Bueno, vista Frankenstein de Mary Shelley (que debería haberse llamado Frankenstein de Kenneth Branagh. Era la única adaptación "importante" de Frankenstein que me quedaba por ver.
http://www.imdb.com/title/tt0109836/
Hubo, a principios de los noventa una especie de "moda" por revisitar los clásicos de la literatura gótica. Se me ocurren, a parte de este Frankenstein, el Fantasma de la Ópera de Richardson, el Drácula de Coppola, que creo, fue la que tuvo más éxito y la Mary Rilley de Frears. Todas ellas compartían una serie -más o menos- de elementos comunes: supuesta "fidelidad" a la obra original, o bien, por el contrario (o a la vez) deseo de "innovar" y apartarse de la tradición, y minucioso interés por recrear la época de las historias en cuestión, con ambientaciones y reparto "de qualité". De todas las que he mencionado, este "Frankenstein" que llegó a rebufo del éxito del Drácula de Coppola, con el propio Coppola de productor y mismo guionista, es, de lejos, la que menos me ha gustado. Y es que todas esas producciones, en menor medida, acababan siendo víctimas de sus propias contradicciones: ser fiel a la novela original, ser innovador y "moderno", pero, a la vez, no perder de vista la tradición fílmica del personaje y su trayectoria, muy vasta, en algunos casos, en la cultura popular. Y estos problemas se agudizan, especialmente, en este Frankenstein.
Tengo que decir que Frankenstein no me ha parecido tan mala como esperaba, pero, desde luego, no me ha entusiasmado. Es tan pretenciosa y aburrida como su predecesor, el Drácula de Coppola, pero, a diferencia de éste, no consigue fascinar ni intrigar al espectador. Hay que hacer una historia "con pinta realista", lo que pasa por envolver a todos y a todo en mugre, hacerles soltar gruñidos cerdunos y hacer que se expresen como si la historia hubiera pasado hace dos días. Tom Hulce y Kenneth Branagh son demasiado talluditos para hacer de estudiantes (en Sensación de vivir pasaba lo mismo y bien que les criticaban) y Helena Bonham-Carter anda con pinta de despistada toda la película . Es difícil saber quién está más pasado de vueltas, si Brannagh o si De Niro, que intenta hacer un monstruo atemorizante y que al mismo tiempo, despierte la simpatía del espectador, pero que se queda en una penosa caricatura de un sin techo de apariencia singularmente constrosa y con algún tipo de dificultad cognitiva. Intenta hacer un Monstruo distinto, más parecido al que te muestran en el libro -inteligente, culto, sensible, elocuente...-, pero, como en tantas otras cosas en esta película, se queda a medias. Es evidente que han intentado desarrollar los caracteres, pero se han quedado a medias, aún en una película tan larga que se llega a hacer pesada, y repleta de movimientos de cámara mareantes, de saltos de una escena y de unos personajes a otros, de diálogos que quieren ser trascendentes pero que parecen juramentos por Snoopy y de situaciones que o bien son sonrojantes (la famosa escena de Victor Frankenstein y su Monstruo forcejeando desnudos ya es clásica) o que directamente no tienen sentido (toda la secuencia que sigue a la creación del Monstruo y lo referente a la segunda criatura). Y es que hasta ese momento, a pesar de sus fallos y altibajos, la prelícula había conservado cierta coherencia, pero a partir de la subtrama de Justine, aquello se desmelena y no hay por donde cogerlo. Lo que verdaderamente más me molesta es la pretenciosidad de esta película, que en su momento se vendió como la adaptación más fiel de la novela, pero que incluye momentos que parecen salidos de una secuela de un "exploit" de monstruos. Se disfruta, sin embargo, si no se toma muy en serio -lo cual es tanto peor, porque, a diferencia, de por ejemplo, La novia de Frankenstein, que no se tomaba muy en serio a sí misma, Frankenstein de Mary Shelly, evidentemente quiere ser una película
seria y
académica- Y lo peor de todo, es que deja bastante frío al espectador. Mi consejo es que si queréis ver una adaptación de verdad fiel a la novela -y en mi opinión, globalmente mejor produción en todos los sentidos- vayáis a buscar la versión de Kevin Connor. Éso sí, son más de tres horas de película -lo que da más espacio para desarrollar los personajes-, así que juegan con ventaja, pero también se puede volver demasiado pesada.