Tema: Las últimas pelis que has visto en casa

LOCO FIN DE SEMANA
Fede sufre decepciones amorosas y sus amigos tratan de levantarle el ánimo llevándolo de fiesta en fiesta para encontrar un nuevo amor.

Hubiera sido otra lamentable y aburrida comedia mexicana del montón, pero a esta le tenía altas esperanzas. Viene de uno de los escritores (y protagonistas) de "Matando Cabos" que desde entonces ha estado desgañitando sobre la decadencia del cine nacional, quejándose de que ahora solo se hacen copias flojas de comedias extranjeras, sin esfuerzo en los guiones ni compromiso en las actuaciones. Prometia al menos hacer el esfuerzo por ser una cinta diferente...
Tremenda descepción.
Las actuaciones son flojas hasta lo insultante, pero los diálogos tampoco dan para más, solamente los secundarios de paso le inyectan algo de vida.
Consta de una serie de sucesos malhilvanados, quizás basados en experiencias de la vida real, pero en todo caso contados mal y de malas.
La película es narrada por el prota, que se supone nos va a explicar como llego a estar desnudo en una patrulla, pero realmente nunca lo hace, solo es copiar por copiar. Los elementos robados a "The Hangover" son muy obvios y mal ejecutados. Pero también es doloroso como intenta aferrarse a viejas glorias de "Matando Cabos" donde si usan ese recurso de manera eficiente.

No me gustan especialmente ni los BEATLES ni los STONES...canciones sueltas sí peero prefiero la discografía de cualquier otro..
BOWIE...JACQUES BREL o VICTOR MANUEL me molan muchísimo más.

Iniciado por hannaben

BOWIE...JACQUES BREL o VICTOR MANUEL me molan muchísimo más.

¡Vaya tres más distintos! En el caso de Bowie, la influencia de los Stones es más que notable. Tiene una excelente versión del "Let's Spend the Night Together":



Además de grabar junto a Jagger el tema "Dancing in the Street" (y compartir el correspondiente videoclip). Eso sin entrar en la fuerte amistad de ambos, que según la leyenda los encamó en alguna ocasión.



Otra cosa es Brel y Víctor Manuel, claro.

Amazing Grace (2018), de Allan Elliott (y Sydney Pollack)



Sigo poniendo música al confinamiento. En 1972 Aretha Franklin decidió grabar un disco con temas clásicos de música góspel (un tipo de música que empezó a cantar de niña, en casa y en la iglesia, ya que su padre era predicador). Se eligió una iglesia bautista de Los Angeles, alargándose la grabación dos noches consecutivas. Allí se desplazó Sydney Pollack para filmar para la televisión, en una producción de la Warner, todo el proceso de grabación en directo del álbum, que, según nos indica un rótulo al inicio del film, es el disco de góspel más vendido de todos los tiempos (en todo caso, tomaszapa nos lo puede confirmar). No es, pues, la filmación de un concierto en sentido estricto. Por eso, además de las canciones, vemos cómo llega el público y los músicos, cómo comentan cosas entre ellos, cómo presenta el reverendo James Cleveland a Aretha, cómo descansan o se enjugan el sudor entre canciones, o incluso la alocución del padre de Aretha. El reverendo Cleveland recuerda a la audiencia que están en una iglesia, que lo que van a oír tiene un carácter religioso, animándolos a participar activamente en el acto. La calidad de la imagen no es, desde luego, la que comenté ayer del concierto de los Stones dirigido por Scorsese. Aquí todo tiene un carácter más precario, pero de todas formas se consigue captar el ambiente y transmitir la emoción y la fuerza de las canciones. Personalmente, no conecto con la dimensión religiosa del góspel, pero eso no quita de que la interpretación de Aretha es escalofriante, impresionante, de “gallina de piel”. Aquí una pequeña muestra:



¿Por qué se ha tardado tanto en ver este documental? Al parecer Pollack, inexperto en la filmación de conciertos, no utilizó claquetas, con lo que después fue incapaz de sincronizar la imagen con la música. En 2007, antes de morir (murió en 2008), legó el material a Allan Elliott quien, finalmente, ha conseguido recuperar este testimonio excepcional. Podríamos decir que, como El Cid, Pollack ha ganado una batalla después de muerto. Un bello homenaje a Aretha Franklin que murió precisamente el mismo año en que se estrenó finalmente la película.

