Tema: Las últimas pelis que has visto en casa

Vista una curiosidad en la Filmoteca: Hace un millón de años (One Million B.C., 1940), dirigida por los Hal Roach, padre e hijo. Se trata de una producción de los Hal Roach Studios, que inicialmente tenía a D.W.Griffith como productor (algún comentario lo sitúa también como director), pero este abandonó el proyecto por desavenencias con Roach. Seguramente todos tenemos en mente la producción de la Hammer con Raquel Welch,



dirigida por Don Chaffey, Hace un millón de años, y con efectos especiales de Ray Harryhausen, que de hecho es un remake de esta versión en blanco y negro.

La película nos narra, puesto en boca de un antropólogo que está estudiando unas pinturas rupestres en una cueva, los conflictos entre la tribu de los “rocks”, cazadores brutales entre los que impera la ley del más fuerte (inicialmente, Akhoba, Lon Chaney Jr.),



con los “shells”, pescadores y recolectores, que han formado una idílica sociedad de comunismo primitivo, donde todo es de todos. A esa tribu llega Tumak (Victor Mature, luciendo tipito), el hijo de Akhoba,



que ha dejado su tribu por diferencias con el padre. Poco a poco se integra en el seno de los “shells”, gracias en especial a Loana (Carole Landis, bella actriz que se suicidó con 29 años, después de una vida bastante agitada).



Un buen día, Tumak, seguido por Loana, vuelve a su tribu de origen, y allí se encuentra con que Akhoba ya no reina, puesto que una caída lo ha dejado casi inválido. Tumak se erige en el nuevo líder. De tanto en tanto, algún animal monstruoso los atacará (casi siempre reptiles que adquieren dimensiones gigantescas gracias a efectos ópticos, pero también pequeños dinosauros recreados por medios convencionales, o sea, un individuo con un disfraz, o incluso animales reales, elefantes, armadillos u otros convenientemente “tuneados”).




A pesar de lo primitivo de los efectos, comparados con la habilidad de Harryhausen y su técnica stop-motion o la abundancia de las actuales CGI, el resultado está bastante logrado, y el ritmo del film es ágil (se agradece que la película solo dure unos 80 minutos). Para poderla cerrar con una imagen integradora, después de una violenta erupción volcánica con ríos de lava, se las ingenian para que un niño pierda a su madre y así, sin los preceptivos pasos previos imprescindibles , Tumak y Loana, con el niño de la mano, pueden regalarnos una idílica estampa final de familia unida y feliz. Al parecer, aunque ahora cueste creerlo, la película fue todo un bombazo de taquilla en su momento, y obtuvo dos nominaciones al Oscar. Vista hoy en día, es una curiosidad disfrutable, que permite descubrir una actriz que hubiera podido tener mucho futuro y ver a un actor, en el que fue casi su debut, que si lo tuvo, aunque nunca fue uno de los grandes y con los años el tipito lo fuera perdiendo.

La música de Hace un millón de años, de 1940, corría a cargo de Werner R. Heymann. Estuvo nominada al Oscar, pero ese año la estatuilla fue a parar a la banda sonora de Pinocho. Preciosa, por cierto. Además, When you wish upon a star, recibió el Oscar a mejor canción.

Yo he visto ambas versiones, y las dos me parecen dos tontunas sinsorgas, pero al mismo tiempo curiosamente disfrutables -quizá más la versión antigua-. Como una comida de esas basurientas que sabes es muy mala para tu salud, pero que no puedes dejar de comer .

Iniciado por mad dog earle

Vista una curiosidad en la Filmoteca: Hace un millón de años (One Million B.C., 1940), dirigida por los Hal Roach, padre e hijo. Se trata de una producción de los Hal Roach Studios, que inicialmente tenía a D.W.Griffith como productor (algún comentario lo sitúa también como director), pero este abandonó el proyecto por desavenencias con Roach. Seguramente todos tenemos en mente la producción de la Hammer con Raquel Welch,



dirigida por Don Chaffey, Hace un millón de años, y con efectos especiales de Ray Harryhausen, que de hecho es un remake de esta versión en blanco y negro.

