Mi blog: www.criticodecine.es
En mi caso no serán unas gotas de vinagre sino un chorro de cordura...
¿De verdad os parecen poco creíbles la relaciones Stewart/Kelly en LA VENTANA INDISCRETA, Stewart/Novak en DE ENTRE LOS MUERTOS o Grant/Saint en CON LA MUERTE EN LOS TALONES, cuando todas ellas son cimas del mejor cine de todos los tiempos y, en buena medida, precisamente por la relación que se establece entre ellos?
Helena. Der Untergang Trojas (1924), de Manfred Noa
Sigo con la revisión de algunos films alemanes de la época silente, gracias a las ediciones en DVD del Filmmuseum de Múnich (lástima que no las editen de momento en BD). En esta ocasión se trata de una producción de la Münchener Lichtspielkunst AG (o EMELKA, acrónimo formado por las letras iniciales M, L, K), después conocida como Bavaria Film, que como su nombre indica operaba en la capital bávara, siendo la gran competidora alemana de la berlinesa UFA. Por ejemplo, en sus estudios rodó Alfred Hitchcock sus dos primeros films: The Pleasure Garden y la desaparecida The Mountain Eagle.
La película de Noa (1893-1930), un director hoy en día olvidado (a lo que ayudó que fuera de ascendencia judía, por lo que su obra se anonimizó durante el III Reich), parte de un tema central en la vida de la Grecia clásica: el rapto de Helena y el sitio de Troya. Aunque se cita como inspiración “La Ilíada” de Homero, el film va mucho más allá en el tratamiento argumental de lo que contiene el poema épico, tanto explicitando los antecedentes, como mostrando las consecuencias (el célebre episodio del caballo de Troya, ausente del poema de Homero).
En lugar de situarnos, como hace Homero, en los momentos finales del conflicto bélico entre Esparta y Troya, como consecuencia del rapto de la esposa del rey Menelao por parte de Paris, hijo del rey troyano Príamo, Noa (y su guionista, Hans Kyser, que colaboró con Murnau en Faust) arranca el relato con Paris cuando todavía vive en las montañas como si fuera hijo del pastor Agelao, el cual, a pesar de tener el encargo de Príamo de matarlo (como sacrificio para evitar que males futuros acaben con el reino), lo ha salvado y criado (algo que nos recuerda también la historia de Edipo). Cuando la diosa Eris conmina a Paris a elegir qué diosa merece el premio de la manzana de oro por ser la más bella, si Hera, Atenea o Afrodita, el joven elige a esta última, diosa del amor, que le ha prometido a cambio que conseguirá la mujer más hermosa, que obviamente será Helena, a la que encontrará en una isla donde se encuentra el santuario de Afrodita.
La película, que desarrolla todo el ciclo narrativo, hasta la caída final de Troya, se divide en dos partes: la primera, El rapto de Helena (Der Raub der Helena), de 100’ de duración; la segunda, La destrucción de Troya (Die Zerstörung Trojas), de 119’. Noa filma todos los acontecimientos con un gran alarde de espectacularidad, recurriendo a enormes decorados, numerosísimos extras (la inflación galopante de la época lo permitía) y grandes movimientos de masas.
Se avanza, con ello, a películas hollywoodienses como el primer Ben Hur, de Fred Niblo (aquí también hay una carrera de carros, aunque no tan espectacular como la de Niblo), emparentándose con el despliegue que por las mismas fechas ofreció Fritz Lang con su díptico dedicado a la leyenda de los nibelungos, producido en los estudios de la UFA,.
Aunque personalmente creo que Lang consigue un resultado superior, Helena es un magnífico film, lleno de momentos esplendorosos y con un ritmo que hace cortas sus más de tres horas y media. El reparto se muestra compacto, aunque formado por actores hoy en día poco o nada conocidos. Los papeles principales recaen en la italiana Edy Darclea (Helena), el ruso Vladimir Gajdarov (Paris),
el forzudo italiano Carlo Aldini (Aquiles)
y el alemán Albert Steinrück (Príamo). Quizá a los languianos les resulte familiar el actor que interpreta a Héctor, Carl de Vogt, al que acabamos de ver en la película inaugural del ciclo que dedicamos a Lang: la primera entrega de Die Spinnen.
Una gran producción, un colossal de la época muda, un placer para amantes del cine silente. Y además en una magnífica copia, resultado, como casi siempre en estos casos, de un largo y laboriosísimo trabajo de reconstrucción a partir de varias copias dispersas por todo el mundo.
