Yo creo que la primera película en color de un director tuvo una especial significación en su obra.
Los pioneros fueron los directores clásicos de Hollywood (Mamoulian (1935), Hathaway (1936), Wellman (1937), Curtiz (1938), Ford (1939), Lang (1940), Lubitsch (1943)...) aunque coetáneos como Hawks (1948), Wilder (1948), Stevens (1953), Wyler (1956) o Capra (1959) fueron más renuentes.
Recientemente me compré el libro de Arséniev en el que se basa la película de Kurosawa y dada su escasa extensión me la leeré antes de (volver a) ver la película.
Yo me lo leí hace muchísimos años, precisamente para preparar una presentación que hice en un cineclub (la primera y la última) de Dersu Uzala, film que vi por primera vez una tarde del día de Navidad a finales de los 70. Como es habitual hay cosas en el libro que no aparecen en el film y viceversa. Por lo que recuerdo, el tono de Arséniev es más frío que el de Kurosawa, prima más lo aventurero, el relato de viajes, las cacerías, mientras que Kurosawa introduce pequeños pero significativos detalles o escenas que dotan de una dimensión más emotiva al film.
Es una película que he visto infinidad de veces. Ahora me he hecho con el BD de A Contracorriente, o sea que pronto habrá revisión. Cuando la comentes, ya aportaré mis impresiones, a ver cómo ha resistido el paso del tiempo (o cómo la veo hoy, muchos años después de la primera vez, en que era aún un adolescente).
Última edición por mad dog earle; 02/12/2020 a las 17:11
“Dersu Uzala” la habré visto 4 o 5 veces. Es maravillosa. Y espero volver a verla dentro de poco.
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Zombi Child
Peli situada en 2 epocas.
Haití años 60 y Paris 2010s.Trama que puede llevar a confusión una vez más...no pertenece a la zombilandia predominante en cartelera y demás.
Bonello parte del zombie oriundo y esclavo en tiempos coloniales.
Nos cuenta el caso de un señor convertido en zombie y desenterrado para llevarlo a las plantaciones junto a otros en su misma desdicha.
En paralelo la historia a dia de hoy de su nieta en un status privilegiado en Paris con su tía... sus padres desaparecidos lucharon contra la dictadura de Duvalier.
Entabla amistad con unas compis de cole especialmente con la romántica que sufre mal de amores.
Hay momentos que sí podrían encajar en una peli vudú rollo actual,afortunadamente duran poco.
El horror es la privacion de libertad y voluntad en toda la extensión.
Peli irregular,sugestiva y de hermosas vistas entrelazando la Francia laica y el Haití espiritual con más luces y sombras en común de lo que puede parecer a priori.Combo total:
6.6/10
Yo vi hace unos meses por el plus un trocito del comienzo de Zombi child y me aburrí soberanamente. Toda la parte, a oscuras, de noche o casi, de la plantación y el zombi y los compañeros, deambulando como él, trabajando a la fuerza y dirigidos por los tiranos de turno, me resultó tediosa. No está hecha para mí, seguro.
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Los rodajes de Fellini parece que eran todo un espectáculo. Puede que tan o más fascinantes que sus películas. Lástima que no se filmaran, aunque hay numerosos testimonios de ellos.
Enorme, Tino Casal. Artistazo completo, pues aparte de músico, le daba a la pintura y a la escultura, y lo hacía bastante bien. En casa, siempre gustó (mi hermana fue a dos conciertos suyos en el Tivoli World de Benalmádena, y entró al camerino para que le firmara). Yo pude verlo en uno de los conciertos, siendo niño y con los años me di cuenta de que había sido un privilegiado.
Me encanta desde el Billy Boy hasta el Eloise, y todo lo del medio, que fue mucho y muy bueno.
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Tino Casal: secretos de vida y muerte del artista excesivo
El hallazgo de un disco inédito del que el músico nunca habló reaviva el interés por un hombre que se fue de forma trágica entre un reguero de interrogantes
Era genial, sin duda. Ojito con las canciones halladas.