La película nos narra, puesto en boca de un antropólogo que está estudiando unas pinturas rupestres en una cueva, los conflictos entre la tribu de los “rocks”, cazadores brutales entre los que impera la ley del más fuerte (inicialmente, Akhoba, Lon Chaney Jr.),



con los “shells”, pescadores y recolectores, que han formado una idílica sociedad de comunismo primitivo, donde todo es de todos. A esa tribu llega Tumak (Victor Mature, luciendo tipito), el hijo de Akhoba,



que ha dejado su tribu por diferencias con el padre. Poco a poco se integra en el seno de los “shells”, gracias en especial a Loana (Carole Landis, bella actriz que se suicidó con 29 años, después de una vida bastante agitada).



Un buen día, Tumak, seguido por Loana, vuelve a su tribu de origen, y allí se encuentra con que Akhoba ya no reina, puesto que una caída lo ha dejado casi inválido. Tumak se erige en el nuevo líder. De tanto en tanto, algún animal monstruoso los atacará (casi siempre reptiles que adquieren dimensiones gigantescas gracias a efectos ópticos, pero también pequeños dinosauros recreados por medios convencionales, o sea, un individuo con un disfraz, o incluso animales reales, elefantes, armadillos u otros convenientemente “tuneados”).




A pesar de lo primitivo de los efectos, comparados con la habilidad de Harryhausen y su técnica stop-motion o la abundancia de las actuales CGI, el resultado está bastante logrado, y el ritmo del film es ágil (se agradece que la película solo dure unos 80 minutos). Para poderla cerrar con una imagen integradora, después de una violenta erupción volcánica con ríos de lava, se las ingenian para que un niño pierda a su madre y así, sin los preceptivos pasos previos imprescindibles , Tumak y Loana, con el niño de la mano, pueden regalarnos una idílica estampa final de familia unida y feliz. Al parecer, aunque ahora cueste creerlo, la película fue todo un bombazo de taquilla en su momento, y obtuvo dos nominaciones al Oscar. Vista hoy en día, es una curiosidad disfrutable, que permite descubrir una actriz que hubiera podido tener mucho futuro y ver a un actor, en el que fue casi su debut, que si lo tuvo, aunque nunca fue uno de los grandes y con los años el tipito lo fuera perdiendo.

Una actriz con un notable parecido a Lana Turner y yo diría que más guapa (aunque menos espectacular) que Raquel Welch.

Eso sí, los dinosaurios desaparecieron hace 65 millones de años y entonces el antecesor del hombre vendría a ser algo así:

Iniciado por Alcaudón

Una actriz con un notable parecido a Lana Turner y yo diría que más guapa (aunque menos espectacular) que Raquel Welch.

Eso sí, los dinosaurios desaparecieron hace 65 millones de años y entonces el antecesor del hombre vendría a ser algo así:

Con lo de situar homo sapiens hace un "millón de años" se pasaron unos cuantos centenares de miles de años, pero que la precisión histórica no nos arruine un título impactante y redondo.
Y ciertamente con lo de los dinosaurios la cosa ya va de decenas de millones de años, pero también salían en King Kong para disfrute de espectadores.

Iniciado por tomaszapa

La música de Hace un millón de años, de 1940, corría a cargo de Werner R. Heymann. Estuvo nominada al Oscar, pero ese año la estatuilla fue a parar a la banda sonora de Pinocho. Preciosa, por cierto. Además, When you wish upon a star, recibió el Oscar a mejor canción.

Te ha faltado decir de quién es la voz solista de la canción.

Iniciado por mad dog earle

Vista una curiosidad en la Filmoteca: Hace un millón de años (One Million B.C., 1940), dirigida por los Hal Roach, padre e hijo. Se trata de una producción de los Hal Roach Studios, que inicialmente tenía a D.W.Griffith como productor (algún comentario lo sitúa también como director), pero este abandonó el proyecto por desavenencias con Roach. Seguramente todos tenemos en mente la producción de la Hammer con Raquel Welch,



dirigida por Don Chaffey, Hace un millón de años, y con efectos especiales de Ray Harryhausen, que de hecho es un remake de esta versión en blanco y negro.