Por cierto, y que conste que ha sido casual, pero entre el público se puede apreciar la presencia de Mick Jagger y de Charlie Watts, cantante y batería de…, como no, The Rolling Stones.

Yo, como cinefilototal, aparte de ser un enamorado de Kim Novak soy un amante del cine musical, sobre todo del clásico y muy especialmente de aquellos que facturó la MGM durante los años '40 y '50 cuando el Technicolor era tan suntuoso.

A ver si entre ambos organizamos un pequeño ciclo con alguno de los más representativos o simplemente de los que más nos gusten.

Si olvidarnos de la entente que formamos con la revisión de algunas películas de nuestra adorada... Kim Novak.

Iniciado por Alcaudón

Yo, como cinefilototal, aparte de ser un enamorado de Kim Novak soy un amante del cine musical, sobre todo del clásico y muy especialmente de aquellos que facturó la MGM durante los años '40 y '50 cuando el Technicolor era tan suntuoso.

A ver si entre ambos organizamos un pequeño ciclo con alguno de los más representativos o simplemente de los que más nos gusten.

Si olvidarnos de la entente que formamos con la revisión de algunas películas de nuestra adorada... Kim Novak.

¡¡No me digas, que alegría me das, muchos de mis musicales favoritos son de la Metro Goldwyn Mayer!!...

Cuando quieras hacemos un mini-ciclo de musicales...

Por cierto... ¿llegaste a visionar "King of Jazz"?...

Todavía no aunque no tardaré, espero. Me encantan las películas en Technicolor aunque sea bicromático.

Por cierto, espero que te guste lo que viene a continuación...

... y no, no es (todavía) otra entrega (de las tres) del ciclo George Sidney/Kim Novak.

¡Que será, será!...

Iniciado por hannaben

BOWIE...JACQUES BREL o VICTOR MANUEL me molan muchísimo más.

Yo llevo una racha con el confinamiento que estoy recuperando los discos antiguos de Victor Manuel. Me apasiona su voz. Lo tengo que reconocer. Con esto de internet, voy a las versiones originales, que me aportan mayor frescura. Pedazo de artista, muy infravalorado.

PROGRAMA DOBLE

o

FROM HENRY...

LLOYDS OF LONDON (1936, LLOYDS DE LONDRES)



Director: Henry King.

Producción y distribución: Twentieth Century-Fox Film Corp.

Productor adjunto: Kenneth Macgowan.

Guión: Ernest Pascal y Walter Ferris, a partir de una historia de Curtis Kenyon.

Dirección artística: William Darling. *

Fotografía: Bert Glennon.

Música: R. H. Bassett, David Buttolph y Cyril J. Mockridge.

Montaje: Barbara McLean. *

Reparto: Freddie Bartholomew (Jonathan Blake, de niño), Madeleine Carroll (Lady Elizabeth), Sir Guy Standing (John Julius Angerstein), Tyrone Power (Jonathan Blake), C. Aubrey Smith (Old “Q”), Virginia Field (Polly), Douglas Scott (Horacio Nelson, de niño), George Sanders (Lord Everett Stacy).

Duración: 115 minutos.

Rodaje: de mediados de agosto a finales de octubre de 1936.

Estreno: 29 de enero de 1937, con preestreno en Nueva York, el 25 de noviembre de 1936.

