Prisioneros (Prisoners, Denis Villeneuve, 2013): No la vi en cines, pero con el paso de los meses y los comentarios que iba leyendo por internet y diversas revistas, mi hype por este título fue subiendo exponencialmente, y la vi ayer en
BD.
¿Resultado? Para mí, uno de los mejores títulos USA del pasado 2013 y el mejor "thriller de asesinos" (si se me permite la expresión) desde Zodiac. Es verdad que no llega al nivel de perfección absoluta como Zodiac, sobre todo por una media hora final que baja del sobresaliente al notable alto por una sensación de atar cabos más rápido de lo que el tempo de la película requería, al menos en mi opinión.
Guión muy bien trabajado (salvo, como digo, la última media hora, en la que se va resolviendo la historia de forma un poco apresurada), desgranando detalles de cada personaje que van configurando y construyendo los personajes a través de su evolución durante una semana, que es el tiempo en el que se extiende la historia. Se agradece que no se den todos los detalles ultramasticados a los espectadores, que e confíe en su inteligencia a la hora de seguir y reconstruir la historia a la vez que los protagonistas de la historia.
Los últimos 5-10 minutos son de lo mejor que he visto en mucho tiempo en este género, de una tensión y resolución brutales. No sabes si el personaje de Keller se quedará atrapado y morirá o se salvará finalmente
(hay que recordar que Keller es un cabrón, que secuestra y apaliza sin compasión a un inocente). En el fondo, es un poco como Se7en, donde se puede decir que el "malo" gana ya que convierte a los padres (sobre todo Keller, más propenso a ello) en unos mostruos como ella
.
De levantarse y aplaudir el último minuto
con el silbato oyéndose de fondo y el detective tratando de centrarse para estar seguro si lo que está oyendo es lo que cree o se lo está imginando, con ese corte abrupto a negro tras la mirada de Loki al darse cuenta.
.
El trabajo actoral es muy, muy bueno, destacando por derecho propio el trío principal: el detective Loki (Gyllenhaal), Keller (Jackman) y Jones (Dano).
Gyllenhaal contruye su personaje a través de su físico: tics, forma de andar, tatuajes y la poca información que nos dan de él (solitario, taciturno, de infancia muy difícil) hace que tengamos ciertas dudas acerca de su ideonidad para resolver el caso.
Jackman sale muy airoso de un papel muy diferente a lo que nos tiene acostumbrado, y en el que sería muy fácil caer en la sobreactuación. Aunque la bordea en algunos momentos, no termina de caer en ese recurso fácil y se le ve esforzado y muy creíble en su papel.
Dano es un mostruo de la pantalla, y al igual que Gyllenhaal, construye su personaje en base a su físico, voz y mirada. Consigue sensaciones ambiguas en el espectador: temor y asco por lo que puede haber hecho, pero a la vez siempre tienes la duda de si realmente él es capaz de haber hecho de lo que le acusan.
Pero donde más destaca la cinta es en la puesta en escena y la planificación. La fotografía de Roger Deakins es, sencillamente, portentosa, tanto a nivel técnico, como artístico, consiguiendo imágenes hipnóticas por su belleza en medio de una historia tan negra y triste. De quitarse el sombrero.
El montaje (uno de los montadores es Joel Cox, habitual de Clint Eastwood) es otro de los puntos fuertes de la cinta, muy medido aunque no consigue solucionar ese apresuramiento del guión a la hora de atar todos los cabos al final.
En definitiva, un auténtico peliculón, rayando la obra maestra.
Vista en
BD en V.O. con subtítulos en inglés.