La película nos narra, puesto en boca de un antropólogo que está estudiando unas pinturas rupestres en una cueva, los conflictos entre la tribu de los “rocks”, cazadores brutales entre los que impera la ley del más fuerte (inicialmente, Akhoba, Lon Chaney Jr.),



con los “shells”, pescadores y recolectores, que han formado una idílica sociedad de comunismo primitivo, donde todo es de todos. A esa tribu llega Tumak (Victor Mature, luciendo tipito), el hijo de Akhoba,



que ha dejado su tribu por diferencias con el padre. Poco a poco se integra en el seno de los “shells”, gracias en especial a Loana (Carole Landis, bella actriz que se suicidó con 29 años, después de una vida bastante agitada).



Un buen día, Tumak, seguido por Loana, vuelve a su tribu de origen, y allí se encuentra con que Akhoba ya no reina, puesto que una caída lo ha dejado casi inválido. Tumak se erige en el nuevo líder. De tanto en tanto, algún animal monstruoso los atacará (casi siempre reptiles que adquieren dimensiones gigantescas gracias a efectos ópticos, pero también pequeños dinosauros recreados por medios convencionales, o sea, un individuo con un disfraz, o incluso animales reales, elefantes, armadillos u otros convenientemente “tuneados”).




A pesar de lo primitivo de los efectos, comparados con la habilidad de Harryhausen y su técnica stop-motion o la abundancia de las actuales CGI, el resultado está bastante logrado, y el ritmo del film es ágil (se agradece que la película solo dure unos 80 minutos). Para poderla cerrar con una imagen integradora, después de una violenta erupción volcánica con ríos de lava, se las ingenian para que un niño pierda a su madre y así, sin los preceptivos pasos previos imprescindibles , Tumak y Loana, con el niño de la mano, pueden regalarnos una idílica estampa final de familia unida y feliz. Al parecer, aunque ahora cueste creerlo, la película fue todo un bombazo de taquilla en su momento, y obtuvo dos nominaciones al Oscar. Vista hoy en día, es una curiosidad disfrutable, que permite descubrir una actriz que hubiera podido tener mucho futuro y ver a un actor, en el que fue casi su debut, que si lo tuvo, aunque nunca fue uno de los grandes y con los años el tipito lo fuera perdiendo.

Esta primera versión la vi hace muchísimos años en la televisión portuguesa, no estuvo mal, recuerdo que tenía un prólogo donde los protagonistas estaban en un museo en la época actual (1940)... pero prefiero mil veces la versión de la Hammer, con sus dinosaurios made in Harryhaussen, su technicolor, sus paisajes canarios y a Raquel Welch of course...

Revisada El graduado, que ví hace muchos años, y de la que no recordaba más que las cancioncitas de Simon & Garfunkel, la famosa escena de la pienna de Anne Bancroft en alto con la media y la cara de atontolinao de un jovencísimo Dustin Hoffmann, claramente precursor de actores como Gabino Diego en El rey pasmado.

Ambientada en uno de esos suburbios finos de las ciudades de provincias americanas (hay qué ver lo que daban de sí en el cine de la época para contar historias un tanto chungas -me viene a la cabeza El nadador, que comenté no hace demasiado), y con una fotografía muy estilizada y unos sorprendentes encuadres y movimientos de cámara (estoy segura de que en 1967 parecía muy moderna, y lo sigue pareciendo) nos van a contar la historia de un jovencito, Ben (Hoffmann), de clase media-alta, que vuelve a su casa para pasar unas vacaciones tras estudiar. Su familia está encantada porque el chico promete (es un estudiante excelente, buen deportista)... pero él parece el menos contento de todos. Adivinamos a un chico raro e inadaptado, insatisfecho ya desde esa primera escena en que lo vemos sentado delante de una pecera en cuyo interior hay un muñequito de un submarinista... escena que luego se repetirá al natural, con Ben en la piscina de la casa, reemplazando al muñequito de la pecera (¿se está ahogando? ¿se siente incapaz de comunicarse con el mundo exterior..?).



Lo cierto es que la película toda tiene un tono muy raro, que alterna escenas casi de comedia absurda con otros de angustia, y casi de terror. En la fiesta que se celebra en su casa aparece la Sra. Robinson, la madura, pero aún atractiva esposa del socio de su padre, y casi desde el primer momento se insinúa descaradamente a Ben, que no sabe o no quiere resistir sus avances. La mujer ésta, que es alcohólica, dice ella misma, tiene una hija -Eleaine- de la edad de Ben estudiando fuera y evidentemente se aburre mucho, es presentada de manera sutil y a la vez caricaturesca: lleva frecuentemente ropas con estampados animal print (que se dice ahora) y vive en una de esas casoplonas modernas (de los sesenta) imposibles con mucho verde, mucho helecho y mucha escultura de tipo primitivo. Evidentemente, es una especie de fiera enjaulada.