- 2 nominaciones a los Oscar * -



Si la semana pasada elaboré un programa doble con un director al que reconozco tenía un tanto perdido la pista como Mark Robson – salvo sus espléndidas colaboraciones con el gran productor Val Lewton – hoy me gustaría echar un vistazo a un cineasta muy superior, uno de los más grandes del cine clásico norteamericano, aunque rara vez alguna de sus obras aparezca en las listas de las mejores películas de todos los tiempos. Y es una verdadera lástima porque el pionero Henry King (1886-1982), poseedor de una dilatada filmografía que va desde 1915 hasta 1962 y que trabajó en exclusiva para la Fox (luego Twentieth Century-Fox) desde 1930 – salvo una excepción, que comentaré más adelante –, es uno de los mejores exponentes de ese cine que se fraguó bajo el control de los grandes estudios y que pese a ello (o más bien gracias a ello) proporcionó el mayor número de obras maestras que ninguna cinematografía a nivel mundial pudo siquiera soñar igualar.

El estilo de King es difícil de aprehender dado que el mismo está íntimamente ligado a su profunda relación personal y profesional con el gran productor Darryl F. Zanuck (1902-1979), jefe de producción de la Twentieth Century-Fox desde su fundación, en 1935, hasta 1956.

En ese período (además del que va de 1956 a 1962) Henry King firmó nada más y nada menos que 35 largometrajes para la compañía (además de 1/5 de otro – CUATRO PÁGINAS DE LA VIDA (1952) que deberían haber sido CINCO si la censura no se hubiese cargado el episodio de Howard Hawks -) además de otro (del que luego hablaré) para la Universal-International.

De entre esos (35 + 1 + 1/5) se encuentran un buen puñado de obras maestras que sería largo indexar pero que cualquier cinéfilo que se vanaglorie de ello debería conocer.

Además de esa relación tan importante que tuvo con uno de los mejores productores del Hollywood clásico (gente que no sólo ponía el dinero sino que sabía – y mucho – de cine) King mantuvo otras igualmente determinantes a lo largo de su carrera, por ejemplo con su montadora (un cargo, curiosamente, al que algunas mujeres pudieron acceder sin problemas en el cine clásico norteamericano), Barbara McLean, con la que colaboró en 29 películas.

Aunque más relevante, al menos de cara al público, fue la elección de sus elencos puesto que trabajaría por ejemplo en 3 ocasiones con Jennifer Jones (incluyendo LA CANCIÓN DE BERNADETTE (1943) – debut y Oscar para la actriz -), en 4 con Susan Hayward (con una obra maestra del calibre de I’D CLIMB THE HIGHEST MOUNTAIN (1951)), en 6 con Gregory Peck (¿es necesario recordar ALMAS EN LA HOGUERA (1949) o EL PISTOLERO (1950)?) y en 11 (¡11!) con Tyrone Power (incluyendo el primer – y magistral – western en Technicolor, TIERRA DE AUDACES (1939) o la bellísima película de aventuras EL CISNE NEGRO (1942)).

Habitualmente King era el encargado de dirigir el proyecto (o los proyectos) más caros y/o de prestigio del estudio de cada temporada, lo que le convirtió no sólo en uno de los pioneros en el uso del Technicolor (RAMONA (1936)) sino en uno de sus mejores cultivadores.

E igualmente y aunque fuese una imposición de la Fox todos sus títulos a partir de 1953 se rodarían en CinemaScope, formato del que llegó a convertirse igualmente en un consumado maestro.

LLOYDS DE LONDRES fue la primera película como protagonista (aunque no lo indiquen así los títulos de crédito) de Tyrone Power (1914-1958) del que el otro día tuve el placer de comentar otra de sus películas, EDDY DUCHIN. Si aquella era de 1956 ésta es de 1936. El amanecer y el atardecer de su carrera.



Power fue además una apuesta personal del director en contra del criterio de Zanuck (con el que siempre mantuvo una tensa relación de amor/odio pero que normalmente solía decantarse del lado de King puesto que el productor siempre mantuvo una ciega confianza en su buen hacer) al que no veía madera de estrella.

Claro que si en EDDY DUCHIN el problema era que el actor era demasiado mayor para el personaje que representaba, aquí en cambio ocurre todo lo contrario.

La historia se desarrolla en Inglaterra (salvo una breve fuga a Francia, donde nuestro héroe conocerá a su gran amor, Lady Elizabeth (la bellísima Madeleine Carroll, a la que los seguidores del rincón de Sir Alfred seguro que no han olvidado)) desde 1770 hasta 1805.



