
Iniciado por
Otto+
Camara muy enfática... y ojo clínico. Como buen alumno de Roger Corman, siempre tuvo una pandilla de colaboradores muy estrechos que como en el caso de Carpenter se han ido antes que él; también quizá por eso entregaron un poco la cuchara simbólicamente aunque aún puedan trabajar. Pero si De Palma las pasa muy canutas para sacar sus proyectos adelante, ná, yo creo que Dante y Carpenter merecen vivir una jubilación bien merecida antes de que se puedan sumergir en el fango. Si fuesen europeos, caso de Paul Verhoeven, hubiesen vuelto al viejo continente espaciando sus trayectorias.
Y ojo con la trayectoria de Dante en TV, tiene mucho de compromiso: "The Second Civil War" (1997), o ese capítulo para la serie Masters of Horror llamado "Homecoming" donde unos soldados americanos muertos en Irak vuelven de la tumba hechos zombies para votar en las Elecciones de su país. Quiero decir, más allá del lo logradas que acabaran, propuestas corrosivas. Si se quiere, se puede establecer una comparativa entre los vecindarios de "No matarás al vecino" (con un Bruce Dern, de militar, descacharrante) y el más lírico "Eduardo Manostijeras". Tanto Burton como Dante, reverenciadores de Ray Harryhausen mismamente. No son tan diferentes.
Sé que ha estado en el Festival de Sitges más de una vez, y por todo lo que he leído y escuchado de él, es un hombrecito con los pies en el suelo, cercano y amigable. En una entrevista para Días de Cine con motivo del estreno de "Pequeños guerreros" (otra sátira sociopolítica, siempre me viene el recuerdo del "speech de Patton" en boca del soldado de juguete soltando tres frases históricas y un popurrí de otras de de polític@s mediocres actuales revestidas de grandeza -marionetas al fin y al cabo con discurso pregrabado- ¿no suenan como tal?), bueno, pues en el programa de Gasset, dijo que consideraba un misterio como él había llegado a rodas superproducciones siendo un cineasta con alma afín a la gran Serie B; sus orígenes.
Matinée fue su obra más personal, más soldados y ambientada en la Crisis de los Misiles cubanos, autobiográfica supongo; una joya de film nostálgica con un John Goodman pletórico y una divertidísima y cínica Cathy Moriarty. Ahí dio lo mejor de sus filias: la experiencia cinéfila en aquellos programas dobles; los films de serie B con esos monstruos; la infancia y su "the end"; inocencias e ironías. Amor por el cine. Y con Matinée sufrió su primer percance comercial serio, desgraciadamente.