Qué le ha visto a Ben, por qué se ha encaprichado de él, es algo que el espectador no entiende ni se explica en ningún momento en la película (es bajito, feúcho y al menos, al principio, bastante atontado). Sin embargo, inician una relación casi de dependencia mutua basada en el sexo exclusivamente (él quiere hablar, pero ella sólo quiere apagar la luz) -clandestino y en hoteles, donde se alojan con nombres supuestos, a espaldas de las familias de ambos (la familia de la Sra. Robinson está en las nubes; la de Ben sospecha que se ve con una chica, pero no tiene ni idea de quién es). Por una conversación que un día mantienen Ben y la Robinson, sospechamos que puede ser algo más que una típica cuarentona solitaria y aburrida. Parece que se casó ya embarazada, que no quería a su marido, y que al casarse, abandonó sus estudios de arte. Una vida de sueños rotos e ilusiones perdidas frente al futuro prometedor de Ben, que desde que empezó la relación, descuida los estudios y anda vagando de un lado a otro.

Un día acierta a regresar la hija de los Robinson, y contra el parecer de su madre (de la Robinson, se entiende), e impulsado por su padre inicia una relación sentimental que no empieza con buen pie, pero que poco a poco se consolida. La Robinson monta en cólera y amenaza con destaparlo todo (por qué no quiere exactamente que tenga una relación con su hija es algo que nunca se llega a revelar ¿acaso ella y Ben son medio hermanos..?). La historia se complica con la aparición de un medio-novio de Elaine, Carl, con el cual los padres de ella llegan a forzar una boda.

Es una película muy rara ésta, y daría para hablar largo y tendido. Supongo que se puede ver en ella un anticipo de la revolución sexual; también una historia de maduración, de crecimiento personal, de la pérdida de la inocencia; como un correlato del sexo que Ben experimenta con la Robinson frente al amor más puro y romántico que siente por Elaine, quien parece comprenderle mejor y no quererle como un simple juguete sexual. La historia podía ser terriblemente sórdida, pero por momentos, como dije, se aproxima a la comedia absurda; además, las cancioncitas de Simon y Garfunkel (porque son básicamente éso, cancioncitas populares de aldea inglesa, o algo así) le dan a todo un aire extrañamente nostálgico y bucólico (estamos no sólo en pleno renacimiento del interés por la música barroca, sino también por el folk). No voy a comentar mucho más para no destriparla y porque a estas alturas ya casi me sangran los ojos .

Iniciado por mad dog earle

Te ha faltado decir de quién es la voz solista de la canción.

Pues sí. Cuando llevas razón, te la doy. Cuando no la llevas, también
Cliff Edwards, un artista todo-terreno. Músico, cantante, actor (incluso poniendo voces)...Fue muy famoso en los 20 y los 30 en Estados Unidos.
En PInocho, no solo cantaba ese When you wish upon a star (que alcanzó el número 10 de las listas de éxito de 1940), sino también puso voz al amigo del protagonista, o sea, Jiminy Cricket, más conocido como Pepito Grillo.



Pero la curiosidad no acaba ahí. Cliff Edwards, en 1929 tuvo un pelotazo musical con Singin in the rain (veintitrés años antes de que la popularizara de nuevo Gene Kelly). Fue número 1 aquel año en las listas de éxito y uno de los hits más populares aquel año. Por cierto, aparecía en el musical de la Metro "The Hollywood Revue of 1929".

Iniciado por Jane Olsen

Revisada El graduado, que ví hace muchos años, y de la que no recordaba más que las cancioncitas de Simon & Garfunkel, la famosa escena de la pienna de Anne Bancroft en alto con la media y la cara de atontolinao de un jovencísimo Dustin Hoffmann, claramente precursor de actores como Gabino Diego en El rey pasmado.