No se trata de discutir la calidad de los films (¿cómo hacerlo, al menos por mi parte, si citas tres películas que para mí son obras maestras indiscutibles, una de ellas mi película favorita, Vertigo?), sino si resulta chocante el emparejamiento, habitual en Hollywood (y no solo allí), entre actores masculinos maduritos (o más que maduros) y bellas y jóvenes actrices. Y eso a mí sí me resulta chocante, aunque no me impide gozar de títulos como los citados. Es como lo de lanzar a los brazos de un cincuentón John Wayne la veinteañera Elsa Martinelli en Hatari!.Como tantas otras cosas en el cine, las puedes aceptar (y en realidad te las sueles tragar, como la cuestión idiomática o la verosimilitud de las elipsis o los maquillajes o...), puesto que no deja de ser un juego narrativo, pero eso no quita que, ni que sea durante unos segundos, frunzas el ceño.
"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
Unas pinceladas sobre algunos de los últimos films que he visto:
Caído del cielo (Out of Blue, 1980), de Dennis Hopper
Interesante film de un outsider del mundo del cine, como fue Hopper, que recuerdo que tuvo una larga vida en su día en los cines “de arte y ensayo” y las sesiones golfas. Después de la revolucionaria Easy Rider y del fracaso de la conflictiva The Last Movie (film de 1971 que, premonitoriamente, estuvo a punto de convertir en realidad el título para su director), Hopper ofreció un film fresco y punzante sobre una chica punk (espléndida Linda Manz), adoradora de Elvis y de la música de Sex Pistols y compañía, cuyo padre (el propio Hopper) está en prisión cumpliendo condena por un accidente de tráfico, a causa del choque que protagonizó con el camión que conducía contra un autobús escolar, ocasionando la muerte de varios niños.
Alcohol, drogas, sexo, violencia, un coctel explosivo que, de manera inexorable, casi como si de una tragedia griega se tratara, acaba llevando la familia a la destrucción. Vista en una magnífica copia restaurada (con la participación de Chloë Sevigny en esa recuperación) emitida creo que por TCM. De fondo, una banda sonora donde Elvis Presley tiene un protagonismo especial, junto a una pieza compuesta para el film por Neil Young: “My My, Hey Hey”.
Jojo Rabbit (2019), de Taika Waititi
Me senté a verla con una cierta prevención, no acababa de ver clara la caracterización de Waititi como Hitler, en calidad de amigo invisible de Jojo, fanático seguidor de Führer. Pero lo cierto es que ese aspecto, al final, me parece lo menos interesante de la película, diría que totalmente prescindible. En cambio, nos encontramos con una historia llena de matices sobre un niño adoctrinado por el nazismo que, poco a poco, descubre la realidad del “otro”, encarnado en una chica judía que la madre de Jojo esconde en casa; experimenta la tragedia familiar, y vive el final de la guerra con la llegada de las tropas estadounidenses. Especial mención para la interpretación de los niños, excelentes: Roman Griffin Davis, como Jojo; Archie Yates, como Yorki; y la joven Thomasin McKenzie, como la judía Elsa. Junto a ellos, Scarlett Johansson interpreta la madre de Jojo y Sam Rockwell es un militar dedicado a adiestrar a los jóvenes hitlerianos.
Como curiosidad musical, suenan en la banda sonora varias canciones en versión alemana, interpretadas por sus propios creadores anglosajones. Así, “Komm, gib mir deine Hand”, de The Beatles (versión germana de “I Wanna Hold Your Hand”; “Mama”, de Roy Orbison, y “Helden”, de David Bowie (“Heroes” vertida al alemán). Mientras la de The Beatles abre el film acompañando un montaje de imágenes documentales que nos muestran las enfervorizadas masas alemanas saludando brazo en alto,Spoiler:
Última edición por mad dog earle; 24/02/2021 a las 15:32
Lo sé, lo sé. Tengo casos cercanos con diferencias de más de 20 años. Yo mismo me llevo bastantes años con mi pareja, no es algo nuevo, ni que no pase en la vida "real". Pero la cuestión no son los casos aislados, es la tendencia, muy habitual, que se daba en el cine de Hollywood, y que provocaba combinaciones un tanto chocantes.
Por la comparación de ¨a pleno sol¨, y por otro motivo, que no hago para no hacer spoiler, me vuelvo a ver ¨El talento de mr. Ripley¨ de Minghella.
Una película sobresaliente. Al parecer el personaje de Highsmith se parece más al papel de Alain Delon. El salto hacia adelante de Minghella es de agradacer. Esa nueva manera de enfocar a Ripley para mí es un éxito absoluto. No se trata de justificar al personaje, lo que yo quiero ver es como el personaje se justifica a sí mismo.
Ciertamente, el film tiene un cambio de ritmo a mitad...Pero la segunda parte es incluso más interesante que la primera.