Y la otra Casal, Luz, tampoco salió nada mal.
Fundamentales para la historia pop-rock de este país.
Muchas gracias, mad dog Luz Casal (como se la conocía durante muchos años) es, para mí, la mejor artista femenina española de los 80 y 90. Voz, estilo, personalidad,...Algo raro en la música popular en este país, sobre todo entre las féminas del pop/rock.
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Muchas gracias, Otto. Se me había pasado este reportaje y la verdad es que lo he leído con total interés. Todo lo que rodeaba a Tino Casal me fascina, seguramente, por cercanía con mi hermana, que era fan absoluta de él. Da rabia que muriera tan joven, y de esa manera. Cuatro en un coche, y solo muere él. Como Juanito, el futbolista, o como Nino Bravo. El juego de las probabilidades en su peor expresión.
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¡Atención, esta reseña NO contiene spoilers!
Creo…
MANK (2020, ídem)
Estreno: 4 de diciembre de 2020 (EUA y España) a través de Netflix.
Dirigida por David Fincher.
Escrita por Jack Fincher.
Fotografiada por Erik Messerschmidt (en blanco y negro y Scope).
Musicalizada por Trent Reznor y Atticus Ross.
Protagonizada por Gary Oldman (Herman J. Mankiewicz), Amanda Seyfried (Marion Davies), Charles Dance (William Randolph Hearst), Lilly Collins (Rita Alexander), Arliss Howard (Louis B. Mayer), Tom Pelphrey (Joseph L. Mankiewicz), Sam Troughton (John Houseman), Ferdinand Kingsley (Irving Thalberg), Tuppence Middleton (Sara Mankiewicz), Tom Burke (Orson Welles), Joseph Cross (Charles Lederer), Jamie McShane (Shelley Metcalf), Toby Leonard Moore (David O. Selznick), Monika Gossmann (Fräulein Frieda).
En 28 años de carrera el director David Fincher (1962) únicamente ha dirigido 11 largometrajes.
El último, el espléndido GONE GIRL (2014, PERDIDA), me pareció de lejos la mejor película del año, especialmente por la presencia de dos mujeres en la misma, la guionista (y autora de la novela original) Gillian Flynn y la actriz Rosamund Pike.
Fincher, que empezó su carrera cinematográfica con la tercera entrega de la saga de Alien, la entonces denostada y ahora alabada ALIEN 3 (1992, ídem) gracias a la recuperación de buena parte del metraje original que fue descartado cuando se estrenó en salas comerciales, se ha convertido con el paso de los años en uno de los directores fundamentales del cine contemporáneo norteamericano y esto lo dice alguien que todavía no ha visto FIGHT CLUB (1999, EL CLUB DE LA LUCHA) o THE CURIOUS CASE OF BENJAMIN BUTTON (2008, EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON)…
Sin embargo, sólo por títulos como SE7EN (1995, SEVEN) – el thriller más influyente de las últimas décadas junto a – lógicamente - THE SILENCE OF THE LAMBS (1991, EL SILENCIO DE LOS CONDEROS) de Jonathan Demme -, PANIC ROOM (2002, LA HABITACIÓN DEL PÁNICO), ZODIAC (2007, ídem), THE SOCIAL NETWORK (2010, LA RED SOCIAL) y las antes mencionadas creo que dicha acreditación es del todo merecida.
Dado que la película se estrenó ayer a través de la plataforma de pago Netflix mi comentario será escueto y no revelará nada que impida disfrutar de esta, ya adelanto, magnífica película y donde destaca, además del excelente hacer del director y de todo su equipo técnico, el portentoso trabajo delante de las cámaras de Gary Oldman encarnado al hermano mayor del más famoso Joseph L. Mankiewicz.