Ambientada en uno de esos suburbios finos de las ciudades de provincias americanas (hay qué ver lo que daban de sí en el cine de la época para contar historias un tanto chungas -me viene a la cabeza El nadador, que comenté no hace demasiado), y con una fotografía muy estilizada y unos sorprendentes encuadres y movimientos de cámara (estoy segura de que en 1967 parecía muy moderna, y lo sigue pareciendo) nos van a contar la historia de un jovencito, Ben (Hoffmann), de clase media-alta, que vuelve a su casa para pasar unas vacaciones tras estudiar. Su familia está encantada porque el chico promete (es un estudiante excelente, buen deportista)... pero él parece el menos contento de todos. Adivinamos a un chico raro e inadaptado, insatisfecho ya desde esa primera escena en que lo vemos sentado delante de una pecera en cuyo interior hay un muñequito de un submarinista... escena que luego se repetirá al natural, con Ben en la piscina de la casa, reemplazando al muñequito de la pecera (¿se está ahogando? ¿se siente incapaz de comunicarse con el mundo exterior..?).



Lo cierto es que la película toda tiene un tono muy raro, que alterna escenas casi de comedia absurda con otros de angustia, y casi de terror. En la fiesta que se celebra en su casa aparece la Sra. Robinson, la madura, pero aún atractiva esposa del socio de su padre, y casi desde el primer momento se insinúa descaradamente a Ben, que no sabe o no quiere resistir sus avances. La mujer ésta, que es alcohólica, dice ella misma, tiene una hija -Eleaine- de la edad de Ben estudiando fuera y evidentemente se aburre mucho, es presentada de manera sutil y a la vez caricaturesca: lleva frecuentemente ropas con estampados animal print (que se dice ahora) y vive en una de esas casoplonas modernas (de los sesenta) imposibles con mucho verde, mucho helecho y mucha escultura de tipo primitivo. Evidentemente, es una especie de fiera enjaulada.



Qué le ha visto a Ben, por qué se ha encaprichado de él, es algo que el espectador no entiende ni se explica en ningún momento en la película (es bajito, feúcho y al menos, al principio, bastante atontado). Sin embargo, inician una relación casi de dependencia mutua basada en el sexo exclusivamente (él quiere hablar, pero ella sólo quiere apagar la luz) -clandestino y en hoteles, donde se alojan con nombres supuestos, a espaldas de las familias de ambos (la familia de la Sra. Robinson está en las nubes; la de Ben sospecha que se ve con una chica, pero no tiene ni idea de quién es). Por una conversación que un día mantienen Ben y la Robinson, sospechamos que puede ser algo más que una típica cuarentona solitaria y aburrida. Parece que se casó ya embarazada, que no quería a su marido, y que al casarse, abandonó sus estudios de arte. Una vida de sueños rotos e ilusiones perdidas frente al futuro prometedor de Ben, que desde que empezó la relación, descuida los estudios y anda vagando de un lado a otro.

Un día acierta a regresar la hija de los Robinson, y contra el parecer de su madre (de la Robinson, se entiende), e impulsado por su padre inicia una relación sentimental que no empieza con buen pie, pero que poco a poco se consolida. La Robinson monta en cólera y amenaza con destaparlo todo (por qué no quiere exactamente que tenga una relación con su hija es algo que nunca se llega a revelar ¿acaso ella y Ben son medio hermanos..?). La historia se complica con la aparición de un medio-novio de Elaine, Carl, con el cual los padres de ella llegan a forzar una boda.

Es una película muy rara ésta, y daría para hablar largo y tendido. Supongo que se puede ver en ella un anticipo de la revolución sexual; también una historia de maduración, de crecimiento personal, de la pérdida de la inocencia; como un correlato del sexo que Ben experimenta con la Robinson frente al amor más puro y romántico que siente por Elaine, quien parece comprenderle mejor y no quererle como un simple juguete sexual. La historia podía ser terriblemente sórdida, pero por momentos, como dije, se aproxima a la comedia absurda; además, las cancioncitas de Simon y Garfunkel (porque son básicamente éso, cancioncitas populares de aldea inglesa, o algo así) le dan a todo un aire extrañamente nostálgico y bucólico (estamos no sólo en pleno renacimiento del interés por la música barroca, sino también por el folk). No voy a comentar mucho más para no destriparla y porque a estas alturas ya casi me sangran los ojos .