No es una obra maestra, hay, cierta falta de tersura, como por ejemplo en ¨Master and Comander¨(que se habló por aquí), que...Es que es muy difícil. Solo un Spielberg, quizas un Brian de Palma (que muy inspirado pudiera dar incluso una vueltita más), hubieran podido darle a estas películas ese plus, que están pidieindo a gritos....
Justo es la que revisé anoche e iba a comentar eso mismo en mi tocho: no es ya la diferencia de edad (+50 Grant, ni los 30 la Kelly) sino que son los 50 de entonces, y se ve... Se ve.
En Ariane, por ejemplo, funciona porque ese es el leitmotiv, la jovencita e inocente (aunque se vende como una ligona con un CV inacabable) y el -muy- maduro y tal. Y eso que en ese caso el contraste es aún más claro, por las particularidades físicas de la Hepburn y las de un cascado ya Cooper (murió poco después) que encima, sino recuerdo mal, Wilder tuvo que rodar de cierta forma para que no se viera tanto la edad.
Bottom line is, even if you see 'em coming, you're not ready
for the big moments.No one asks for their life to change, not really. But it
does.So what are we, helpless? Puppets? No. The big moments are
gonna come. You can't help that. It's what you do afterwards that
counts. That's when you find out who you are. You'll see what I mean.
Whistler (Buffy The Vampire Slayer - 2x21 Becoming, Part One - Joss Whedon)
Toda la razón. Acabo de comprobarlo.
Era cierto cuando decías que no nos estábamos entendiendo: al pensar que toda la película era un “falso” plano secuencia, creía que decías que los cortes que pretendían disimularlo tenían que tratarse como diferentes planos secuencia, pero no, lo que hay son evidentes cortes de montaje que rompen el que creía yo que era el pretendido “plano secuencia”.
Muchas gracias por indicarme los tiempos.
"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
Ojo, Synch. Creo que los "50 de ahora" que describes en un post anterior solo se dan en individuos urbanitas de clase media-media alta, residentes en ciudades con marcado carácter cosmopolita. Pero si nos salimos de ahí, al menos en España, diría que el 99% de la gente de esa franja de edad tiene (¿tenemos? ) un físico más cercano a los "50 de antes".
Última edición por Branagh/Doyle; 24/02/2021 a las 17:19
"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
Cierto, cierto. Mi punto es que hoy en día esas obvias diferencias de entonces se han reducido por distinto motivo y aunque pueda existir diferencia de edad (porque viva el amor y demás) (porque si algo como Emily in Paris sigue saliendo pues yo creo hasta en la cigueña) (y hasta en lo de lo de que el pan engorda), ya no será siempre tan obvio ese contraste entre los ejemplos aplicados (joder es que en el caso Stewart o Grant con la Kelly, es que hablamos de piel... Piel de señoraco ya veterano de 3 guerras vs un rayo de sol juvenil y futura realeza monegasca que llegó a parir a ese par de mitos de mi adolescencia )
Es que encima eso. Va y termina de Princesa de Monaco. Es la Arwen del mundo real
Bottom line is, even if you see 'em coming, you're not ready
for the big moments.No one asks for their life to change, not really. But it
does.So what are we, helpless? Puppets? No. The big moments are
gonna come. You can't help that. It's what you do afterwards that
counts. That's when you find out who you are. You'll see what I mean.
Whistler (Buffy The Vampire Slayer - 2x21 Becoming, Part One - Joss Whedon)
"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
Como decía antes ayer revisé la tercera y última colaboración entre Alfred Hitchcock y Garce Kelly, To Catch a Thief (1955) (en este caso hubo milagro y no hubo traducción patria en plan El gato de la Riviera o Amor en los tejados ) que no llega, netamente, al nivel de las dos anteriores (que Rear Window es mejor que Dial pero esta me mola un poco más) pero sigue siendo un gran film y además se beneficia, en lo formal, del rodaje y ambientación mediterránea/francesa en una zona que, quien la conozca, sabe que no tiene al mito: mola un huevo.
Destaca también el uso preciosista del color verde en, creo, 6 momentos del film. Un verde esmeralda precioso que le da un toque exótico, moderno, casi futurista, a la película: en la intro, en la gran escena en la habitación de Frances con los fuegos artificiales de fondo, poco después en un momento que no recuerdo bien, cuando John está vigilando la villa y finalmente antes y después de la fiesta de disfraces.