Una historia que acompasa la peripecia de Jonathan Blake (encarnado de mozalbete por el niño prodigio Freddie Bartholomew – que vendría a ser la contrapartida del igualmente famoso Mickey Rooney – y de adulto por Tyrone Power) con la de Horacio Nelson (Douglas Scott/John Burton), amigos desde la infancia pese a la diferencia de clases que existe entre ellos y donde asistimos al ascenso dentro del mercado de seguros Lloyd’s of London (fundado en el siglo XVII) del primero gracias a la tutela de su mentor, el señor Angerstein (Sir Guy Standing), su frustrado amor con la mencionada Lady Elizabeth al estar casada con el petimetre de Lord Everett Stacy (un impecable, como siempre, George Sanders, que parece haber nacido para interpretar estos papeles), su conversión en un tiburón de las finanzas debido a ese fracaso amoroso y su regeneración final al recuperarla aunque su negativa a que su amigo Nelson desvíe una parte significativa de su flota en su lucha contra la marina francesa de Napoleón para proteger los barcos asegurados por Lloyd’s le granjeará la enemistad de sus asociados y el escarnio de la opinión pública.









De hecho será el dinero de ella lo que permita a Blake hacer frente a los cuantiosos pagos por las pérdidas de los barcos hundidos por el francés y además, gracias a un invento suyo, hacer pasar por verdadera un información falsa (la victoria – que luego se confirmará – de Nelson en Trafalgar) de forma que rompa esa dinámica derrotista de la compañía y del propio país.

Aunque la figura de Nelson, salvo de niño, permanece ausente durante la mayor parte de la proyección, su sombra sobre la figura de Blake será determinante en el devenir de la historia y en una imagen ciertamente bella el momento en el que un despechado Lord Everett Stacy descerraja un tiro en el cuerpo de Blake, King lo une al momento en el que Nelson es herido de muerte en la batalla naval que le hizo pasar a la posteridad. E igualmente el momento en que Blake recupera la consciencia está enlazado al funeral de estado por el héroe caído.

Como decía aunque Bartholomew encabeza el reparto, la mayor parte de la acción cae sobre los hombros de un jovencísimo Power (de tan sólo 22 años) y que pese a transcurrir 35 años desde su marcha del hogar y de su despedida de Nelson mantiene su tez juvenil a lo largo de toda la película salvo unas incongruentes canas que pueblan sus sienes. Incluso la hermosa Carroll parece mayor y ciertamente mucho más voluptuosa que el escuálido Power.



King demuestra su pericia tras las cámaras y convierte la historia en una acertada mixtura de cine de aventuras, cine histórico y melodrama y que sirvió de trampolín al actor para convertirse en una de las estrellas más importantes del estudio. Y, como decía, la primera de las once colaboraciones entre el director y el actor.

Cuando el río suena, agua lleva.

Aunque yo siempre preferiré a la hermosa Madeleine (¿de qué me suena este nombre?)...



… TO KING.

THIS EARTH IS MINE (1959, ESTA TIERRA ES MÍA)



Director: Henry King.

Producción: Vintage Productions, Inc.

Distribución: Universal-International Pictures Co., Inc.

Productores: Casey Robinson y Claude Heilman.

Guión: Casey Robinson, a partir de la novela “The Cup and the Sword” de Alice Tisdale Hobart (Nueva York, 1942).

Dirección artística: Alexander Golitzen, George W. Davis y Eric Orbom.

Fotografía: Winton Hoch y Russell Metty (en Technicolor y CinemaScope (en realidad Panavision)).

Música: Hugo Friedhofer.

Montaje: Ted J. Kent.

Reparto: Rock Hudson (John Rambeau), Jean Simmons (Elizabeth Rambeau), Dorothy McGuire (Martha Fairon), Claude Rains (Philippe Rambeau), Ken Smith (Francis Fairon), Anna Lee (Charlotte Rambeau).

Duración: 123 minutos.

Rodaje: del 2 de septiembre a principios de noviembre de 1958.

Estreno: 26 de junio de 1959, con preestreno en Nueva York, el 10 de abril.



