En el sótano (
Im Keller, 2014), de Ulrich Seidl
No había visto nada de Seidl hasta ahora. Al parecer el director austríaco vive instalado en la polémica por lo extremo de algunas de sus películas. Desde luego,
Im Keller debe ser una de ellas, porque a través del acceso a los sótanos de diferentes casas austríacas, se va revelando un fondo de lo más oscuro en la sociedad del país centroeuropeo (y quizá por extensión de nuestra cultura occidental). El repertorio es variado: de los nostálgicos del nazismo a los obsesionados por la caza y las armas (el propio Seidl ha rodado otro documental titulado
Safari);
de la relación enfermiza que una mujer mantiene con unas muñecas perturbadoras a la confesión sin pudor de un hombre que gusta de mantener relaciones con prostitutas. Pero con lo que Seidl consigue, sin duda, provocarnos escalofríos angustiosos, es en su acercamiento al sadomasoquismo, en especial el que protagonizan una dominadora y su esclavo, presentado sin tapujos, sin coartadas ni estilización alguna, un segmento cuyo visionado duele físicamente.
Película que resulta difícil de soportar en toda su extensión, pero que nos estimula sin duda a interesantes reflexiones.