A Grant le sienta de muerte el papel debido a que, con esa presencia (en serio: cuando lleva traje es el proto Bon perfecto, y su forma física es de lotería genética siendo esto 1955), ese morenazo que lleva (rozando ya lo mulato), de retirado ladrón ue bien-vive en el sur de Francia, y ese gesto perpetuo de cachondeo (ojo a la cara que pone, casi rompiendo cuarta pared, cuando Frances le besa ) (claro que si la Kelly te besa pues debe ser complicado no entrar en coma o algo así), todo cuadra en ese papel de vividor aunque el personaje podría tener mejores diálogos (ahí ya debemos mirar al guión; esto en manos de Wilder podría haber sido mmm Pero en North by Northwest ya vemos lo que ocurre con Grant + diálogos ágiles y divertidos, es decir, oro puro).
Su acento mezclado inglés-estadounidense le viene de perlas para confirmar, tal y como sospecha Frances, que de recién llegado de Oregon tiene poco.
Y la Kelly pues... Joder. Este es mi papel favorito de los tres que hizo con Hitchcock. En Dial está en un punto que me encanta, en Rear está mona y juvenil, irreal casi (esa era la idea) (ponerla al lado de Stewart ayudó a esa idea ) pero es que aquí se sale: le sienta muuuucho mejor ese rollo juguetón, sexy, malote, sensual. Su papel es 80% la forma en la que le habla a John, casi todas las réplicas llevan mucha mala leche (de la buena), en forma de ataque/seducción, que combinan con esa presencia que tiene.
Y ya que al final, junto a ese vestido dorado, lleve hasta sombra de ojos dorada pues... Apaga y vámonos todos a otra parte. A rezar o algo así. Viva Grace Kelly.
Ah, y el giro, de esos que en revisiones se ve que más o menos tiene sentido pero tampoco es un juego de guión perfecto (vamos, evidente no es del todo, pero siendo 1955 el público se esperaba poco que el copycat fuera una chica).
Chica que describen como teen, y ella y John a Frances como mujer... Y una tenía como 30 y la otra 25-26. ¡Viva Hollywood!
Edito: taaaal vez la persecución en coche (que nos lleva a una similar en Notorious: Grant de copiloto, Bergman y Kelly a lo Ayrton Senna, imagen acelerada, retro proyección, escenario climático guay con la Miami tropical y la Rivera francesa mediterranea) un poco larga. Pero luego comen pollo. Y en la cesta de Frances hay cerveza. Joder, que tia.
Edito 2: gran foto de Robert Burks, que además se llevó el Oscar.
Última edición por Synch; 26/02/2021 a las 19:10
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does.So what are we, helpless? Puppets? No. The big moments are
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counts. That's when you find out who you are. You'll see what I mean.
Whistler (Buffy The Vampire Slayer - 2x21 Becoming, Part One - Joss Whedon)
Bottom line is, even if you see 'em coming, you're not ready
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does.So what are we, helpless? Puppets? No. The big moments are
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Whistler (Buffy The Vampire Slayer - 2x21 Becoming, Part One - Joss Whedon)
Cary Grant siempre tuvo muy buen porte, pues llevaba los años mas que bien, en cambio te doy toda la razón con James Stewart, Ray Milland o Gary Cooper, creo que envejecieron a lo bestia, claro que antes no había los adelantos, ni cremas ni tratamientos de rejuvenecimiento que hay ahora.
Hablando de señores maduros, es cierto que Grant fue el que mejor envejeció en pantalla. Tenía tanta clase que te creías la capacidad de seducción de mujeres más jóvenes. Y ese moreno extremo de Atrapa a un ladrón le sienta de lujo. Seguramente, inspiró a Julio Iglesias.
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Existe una variante que puede funcionar en el caso de las parejas actor mayor-actriz joven: que sea élla quien vaya detrás de él por interés. Es lo que sucede en Charada o en La trampa, con Sean Connery y Catherine Z. Jones.
Muchos actores llegaban cascados a los 50 por fumadores o alcohólicos, los mismo con las actrices; ahora, lo que yo no encontraba de recibo ya en los años 60' era que para tener, supongamos como ejercicio de ficción, a una Carol Lynley veinteañera, envejezcamos todavía más a una Deborah Kerr para que parezca no sólo su madre sino casi su abuela, con esos peinados recogidos y un vestuario sobrio que echaban 5-10 años de más.
Es el voyeurismo al que antes se refería tomaszapa en La ventana indiscreta. Alfred tiene la generosidad de hacernos pensar por una décima de segundo cómo nos sentiríamos ante la presencia de Grace:
Que Cary Grant esté de espaldas no es casual; tú por un segundo eres ese maniquí.
PD: El tercer GIF de Atrapa a una ladrón, ese giro, ¡qué clase!, es tremendo.
Última edición por Otto+; 24/02/2021 a las 22:21
"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
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