Como ya he comentado al principio de esta reseña ESTA TIERRA ES MÍA (título que recuerda a uno muy similar al de una hermosa película norteamericana de Jean Renoir que no llegó a ver la luz en nuestros cines patrios) fue el único largometraje que King hizo fuera del cobijo de la Fox.

Protagonizada por el galán Rock Hudson, que en esta época ya había abandonado el nido de Douglas Sirk, quien encarna al nieto contestatario del patriarca vinatero Philippe Rambeau (el siempre excelente Claude Rains), la acción se circunscribe al Valle de Napa en California durante los años finales de la Ley Seca.

Una ley que prohíbe la venta del vino para elaborar bebidas de más alta graduación alcohólica y que Philippe acepta aunque no comparte, como si fuese un Mandamiento del propio Moisés, lo que entra en conflicto con los intereses de las nuevas generaciones, personalizadas en la figura de John, quien quiere evitar la ruina de su familia aunque para ello tenga que entrar en transacciones con el gansterismo de Chicago.

Estamos, por tanto, a principios de los años ’30.

En concreto han pasado 12 años desde la promulgación de la Ley, lo cual nos situaría exactamente en 1932, dado que aquella entró en vigor en 1920.

Una historia que no se diferencia en demasía de los trabajos habituales del director en su estudio madre y donde se narran las visicitudes de esa familia y donde de nuevo King da muestras de su buen hacer, con unas elegantes composiciones gracias primero a la colaboración de dos de los mejores directores de fotografía del momento, Winton C. Hoch y Russell Metty, este último colaborador habitual del mencionado Douglas Sirk y segundo por un acertado uso del formato Panavision (aunque en los títulos de crédito se indique por razones contractuales que se rodó en CinemaScope).

Aunque Henry King era un hombre profundamente religioso eso no influyó negativamente en el contenido de sus propuestas, todo lo contrario, pues siempre logró un equilibrio asombroso entre su visión como hombre de fe y su poderosa puesta en escena humanista y siempre con el hombre (y las comunidades que éste forma) como núcleo de sus mejores logros.

Esta visión cuasibíblica que hace King del texto de Alice Tisdale Hobart (y que probablemente esté implícito en la propia novela) permite composiciones tan audaces como esa fantástica toma de toda la familia Rambeau sentada en una mesa que recuerda poderosamente a la Última Cena y que sólo el gran formato del Panavision es capaz de recoger en su grandiosidad.



Y no es la única escena en la que King usará el formato de forma muy creativa usando el amplio margen de maniobra que le ofrece una proporción de pantalla de 2.35:1.



Aunque muchos tienen al galán Rock Hudson como un actor dotado de escasos recursos dramáticos lo cierto es que esta película, al igual que sus películas anteriores con el gran Douglas Sirk, nos demuestra que era algo más que un hombre (muy) guapo.



En el reparto sobresale igualmente la maravillosa Jean Simmons, una de mis actrices favoritas, siempre bella y elegante, como el interés amoroso del protagonista. Una de esas mujeres cuya sola presencia hace elevar el nivel de una película (y una mujer que co-protagoniza dos de mis películas favoritas y que vieron la luz justo al año siguiente, EL FUEGO Y LA PALABRA de Richard Brooks y ESPARTACO de Kirk Douglas (y Stanley Kubrick)).



Una película donde aflorarán los secretos inconfesados de la familia, como la auténtica paternidad de John (Hudson). O la intención del patriarca de casar a su nieta, Elizabeth (Simmons) venida desde Inglaterra, con uno de los propietarios del Valle para así hacerse el dueño de todo el mismo. O la obsesión de la hija de Philippe, Martha (la siempre estupenda Dorothy McGuire), por convertirse en la heredera de todas las posesiones de su padre y que conoce el amor secreto que su marido, Francis (el habitual Ken Smith, desde los tiempos de LA MUJER PANTERA (1942)…), ha mantenido desde siempre con la impedida Charlotte (la fordiana Anna Lee), madre de John...