Ay, Jane, querida amiga, El graduado es una pelicula que ADORO. Probablemente está en mi top-10.
Me encanta todo. Incluso que Hoffman no sea, a priori, ese tipo del que se encapricharía una mayorcita. O quizá sí, por eso es un capricho. Ese tono del que hablas es perfecto. Se trata de un tono confuso, irregular, que va de un lado para otro, como la mente del protagonista. Y sí, soy generoso y perdono lo de cancioncitas. Esas maravillas de Simon y Garfunkel me trasladan a otra época y otro lugar. Y ya en serio, lo que más me gusta, es el aspecto desmitificador de un status "ideal" de vida.

Iniciado por Jane Olsen

Un día acierta a regresar la hija de los Robinson, y contra el parecer de su madre (de la Robinson, se entiende), e impulsado por su padre inicia una relación sentimental que no empieza con buen pie, pero que poco a poco se consolida. La Robinson monta en cólera y amenaza con destaparlo todo (por qué no quiere exactamente que tenga una relación con su hija es algo que nunca se llega a revelar ¿acaso ella y Ben son medio hermanos..?). La historia se complica con la aparición de un medio-novio de Elaine, Carl, con el cual los padres de ella llegan a forzar una boda.

Es una película muy rara ésta, y daría para hablar largo y tendido. Supongo que se puede ver en ella un anticipo de la revolución sexual; también una historia de maduración, de crecimiento personal, de la pérdida de la inocencia; como un correlato del sexo que Ben experimenta con la Robinson frente al amor más puro y romántico que siente por Elaine, quien parece comprenderle mejor y no quererle como un simple juguete sexual. La historia podía ser terriblemente sórdida, pero por momentos, como dije, se aproxima a la comedia absurda; además, las cancioncitas de Simon y Garfunkel (porque son básicamente éso, cancioncitas populares de aldea inglesa, o algo así) le dan a todo un aire extrañamente nostálgico y bucólico (estamos no sólo en pleno renacimiento del interés por la música barroca, sino también por el folk). No voy a comentar mucho más para no destriparla y porque a estas alturas ya casi me sangran los ojos .

A mí me gusta mucho El graduado. Es verdad que no es perfecta y tiene cosas raras, pero es muy disfrutable. Tiene un final mítico y significativo, pues me parece un canto a la lucha contra lo establecido.

Lo que dices, Jane, no es más que una muestra de la hipocresía. Yo creo que no quiere que tenga una relación con él porque no quiere alguien así para su princesita, aunque ella lo disfrute. También podría ser puros celos.

Es una película de la que guardo buen recuerdo, incluso de su banda sonora... xD

Aunque no lo creáis ... me ha gustado El graduado. Sí, también las cancioncitas de pueblo inglés . Lo malo es que no sé qué era lo que el cineasta quería decir exactamente o cuál era la intención que había detrás de esta historia.

Iniciado por cinefilototal

Esta primera versión la vi hace muchísimos años en la televisión portuguesa, no estuvo mal, recuerdo que tenía un prólogo donde los protagonistas estaban en un museo en la época actual (1940)... pero prefiero mil veces la versión de la Hammer, con sus dinosaurios made in Harryhaussen, su technicolor, sus paisajes canarios y a Raquel Welch of course...

No exactamente. Unos excursionistas de montaña (Mature con gorro tirolés o similar entre ellos) se refugian en una cueva. Allí encuentran un antropólogo o arqueólogo que está examinando unas pinturas rupestres, el cual les empieza a contar a los imprevistos visitantes la historia de los "rocks" y los "shells" como una forma de ilustrar cómo vivían los sapiens que relacionaron estas pinturas. Todo muy "creíble", pero en definitiva estamos en el terreno de la fantasía, no de la verosimilitud histórica.

Iniciado por tanis79

A mí me gusta mucho El graduado. Es verdad que no es perfecta y tiene cosas raras, pero es muy disfrutable. Tiene un final mítico y significativo, pues me parece un canto a la lucha contra lo establecido.

Lo que dices, Jane, no es más que una muestra de la hipocresía. Yo creo que no quiere que tenga una relación con él porque no quiere alguien así para su princesita, aunque ella lo disfrute. También podría ser puros celos.

