lo de la subida del IVA.
Bien es cierto que no va a enriquecer culturalmente a ese público, porque lo que se le está ofreciendo es productos de rápido y facil consumo. Pero a la postre eso servirá para que se produzca más cine, y quien sabe si alguna de esas películas es una futura y prometedora obra maestra.
Lo que si sería triste es que todo estuviera parado. Entonces no habría nada que rascar, ni bueno ni malo.