Predators (Nimrod Antál, 2010).
Un buen comienzo y una primera media hora más que solvente, con la jungla y la música (se nota el intento de apoyarse en la nostalgia).
Y a partir de ahí, es todo cuesta abajo, las trampas, los bichos, el diseño de los Predators (de lo peor) y Laurence Fishburne, cuyo segmento es muy carituresco.
En fin, bien es cierto que iba con las expectativas muy bajas, pero esperaba que me sorprendiera. Ah, y Adrien Brody mejor de lo esperado.
Los Predators no acaban de encontrar el sitio que les corresponde en la industria actual.