Es una película de la que guardo buen recuerdo, incluso de su banda sonora... xD

Final mítico que bebe directamente de la "salvación del matrimonio equivocado en el último segundo" que ya aparecía en una vieja comedia de Harold Lloy: Girl Shy, uno de los mejores films del gafitas.

Mira que yo no he sido nunca un entusiasta de EL GRADUADO. Y creo además que ya le estoy cogiendo tirria a Dustin Hoffman...

Y en cuanto a la banda sonora, las canciones de Simon & Garfunkel (en realidad de Simon, dado que él compuso todas) se incorporaron al LP "Bookends" (3 de abril de 1968), sin duda uno de los mejores de su (breve) discografía aunque por desavenencias entre ellos la participación de Garfunkel es más bien escasa (sólo armonías vocales, ninguna canción como solista).



Imitando a The Beatles y su "Abbey Road" el dúo quiso acabar con un álbum que dejara un buen sabor de boca y con mayor participación de Art y de ahí surgió el mítico "Bridge Over Trouble Water" (26 de enero de 1970).



Aquí Alcaudón haciendo de tomaszapa.

No he visto El Graduado, no sabía yo que tenía "miga" esta película.Apuntada.

Iniciado por Alcaudón

Mira que yo no he sido nunca un entusiasta de EL GRADUADO. Y creo además que ya le estoy cogiendo tirria a Dustin Hoffman...

Y en cuanto a la banda sonora, las canciones de Simon & Garfunkel (en realidad de Simon, dado que él compuso todas) se incorporaron al LP "Bookends" (3 de abril de 1968), sin duda uno de los mejores de su (breve) discografía aunque por desavenencias entre ellos la participación de Garfunkel es más bien escasa (sólo armonías vocales, ninguna canción como solista).



Imitando a The Beatles y su "Abbey Road" el dúo quiso acabar con un álbum que dejara un buen sabor de boca y con mayor participación de Art y de ahí surgió el mítico "Bridge Over Trouble Water" (26 de enero de 1970).



Aquí Alcaudón haciendo de tomaszapa.

A mi me encantan todos los álbumes de Simon and Garfunkel. Al parecer, la cara B de Bookends era material no utilizado en El graduado. Me ha gustado lo de haciendo de tomaszapa

Iniciado por feliux

No he visto El Graduado, no sabía yo que tenía "miga" esta película.Apuntada.

Pues te va a gustar. A mi me encanta. Y yo sí adoro a Dustin Hoffman. tomaszapa haciendo de anti-Alcaudón

Iniciado por Jane Olsen

Aunque no lo creáis ... me ha gustado El graduado. Sí, también las cancioncitas de pueblo inglés . Lo malo es que no sé qué era lo que el cineasta quería decir exactamente o cuál era la intención que había detrás de esta historia.

En mi opinión, la intención es contar cómo el problema generacional es irresoluble. Benjamin es un joven insatisfecho, que desconoce él mismo los motivos para estarlo, y que en realidad, no quiere ni desea nada. Se trata de un conflicto frontal con sus padres, que representan a esos padres que hemos tenido muchos, convencionales y bienintencionados, y que pretenden que sus hijos se coloquen y sean algo en esta vida (estudia, consigue un buen trabajo, consigue una buena mujer y forma una familia, si trabajas duro tendrás tu recompensa...). Esto, a finales de los años 60 en América, se consideraba poco menos que anatema por las juventudes. No olvidemos que El graduado se inscribe en una de las épocas de mayor conflictividad política y social de los Estados Unidos en el siglo XX: finales de los 60, Vietnam, el movimiento hippie, la liberación sexual, escándalos políticos varios con el Watergate a la vuelta de la esquina, los conflictos estudiantiles, la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos... no es poca cosa, y creo que la película pretende representar a alguien inadaptado dentro de su propia generación, pero que tampoco quiere seguir el modelo de la generación anterior que representan sus padres.

Curiosamente, la historia parece decirnos que todos es cíclico,

Spoiler:

y yo siempre he pensado que, tras su fuga, Ben y Elaine no tardarán muchos años en convertirse en otro matrimonio convencional y aburrido, no muy diferente a como fueron la señora Robinson y su marido

Añado a lo dicho por Charles. El protagonista es alguien que desea equivocarse por sí mismo, cometer sus propios errores fruto de lo que desea hacer y no de lo que le aconsejen o le ordenen.
Está en ese punto existencial (que para algunos, puede ser una crisis), coincidiendo con el verano, que vemos que se alarga, en el que no sabe lo que hacer con su vida, pero sí sabe lo que no quiere, esto es, seguir un guión impuesto por sus padres, amistades de ellos, ..., sociedad en general.

