Para aligerar el debate sobre
Lolita y volver a nuestra época, tres films “cosecha 2016”:
Animales nocturnos, de Tom Ford. Magnífico thriller angustiante de un director para mí desconocido. Una mujer bien situada socialmente, pero que pasa por una situación problemática en su matrimonio y tiene dificultades para dormir (excelente Amy Adams), recibe la novela que ha escrito su ex-marido, titulada como la película “Nocturnal Animals”. En ella se narra una historia de violencia, cuando un matrimonio con una hija adolescente que viaja por una carretera solitaria de Texas es asaltado por unos delincuentes. El marido (espléndido como siempre Jake Gyllenhaal) no puede evitar que se lleven a la mujer y a la hija. Después, con la ayuda de un policía local aquejado de cáncer (magnífico también Michael Shannon) intentará esclarecer los hechos. El film va alternando la visualización de la novela y las imágenes de la mujer que la lee, cada vez más perturbada por lo que acontece en la ficción. El final es especialmente cruel con ella. ¡Ah!, y atención a la apertura del film… de las que no se olvidan.
Paterson, de Jim Jarmusch. Último film de ficción de Jarmusch, al que le sigo la pista desde los 80. Parecía que últimamente había perdido algo el pulso, pero su documental sobre Iggy Pop,
Gimme Danger, y ahora esta peculiar comedia (¿o peculiar drama?) lo vuelven a poner arriba entre los directores interesantes. Se trata de una semana en la vida de un conductor de autobús, aficionado a escribir poesía, de la ciudad de Paterson en Nueva Jersey, que se llama casualmente Paterson (magnífico Adam Driver, actor que no tenía visto). Vive con una mujer (la iraní Golshifteh Farahani) obsesionada en decorar su casa con combinaciones de color blanco y negro, y frecuenta por las noches, cuando sale a pasear a su
bull dog, un bar amigable donde coincide con una pareja que mantienen una difícil relación amorosa que provocará algunos momentos graciosos. Tono minimalista y contemplativo, vemos durante la película sobreimpresionados en la pantalla los versos que va escribiendo Paterson. Seguro que a los admiradores de Jarmusch les va a gustar, pero me temo que no es una película para todos los públicos.
¡Ave, César!, de Joel y Ethan Cohen. Hace poco hablamos de los Coen y ya expuse que mi interés por ellos ha ido declinando con los años. En esta ocasión casi llegamos al punto cero, porque lo primero que pensé cuando acabó la película es: ¿esto era una comedia? Supongo que pretendía serlo, pero no exagero si digo que ni siquiera llegué a sonreír a lo largo de todo el metraje. Se trata de un film ambientado en el Hollywood de la época dorada, cuando dos extras secuestran a una supuesta estrella (George Clooney, vestido de romano, puesto que protagoniza un film llamado “Hail, Caesar!”) para conseguir a cambio un rescate de 100.000 dólares. El director de la productora, Josh Brolin, ha de resolver la situación, provocada por un grupo de guionistas comunistas que pretenden donar el dinero a la causa. La ambientación en el Hollywood dorado permite algunas recreaciones de films de la época (un musical, con Channing Tatum haciendo como de Gene Kelly; otro de sirenas, a lo Esther Williams, con Scarlett Johansson; un western con el
cowboy Alden Ehrenreich, que pasa a protagonizar una comedia sofisticada con resultados lamentables, etc.). Poco puedo añadir: decir que no me ha gustado es decir poco.
