No entiendo tantas alabanzas a la atmósfera, cuando se nutre alegremente de todos los clichés visuales del terror más convencional.

Es curiosa la mezcla entre el thriller policiaco y el terror, aunque parece que el drama, y en concreto al personaje de Edgar Ramírez, se le podía haber sacado más chicha. Me sigue dando la sensación, como con Emily Rose y Sinister, que Derrickson es un tío con una concepción del género bastante maja pero sin libertad creativa en sus proyectos.