La película se centra en la elaboración del guion de la película más famosa de todos los tiempos, CITIZEN KANE (1941, CIUDADANO KANE) de Orson Welles y está estructurada a base de flashbacks aunque la historia principal transcurre en 1940 que es cuando Welles le encargó a Mankiewicz el libreto de la que sería su ópera prima.
Lo que primero llama la atención es el hecho de que la película a pesar de estar rodada en blanco y negro, quizás para acercanos mejor sentimentalmente al cine de aquellos años, usa el formato Scope (2.20:1) inexistente en aquella época pero que al contrario de lo que podría parecer otorga una cualidad especial a la imagen (excepcional la labor tras las cámaras de Erik Messerschmidt), potenciada por la elegante puesta en escena de David Fincher.
Igualmente destaca la espléndida banda sonora de Trent Reznor y Atticus Ross que tiene el acierto de que aunque suene moderna nos recuerde poderosamente a la de las grandes producciones de la época.
Sólo decir que esta no es una película de Mankiewicz y de Welles, dado que este último tiene un papel secundario (aunque trascendental) en la trama.
Fincher se posiciona claramente del lado del primero seguramente porque ya desde su primer largometraje siempre intentó imponer su independencia creativa frente a los productores con los que trabajaba, como se puede apreciar por el hecho de que en la versión reconstruida (pero no asumida por el director) de ALIEN 3 se negó a participar en el audiocomentario de la misma, siendo la única de las cuatro películas (canónicas) de la saga que carece del mismo.
Aparte del desfile de personalidades cinematográficas del momento, con nombres tan importantes como el vicepresidente de la MGM, Louis B. Mayer, el también vicepresidente y jefe de producción de la MGM Irving Thalberg o el más poderoso de los productores independientes, David O. Selznick, Fincher (padre e hijo) centrarán la película en la relación especial que el guionista mantuvo con el magnate de la prensa William Randolph Hearst (1863-1951), un magnífico Charles Dance, y su primero amante y luego esposa Marion Davies (1897-1961), una también excelente y bellísima Amanda Seyfried (de la que hace relativamente poco comenté en este rincón la espléndida FIRST REFORMED (2017, EL REVERENDO (FIRST REFORMED)) de Paul Schrader).
E igualmente la relación que mantiene con su esposa, Sara (Tuppence Middleton) y con su secretaria, Rita (Lilly Collins), dos mujeres de fuerte personalidad, luchadoras infatigables e interpretadas por dos excelentes actrices.
Herman J. Mankiewicz (1897-1953) fue un ser imperfecto (¿y quién no lo es?), con una afición desmesurada por el alcohol que acabaría por llevarle a la tumba a la temprana edad de 55 años (edad que yo, por cierto, cumpliré en enero).
MANK habla de la dignidad y de la responsabilidad.
Y también de la amistad y del amor.
MANK es una película extraordinaria de un director al que yo, al menos, echaba mucho de menos.
Feliz tarde.
UNDER THE SILVER LAKE (2018, LO QUE ESCONDE SILVER LAKE)
Estreno: 15 de mayo de 2018 (Festival de Cannes); 28 de diciembre de 2018 (España); 19 de abril de 2019 (EUA).
Dirigida y escrita por David Robert Mitchell.
Fotografiada por Mike Gioulakis (en color y Scope).
Musicalizada por Disasterpeace.
Protagonizada por Andrew Garfield (Sam), Riley Keough (Sarah), Patrick Fischler (Comic Man).
Tenía pendiente el visionado de esta película del cineasta norteamericano David Robert Mitchell (1974) desde que salió en formato BD en nuestro país el 3 de mayo de 2019 y ello pese a haber disfrutado, y mucho, de su ópera prima, la excelente IT FOLLOWS (2014, ídem).
