La casa de las muertas vivientes: Discreta pero no deleznable. Tiene algún tímido elemento propio del giallo, pero no puede considerase como tal. Los elementos sórdidos de la relación entre algunos personajes tienen cierto interés, pese a no estar muy bien desarrollado. Lástima que la versión española ampute alguna escena de cierta importancia (claro está, había un desnudo, no era permisible y como supongo que se olvidarían de rodar la misma escena con ropa pues fuera).
Latidos de pánico: Resultona. Se sigue con cierto interés, aunque ciertos elementos del guión, incluyendo alguna frase contundente que puede resultar incluso absurda, le hacen un flaco favor. Ni tan mal. Y añadido superfluo: Qué guapa Paquita Ondiviela.