Aunque la historia nos suene a conocida King de nuevo demuestra su maestría para moldear todos esos materiales a su antojo y facturar un producto que se disfruta de principio a fin y que debido a su rareza, por ser la única película que jamás rodó fuera de la Fox, bien merece una oportunidad.

Una historia que finalizará con la muerte del patriarca y con un reparto de sus bienes que no satisfará a todos (especialmente a su mano derecha, su hija Martha, que se creía la heredera natural) pero que permitirá unir a las nuevas generaciones, John y Elizabeth y que King materializará a través de la metáfora entre la unión de sus cepas.



Con toda seguridad, ni LLOYDS DE LONDRES ni ESTA TIERRA ES MÍA, son exponentes máximos de la calidad como director de Henry King pero sí son excelentes películas y que son un ejemplo de ese cine norteamericano clásico que sigue siendo todavía una auténtica gozada poder disfrutar y más en estos tiempos tan aciagos que nos contemplan.



Un saludo y un abrazo.

Y cuidaros.

Dorothy McGuire me parece una excelente actriz, muy desaprovechada, con una valía muy superior a la filmografía que tuvo (podía haber sido protagonista de más grandes películas). Lo que me da que pensar que muchas veces los grandes estudios no tenían visión cinematográfica e imponían a ciertos actores o actrices por encima de las virtudes de otros.
A McGuire la pude ver en La escalera de caracol, un magnífico film de terror gótico y psicológico (en la linea de Luz que agoniza). Una joven Dorothy McGuire que sobresale en su papel de una joven muda (por una crisis emocional) al servicio de una mujer rica y enferma.

Esta mañana nos hemos levantado con la triste noticia del fallecimiento del actor indio Irrfan Khan a los 53 años.
De larga trayectoria en el cine de su país, se dio a conocer al mundo con la pelicula ganadora de varios Oscar, Slumdog millionaire, donde estaba estupendo. Posteriormente, compaginó el cine en la India con el cine más comercial en todo el mundo. Así participó en blockbusters o grandes proyectos como La vida de Pi, The amazing Spider-man, Jurassic World o Inferno con otros proyectos más pequeños pero muy notables (véase The lunchbox)

Hace un par de años se le diagnosticó una extraña forma de cáncer. Hace pocos días fue ingresado debido a una infección de colon de la que no se ha recuperado. Para más inri, cuatro días antes su madre había fallecido lejos de él (por las circunstancias que estamos viviendo). Descanse en paz.

Conozco ambas películas de Henry King, y esperando alguna hipotética salida de ellas en formato bluray, o al menos en dvd pero con buena imagen.

De "Lloyd de Londres" me cautivó Freddie Bartholomew en su primera parte, y luego la belleza de M. Carroll y el buen estar de G. Sanders; en esta ocasión Tyrone Power está algo verde y es demasiado jovencillo para el papel protagonista, pero se deja ver.

De "Esta tiera es mía", lo mejor estaba en una excelente Dorothy MacGuire, una familia dedicada a los viñedos y poco mas recuerdo, eso sí, el pase de tv ofrecía una imagen muy mediocre.

Me he reconciliado un poco con The Host, la película-terremoto de Bong Joon-ho de hace quince años y que no había visto desde el momento de su estreno. Creo que entonces no aprecié tanto la estilización de la película (esos épicos primeros veinte minutos), ni tampoco la forma en que cambia de género no ya de una escena a otra, que eso sí lo recordaba, sino dentro de una misma escena o incluso dentro de un mismo plano. Por otro lado, y aunque me chirrían algunos de los chistes más previsibles, me ha sorprendido la hondura de los momentos dramáticos y el cariño con el que Bong retrata a sus personajes más allá de su apariencia grotesta o ridícula. En concreto me parece especialmente bonito el final de la película, con tono de fabula o cuento y en el que se permite al protagonista por fin refugiarse del mundo que tanto le ha maltratado y disfrutar de la compañía de su "hijo".

Me sigue pareciendo bastante disparatado que Cahiers seleccionase esta película como una de las mejores de la década 2000-2010, pero en cualquier caso me ha gustado bastante más que la primera vez que la vi.