Mitchell forma parte de la nueva hornada de directores (y directoras) de cine fantástico y/o de terror, por etiquetarlos (incorrectamente) de alguna manera, junto a nombres como Drew Goddard (1975) (THE CABIN IN THE WOODS (2011, LA CABAÑA EN EL BOSQUE), BAD TIMES AT THE EL ROYALE (2018, MALOS TIEMPOS EN EL ROYALE)), Jennifer Kent (1969) (THE BABADOOK (2014, BABADOOK), THE NIGHTINGALE (2018) – pendiente de una rápida revisión gracias al entusiasta comentario de la compañera hannaben -), Robert Eggers (1983) (THE VVITCH: A NEW-ENGLAND FOLKTALE (2015, LA BRUJA: UNA LEYENDA DE NUEVA INGLATERRA), THE LIGHTHOUSE (2019, EL FARO)), Jordan Peele (1979) (GET OUR (2017, DÉJAME SALIR), US (2019, NOSOTROS)) o Ari Aster (1986) (HEREDITARY (2018, ídem), MIDSOMMAR (2019, ídem)) y que desde el cine más o menos independiente, si tal concepto se estila todavía, han proporcionado savia fresca al anquilosado panorama del cine norteamericano de género (sea cual sea este).
Todos ellos parten de fuentes previas, tanto literarias como cinematográficas y mezclan con desparpajo géneros (o subgéneros) con resultados, en líneas generales, francamente atractivos y, en algunos casos, hasta diría que ejemplares.
No sé si LO QUE ESCONDE SILVER LAKE se convertirá (si no lo es ya) en un clásico de culto (denominación que viene a ser una especie de cajón de sastre de lo más variopinto) pero lo cierto es que a mí, personalmente, me ha parecido una película magnífica, a ratos magistral e hipnótica, compleja y difícil de aprehender y cuyo visionado que se acerca a las 2 horas y 20 minutos se me ha pasado en un santiamén.
Como ya digo estoy lejos de haber entendido siquiera superficialmente el engranaje que con tanto cuidado ha diseñado Mitchell y que se basa en buena parte en dos sólidos pilares: un magnífico y laberíntico guion, acorde no sólo a la trastornada personalidad de su protagonista, Sam (un espléndido Andrew Garfield, que no sólo ha encarnado al penúltimo Spider-Man sino también al objetor de conciencia Desmond Doss en la magnífica (e incomprendida) HACKSAW RIDGE (2016, HASTA EL ÚLTIMO HOMBRE) de (¡horror!) Mel Gibson), sino también a todas las capas que envuelven a la trama y la magistral puesta en escena del director con un uso primoroso no sólo de la cámara (y donde destaca el uso del color y del formato en Scope) sino también de la banda sonora (tanto la música que la integra como los sonidos que la acompañan).
Aunque pueda parecer que los árboles no dejan ver el bosque y que la multitud de guiños hacia películas y/o lecturas clásicas (incluida la divertida escena en la que el protagonista hace añicos un ejemplar de The Amazing Spider-Man, que tiene una notable mala leche dado la relación del actor con el personaje de Marvel) puede sobresaturar nuestras retinas, en el fondo la trama es muy sencilla, si podamos las ramas y nos quedamos con el tronco desnudo del árbol.
Lo que viene a continuación es de mi propia cosecha y seguramente nadie de los presentes comparta mi opinión pero ahí va.
Para mí, LO QUE ESCONDE SILVER LAKE bien podría ser una versión postmodernista de DE ENTRE LOS MUERTOS (1958, VERTIGO) de Alfred Hitchcock mezclada con una lectura sesgada (tal y cómo se hizo en su época) de las letras de las canciones de The Beatles a partir de “Rubber Soul” (3 de diciembre de 1965) y la paranoia de los mensajes ocultos en sus canciones que llegó al paroxismo con la extendida creencia de la muerte de Paul McCartney en un accidente y su suplantación por un doble idéntico a él. (¡!).
Sam, al iqual que Scottie (James Stewart), se enamorará no tanto una mujer real sino una mujer soñada (allí Madeleine (Kim Novak), aquí Sarah (Riley Keough, nieta del mismísimo Elvis Presley)) y su desaparición provocará la obsesión del primero que tratará por todos los medios de encontrarla moviéndose en los ambientes irreales de la nocturna (y noctámbula) California (allí San Francisco, aquí Los Angeles)).
