
Iniciado por
Charles Lee Ra
Estoy muy de acuerdo. Es irónico, pero cierto. La película "El poder de la sangre de Dracula" es atractiva e interesante... ¡hasta que aparece Dracula! Entonces se vuelve rutinaria y va aburriendo poco a poco. ¿Porque iba Dracula a molestarse en montar una venganza por el asesinato de su siervo, cuando hemos visto que para Dracula los humanos, servidores incluidos, son poco más que hormigas? ¿No tiene un vampiro centenario cosas mejores que hacer?
He de decir que defiendo las virtudes de un Ralph Bates que poseía el descaro adecuado, lleva el peso de la primera parte del film y lo eleva de la rutina, y que es para mí un gran Frankenstein en "El horror de Frankenstein", otra película de la etapa decadente que a título personal reivindico, al igual que aquí está magnífico como frío aristócrata con agenda oculta. Y sí, la película resulta deliciosa en el retrato social que hace de esos "caballeros" y cabezas de familia intachables, despóticos y disipados, que recuerdan a los personajes ricos y licenciosos de la obra del marqués De Sade.
También estoy de acuerdo con el compañero Alcaudón en la superioridad de "Drácula vuelve de la tumba", del magnífico director de fotografía y competente director Freddie Francis; fue una digna heredera de las obras maestras de Fisher, y lo que vino después, fue poco a poco más y más olvidable.
La Hammer fue recurriendo a enseñar carne y a excesos sanguinolientos, a vampiras voluptuosas de tendencias lésbicas, para mantenerse a flote, sin éxito. Es paradigmático ver que en 1973 sacaran productos descafeinados como "Los ritos satánicos de Dracula" (para el que esto escribe, la peor del ciclo y la que menos tiene que ver con Dracula propiamente dicho), ¡el año que estrenaron El exorcista! La Hammer, como le ocurrió antes a tantos otros, no supo ver lo que tenían a la vuelta de la esquina, adaptarse a las nuevas formas de hacer cine de terror que se avecinaban con El exorcista, La matanza de Texas... y es una pena, porque de 1973 es también la decadente, atmósferica y sangrienta "Frankenstein y el monstruo del infierno" que, si bien no alcanza las excelencias de los primeros títulos de la saga, es más que digna. Pero claro, Frankenstein hammeriano contó en casi todo el ciclo con el amigo Fisher tras las cámaras, mientras que Dracula corrió peor suerte.