La película de El fantasma de la ópera es una muy correcta adaptación del musical. El casting me parece acertado y "todo es muy bonito". Bien es cierto que el mérito de esta película es emientemente técnico, porque sus canciones, argumento e incluso gran parte de la puesta en escena y concepto de vestuario es heredada del musical de Broadway.
Yo siempre he sido seguidor de este musical, así que me agradó muchísimo que por fin tuviera su versión cinematográfica y que fuera tan digna.
A Joel Schumacher habría que procesarle por las aventuras de Batman que dirigió, pero aquí hay que reconocer que sabe ser un director eficiente al servicio de la franquicia.