Y como en la obra maestra de Hitchcock el reencuentro de los protagonistas no será más que un mero espejismo.
La referencia a la música del cuarteto de Liverpool no es baladí puesto que Sam, que practica el sexo con fruición, no será capaz de llevarse a la cama a la hermosa Sarah, como en la canción “Norwegian Wood (This Bird Had Flown)” del mencionado “Rubber Soul”:
I once had a girl,
Or should I say
She once had me.
She showed me her room,
Isn't it good
Norwegian wood.
She asked me to stay
And she told me to sit anywhere,
So I looked around
And I noticed there wasn't a chair.
I sat on a rug,
Biding my time,
Drinking her wine.
We talked until two
And then she said,
"It's time for bed."
She told me she worked in the morning
And started to laugh,
I told her I didn't
And crawled off to sleep in the bath.
And when I awoke
I was alone;
This bird had flown.
So I lit a fire,
Isn't it good
Norwegian wood.
…
Una vez tuve una chica
¿O debería decir
Que ella me tuvo a mí?
Me enseñó su habitación
¿No está bien?
Madera noruega
Me pidió que me quedara
Me dijo que me sentara
Miré a mi alrededor
Y no vi ninguna silla
Me senté en la alfombra
Esperando mi suerte
Bebiendo su vino
Hablamos hasta las dos
Y entonces me dijo
“Es hora de irse a la cama”
Me dijo que trabajaba por la mañana
Y se echó a reir
Yo le dije que no trabajaba
Y me arrastré hasta el baño para dormir
Y cuando me desperté
Estaba solo
El pájaro había volado
Así que encendí un fuego
¿No está bien?
Madera noruega
[Traducción de Alberto Manzano, Madrid, Editorial Fundamentos, 1991]
A partir de entonces la mente desquiciada de Sam, firmemente apoyada en las creencias (supuestamente) paranoicas del personaje llamado “Comic Man” (Patrick Fischler), le hará deambular por toda la ciudad y sus alrededores intentado encontrar claves (o pistas) que le permitan reencontrarse con la joven.
En ese deambular nuestro protagonista se encontrará con toda una fauna humana, donde tienen especial importancia los personajes femeninos que bien podrían ser ensoñaciones del propio Sam, incapaz en muchas ocasiones de discriminar entre la realidad y la ficción, entre la vigilia y el sueño.
La (aparente) explicación final de la desaparición de la joven nos relaciona esta película con la magistral MIDSOMMAR de Ari Aster (una (inteligente) relectura del clásico THE WICKER MAN (1973) de Robin Hardy).
Y también con películas igualmente coetáneas como la fascinante (e incomprensiblemente minusvalorada) TAKE SHELTER (2011) de Jeff Nichols o THE INVITATION (2015, LA INVITACIÓN) de Karyn Kusama.
Evidentemente no es una película para todos los gustos.
A unos les parecerá pretenciosa y un galimatías sin sentido.
A otros les parecerá hipnótica y absorbente.
¿Adivináis a que grupo pertenezco yo?
Feliz tarde (bueno ya noche) y cuidaros.
Última edición por Alcaudón; 05/12/2020 a las 22:08
Dos estupendas reviews, Alcaudón. Le tengo muchas ganas a lo nuevo de Fincher. De hecho, esta semana he comprado un par de revistas para hacerme la boca agua. Pronto le hincaré el diente.
Y esa de Silver Lake, después de haberla apuntado y borrado de mi lista, volverá a ella, porque me da que me va a gustar mucho, pese a lo compleja que pueda resultar.
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Mi recomendación más entusiasta para ambas, querido amigo.
Y esta noche me veré para "el otro rincón" AL ESTE DEL EDÉN del inmarcesible (pese a lo que opinen algunos ) James Dean que murió el mismo año en que se estrenó esta obra maestra (que lo es) de Elia Kazan.