Más justo y honesto hubiese sido introducir algunas pinceladas de crítica. Solo vemos a los turistas occidentales que iban a pasar sus vacaciones sufriendo. Mientras que los autóctonos están todos ayudando o prestando servicios médicos.

No salen víctimas indígenas, de esas que acabaron en fosas comunes porque solo había dinero para identificar y expatriar al hombre blanco que tiene dinero.