Ayer por la mañana me ví el
Giallo de
Dario Argento (una mala hora para este tipo de pelis: lo reconozco
) y, teniendo en cuenta que me esperaba
lo puto peor, he de reconocer que hasta llegué a pasar un buen rato
Está claro que la película es estereotipada e insustancial, alarmantemente mediocre y de un formalismo tan contenido que casi la acerca más a la tv que al cine... pero en su defensa he de decir que no llega a la hora y media, es medianamente entretenida y contiene la adecuada dosis de bizarría (
ese asesino, también interpretado por
Brody, con una máscara que parece sacada de
Muchachada nui
) como para que puedas llegar a disfrutarla... siempre y cuando te olvides de quien está detrás de las cámaras, por supuesto.
Y es que creo que es obvio que
Argento se tomó
Giallo como un vehículo para poder llegar a una audiencia más amplia de la que estaba acostumbrado (un poco a la manera de
Cronenberg y
Una historia de violencia) pero perdiendo por el camino absolutamente todo rastro del distintivo estilo que lo había convertido en una leyenda entre el aficionado al género: por otro lado, es paradójico que con ese título esta sea probablemente la obra
argentiana menos adherida al
giallo de toda su filmografía
En resumidas cuentas, esta peli resultó ser un fracaso por partida doble: no creo ni que gustara a los fans del director de
Rojo oscuro y, vista su poca resonancia en taquilla, tampoco al público que desconocía la existencia del trabajo previo de este hombre.
Y la verdad es que no me extraña: aunque a mí me resultó simpática,
Giallo es recomendable casi exclusivamente para fans masoquistas de
Argento, y para aquellos que quieran disfrutar de la belleza serena y madura de
Emmanuelle Seigner
Si no pertenecéis a ninguno de estos dos grupos, os aconsejo que os abstengáis