"El fantasma de la ópera", dirigida por Joel Schumacher.
Reconozco que Schumacher, aunque tenga sus altibajos, (como todo director), es uno de mis directores favoritos de los últimos tiempos, (a pesar que muchos aún no le hayan perdonado el gran desacierto de "Batman y Robin", pero es que si un director, por bueno que sea, no tiene un buen guión, y tiene las manos atadas en cuanto a retocarlo, no podrá hacer una buena película).
Me gusta bastante el género musical (el clásico de la época dorada de Hollywood), e intentos modernos de recuperar en género como "Moulin Rouge" (tan aplaudida que fue por muchos), no me llegaron en absoluto. Pero esta película me ha gustado MUCHÍSIMO. No solamente por el talento musical de sus protagonistas, sino por toda la presentación de decoración y vestuario con la que ha sido adornada.
El único punto en contra que puedo decir, es la sensación que me provocó en algunos momentos entre escena y escena, como si entre medio, narrativamente, algo se hubiera perdido.
El final me emocionó como no han logrado otras películas.
La adaptación del famoso musical de Lloyd Webber es un placer para la vista y oído.
Hasta el momento la obra maestra de Schumacher, (dirigir un musical tiene mérito). Y es que el mimo con el que nos es presentada la historia, es una verdadera delicia.