No todas las noticias de muertes son malas. Hoy hace 75 años que se suicidó Hitler, uno de los mayores genocidas de la historia. Fue un 30 de abril de 1945.
Al día siguiente, haría lo propio, Goebbels y su esposa. Previamente habían matado a sus séis hijos.
Y el 2 de mayo, los soviéticos anunciaban la caída de Berlín.

Esa semana tan determinante en el desenlace de la Segunda Guerra Mundial, el número 1 de la lista de ventas de singles en Estados Unidos era este "My dreams are getting better all the time" de Les Brown y la voz de una joven Doris Day.

El título de esa canción me recuerdo otra más próxima en el tiempo. Dedicado a Alcaudón, el sexto Beatle, y con mis mejores deseos:

Noche de Bodas, Radio Silence, 2019

Ficha filmaffinity



Durante la noche de su boda, la novia (Samara Weaving) debe jugar a un juego tradicional con su nueva familia... y luchar por la supervivencia.

Dirigida y producida por el trío Radio Silence (creadores de obras del género como Southbound o partes de VHS) realizan su mejor obra hasta la fecha.

Entretenida mezcla de terror de acción y toques de comedia, que recuerda a Battle Royale, bien tematizada aunque cuyos personajes no están muy bien dibujados, pero disfrutable si gusta el género. Tiene su tasa de gore y no cae en los típicos errores comunes de otras películas del estilo. El final genial.

Nota: 6/10


Tyler Rake (Extraction), Sam Hargrave, 2019

Ficha filmaffinity



Un mercenario (Chris Hemsworth) ofrece sus servicios para rescatar al hijo secuestrado de un capo de la mafia india.

Grandiosas escenas de acción, localizaciones muy vistosas al rodarse en la India con grandes medios técnicos, reparto decente no demasiado visto (Golshifteh Farahani de A Propósito de Elly, David Harbour de Stranger Things), intentando desarrollar introspectivamente el personaje principal, buen ritmo... merece la pena. Éxito de Netflix.

Nota: 6,5/10

Curiosamente acabo de ver Extraction hace veinte minutos y no iba a comentar nada, pero aprovecho para dar réplica, otro film de excesos que con un planteamiento algo más interesante que la media, por lo que dice el compañero de las localizaciones en la India, no es más que una excusa para mostrarnos más de lo mismo, es un blockbuster de acción USA con localizaciones en la India. Quizá es lo que el púbico generalista quiere, pero yo me he aburrido de tanta acción, no tienen fondo, muerte y más muertes, disparos, explosiones aquí y allá con el John Wick, John Rambo, aquí Tyler Rake, de turno. Me ha resultado bastante cómico ver a capos de la droga india, que seguro que haberlos haylos pero mi subconsciente estaba esperando unos bailecitos a los Bollywood para rematar el producto, ya que hablamos de un producto trillado, trillémoslo más. Ni me ha gustado, ni la recomiendo.

¡¡Por lo que he leido "Extraction" es la nueva película de moda en Netflix, con las salas de cine cerradas, las plataformas están haciendo su agosto!!.

Me apetece una cuñalada y esta tiene buena pinta.

Voy a darme esta tarde una pausa en la lectura de 2000 páginas de ¨Los enemigos del gobierno¨, y me meto una de tiros.

Yo me vi al principio del estado de alarma THE WALKING DEAD, FEAR THE WALKING DEAD y KINGDOM. O sea zombis

¿Alguna recomendación en estos días de convalecencia?

Me refiero a Netflix.

Iniciado por Alcaudón

Yo me vi al principio del estado de alarma THE WALKING DEAD, FEAR THE WALKING DEAD y KINGDOM. O sea zombis

¿Alguna recomendación en estos días de convalecencia?

Me refiero a Netflix.

Oh yeah, recientemente vista y recomiendo con fervor:



Wind River un thriller interesante dentro del subgénero thrillers nevados.



La nueva de Mujercitas también la encontré interesante.

Mierda, me he dado cuenta lo de Netflix tarde, sorry.

Estoy viendo la serie Ozark, por ahora muy interesante también. Y de pelis, en general, no suelo tener suerte con Netflix, tampoco busco mucho.