Iniciado por feliux

No he visto El Graduado, no sabía yo que tenía "miga" esta película.Apuntada.

Hay además ahora edición reciente (2018) en BD:



https://www.amazon.es/El-graduado-Blu-ray-Dustin-Hoffman/dp/B0789G9LX6/ref=sr_1_1?__mk_es_ES=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3 %91&keywords=BLU-RAY+%2B+EL+GRADUADO&qid=1559308107&s=dvd&sr=1-1

Iniciado por Charles Lee Ra

En mi opinión, la intención es contar cómo el problema generacional es irresoluble. Benjamin es un joven insatisfecho, que desconoce él mismo los motivos para estarlo, y que en realidad, no quiere ni desea nada. Se trata de un conflicto frontal con sus padres, que representan a esos padres que hemos tenido muchos, convencionales y bienintencionados, y que pretenden que sus hijos se coloquen y sean algo en esta vida (estudia, consigue un buen trabajo, consigue una buena mujer y forma una familia, si trabajas duro tendrás tu recompensa...). Esto, a finales de los años 60 en América, se consideraba poco menos que anatema por las juventudes. No olvidemos que El graduado se inscribe en una de las épocas de mayor conflictividad política y social de los Estados Unidos en el siglo XX: finales de los 60, Vietnam, el movimiento hippie, la liberación sexual, escándalos políticos varios con el Watergate a la vuelta de la esquina, los conflictos estudiantiles, la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos... no es poca cosa, y creo que la película pretende representar a alguien inadaptado dentro de su propia generación, pero que tampoco quiere seguir el modelo de la generación anterior que representan sus padres.

Curiosamente, la historia parece decirnos que todos es cíclico,

Spoiler:

y yo siempre he pensado que, tras su fuga, Ben y Elaine no tardarán muchos años en convertirse en otro matrimonio convencional y aburrido, no muy diferente a como fueron la señora Robinson y su marido

No, si colocados están todo el día.

El spoiler tiene una conexión que aquella anécdota que narraba el detective Sam Spade en EL HALCÓN MALTÉS (tendrías que leer el libro los que no lo hayáis hecho para saber de qué hablo)...

... ¿o era Philip Marlowe?

Y volviendo al tema de los anacronismos (ciertamente brutales si mezclamos seres humanos - ni siquiera austrolopitecos - con dinosaurios) la Hammer completó la "trilogía" con otras dos películas, CUANDO LOS DINOSAURIOS DOMINABAN LA TIERRA (1970) de Val Guest (tal vez el mejor director con que contó la compañía detras de Terence Fisher) y CRIATURAS OLVIDADAS DEL MUNDO (1971) del mismo Don Chaffey que HACE UN MILLÓN DE AÑOS (y director, no nos olvidémos, de la mítica JASÓN Y LOS ARGONAUTAS (1963)).

Y no deja de tener gracia que el gran escritor británico J(ames) G(raham) Ballard (1930-2009) interviniera en el libreto de CUANDO LOS DINOSAURIOS...

Y dada la afición de los ejecutivos de la compañía por los artículos de fondo de las revistas Playboy y compañía mencionar de pasada (información obtenida de los archivos personales del compañero Alex Fletcher, erotómano consumado) que tanto Victoria Vetri como Julie Ege ocuparon las páginas (centrales) de dichas revistas.

(Eko)

Iniciado por Alcaudón

Hay además ahora edición reciente (2018) en BD:



https://www.amazon.es/El-graduado-Bl...7&s=dvd&sr=1-1

Edición que dio bastantes problemas, pues tenía microsaltos. Divisa, en un acto poco habitual (normalmente, pasan de las cagadas qeu cometen) hizo el reemplazo de discos. Finalmente, parece que incluso la versión rectificada tenía algún fallo al final de los títulos de créditos finales (como que se cortaban antes de tiempo).
En cualquier caso, tengo esta y la anterior de Studiocanal, o sea, Universal. Y también en dvd en varias ediciones:

Y ahora con vuestro permiso,