Ahhh y me olvidaba para fans de la NBA y el básquet en general:

Mira que estaba contento diciéndome, si veo Armas de mujer seguro que Tomás estará contento, pero me he ido a dormir de mala leche, no os pasa a vosotros? cuando veis una peli que esperabais más y sales decepcionado irse vinagreta a la cama? Me esperaba un drama con toques de comedia, y es una comedia romántica , y cuando el personaje de Weaver se da una leche y sale la escena del hospital, ya pensé, esto será una pachanga, y así tengo la sensación. Pero lo peor de todo, es algo que sospechaba pero que tampoco me he parado a pensar mucho, y es Melanie Griffith, muchas fisuras interpretativas he visto en ella, y me sorprende, porque no recuerdo tan descalabro en Doble cuerpo, pero en el film comentado, me ha resultado insoportable, y luego veo un porrón de premios, globos de oro y nominaciones, no lo entiendo sinceramente; básicamente por 0 naturalidad, parece que recite el texto, cuando comparte pantalla con Ford y Weaver, le saltan los puntos de las fisuras, hay tanta distancia de nivel que la peli lo nota. Estaba tan cabreado que el par de nudies de ella no me paliaron el cabreo. Cosas buenas? ver a Sigourney Weaver siempre es positivo, aunque esté desaprovechada como en la ya comentada peli de Weir: el año que vivimos peligrosamente, no se porque siempre le adhiero el juntos a este título. También me ha hecho gracia ver casi cameos de Oliver Patt, ahí ya fofisano, Kevin Spacey de farlopero, y al actor que no se como se llama que interpreta al abogado cabroncete David Lee, en The good Fight y The good wife. Y poco cosa más, muy decepcionado y porque el bluray es edición alemana y no lo aceptan en CEX, sino en mi próxima visita, se iba de intercambio.

Hace dos noches puse en casa Promesas del Este, del canadiense David Cronenberg.
Se trata de una película de gangsters, con los ingredientes de los clásicos (inevitable las similitudes con El Padrino) pero traídos a la actualidad. Por tanto, estamos ante una historia de explotación sexual de mujeres jóvenes (algunas, menores de edad) del este por parte de la mafia rusa, asentada en la capital londinense. La tapadera del capo, que regenta un restaurante familiar y respetable, es lo que pone la guinda a este mundo de horror, donde la violencia es el pan de cada día de esta gente, que aterroriza a todos.

En esta, ya adelanto, grandísima película, todo encaja perfectamente. Una historia conocida, pero relatada de manera acertada a través del diario de una joven prostituta que fallece al comienzo del film y que deja un hijo huérfano en el mundo.
Y unas interpretaciones soberbias del trío protagonista: Vigo Mortensen, haciendo de chófer y de hombre resuelve problemas (años más tarde, haría un papel con ciertas similitudes en la fantástica Green book ). Qué gran actor es el argentino, que aquí con esos tatuajes que luce (propio del clan en el que se enrola más lo que traía de serie), ese andar y esos gestos (se sumergió en la mafia rusa de verdad) nos da una muestra de interpretación perfectamente premiable, como otras de él en los últimos tiempos.
Consiguió una nominación en todos los premios importantes, incluido el Oscar.

Naomi Watts, como esa enfermera del hospital donde nace el bebé y que se queda con el diario de la madre, está igualmente sensacional. Se adentra, sin saberlo, en ese mundo sórdido de la mafia rusa, en busca de respuestas.

Y Vincent Cassel, cuyo papel en Cisne negro siempre tendré presente, que luce igualmente como ese hijo del mafioso, caprichoso, violento, pero que encierra una falta de cariño y aprobación por parte de su progenitor.

El resto del elenco cumple de sobra con su cometido. El ritmo de la película es bestial y hay momentos verdaderamente antológicos (como el de las escenas de violencia -véase la de un inmenso Mortensen, desnudo, en unos baños-) o los "familiares" en el restaurante del jefe mafioso, donde parece que estamos viendo El Padrino. La familia, la familia....