Samantha Eggar tiene un papel antológico en un magnífico film de David Cronenberg: The Brood, cuyo título español es el extraño Cromosoma 3.
Samantha Eggar tiene un papel antológico en un magnífico film de David Cronenberg: The Brood, cuyo título español es el extraño Cromosoma 3.
Z-O-M-B-I-E-S 2 (TV) (2020)......................... 6
Añadiendo a nuevos personajes, pero conservando la misma fórmula que la original.
Mi comentario:
Y aquí estamos de nuevo. Repitiendo la misma fórmula que en la cinta original estrenada hace dos años, en 2018, en el canal de Disney, pero en este caso, metiendo a un tercer grupo en discordia en la trama. Z-O-M-B-I-E-S 2 recupera a todos los personajes de la primera entrega, los humanos y los zombis, esta vez se llevan, más o menos bien, pero ahora llegan los licántropos a marear la perdiz. La pareja de adolescentes enamorados Addison (interpretada por Meg Donnelly) y Zed (interpretado por Milo Manheim) se va a poner en peligro por la llegada de un nuevo grupo que creará más de un problema a la ciudad y a la propia parejita. A los que les gustó la tv-movie Z-O-M-B-I-E-S, les digo que vayan de cabeza a ver esta segunda parte porque les gustará tanto o más y encima, con un final sorpresa que no me esperaba. Un final que te deja con ganas de más. Al mismo nivel que la primera, ya sea con un guión simple, con un humor bastante blanco (recordemos a qué público va destinado) y fácil de seguir, y que incluye una buenas y (¿por qué no?) pegadizas canciones para amenizar los menos de noventa minutos de metraje, unos diez minutos mnos que la original. Mi nota final es de 6/10.
DE “INSÓLITO ESPLENDOR”…
THE SHINING (1980, EL RESPLANDOR)
Rodaje: desde mayo de 1978 hasta abril de 1979.
Estreno: 23 de mayo de 1980 (EUA); 2 de octubre de 1980 (Reino Unido).
Dirigida, producida y coescrita por Stanley Kubrick.
Protagonizada por Jack Nicholson (Jack Torrance), Shelley Duvall (Wendy Torrance), Danny Lloyd (Danny) y Scatman Crothers (Halloran).
… A “DOCTOR SUEÑO”.
DOCTOR SLEEP (2019, DOCTOR SUEÑO)
Rodaje: desde septiembre hasta diciembre de 2018.
Estreno: 8 de noviembre de 2019 (EUA).
Dirigida, escrita y montada por Mike Flanagan.
Protagonizada por Evan McGregor (Dan Torrance), Rebecca Ferguson (Rose la Chistera) y Kyliegh Curran (Abra Stone).
…
Lo primero decir que he visto los montajes más largos de ambas películas (143 minutos en el caso de la versión norteamericana de EL RESPLANDOR y 180 minutos en el de la “versión del director” de DOCTOR SUEÑO).
En el caso de EL RESPLANDOR el último visionado de la misma lo tenía tan lejano que aunque he creído percibir escenas que o no aparecían en el montaje europeo o eran más cortas no me encuentro capacitado para establecer una comparativa entre ambas.
Desde luego esta modesta crónica no va de eso.
Lo segundo y aunque con ello me gane la ira de muchos cinéfilos que consideran a Stanley Kubrick (1928-1999) como uno de los mejores (o más personales) directores de la Historia del Cine (y en cierta medida puede que tengan razón) siempre he pensado que sus mejores películas (incluyendo las dos que hizo para el actor/productor Kirk Douglas (1916-2020), SENDEROS DE GLORIA (1957) y ESPARTACO (1960)) son las que van desde 1956 (ATRACO PERFECTO) hasta 1968 (2001: UNA ODISEA DEL ESPACIO).
De hecho, estoy convencido que desde 2001: UNA ODISEA DEL ESPACIO empezó el declive (relativo, por supuesto) del director neoyorquino, con obras a las que no ha sentado nada bien el paso del tiempo (LA NARANJA MECÁNICA (1971)); otras donde se confunde la belleza plástica de los encuadres y el uso de la luz y del color con el tedio más absoluto (BARRY LYNDON (1975)); o al contrario, donde la fluidez de la cámara y la percutante puesta en escena no ocultan lo vacío del entramado argumental (EL RESPLANDOR (1980)); o intentos de actualizar clásicos del cine de/sobre Vietnam como EL CAZADOR (1978) de Michael Cimino y APOCALYPSE NOW (1979/2001/2019) de Francis Ford Coppola (LA CHAQUETA METÁLICA (1987)) y, por supuesto, EYES WIDE SHUT (1999), única película de su director que pude disfrutar de su estreno en las salas comerciales y que no hace más que acentuar ese vacío existencial que parece presidir los últimos títulos del director que intentó conseguir la inmortalidad gracias al feto cósmico ideado por el escritor Arthur C. Clarke (1917-2008).
- De todas formas y antes de que nadie se ofenda también he de decir que estos últimos títulos de Kubrick a los que hago referencia, salvo el que hoy comento lógicamente, hace mucho que no los reviso por lo que mi apreciación tal vez será distinta en un futuro cercano. -
Fue precisamente el fracaso comercial (que no artístico, ahí nadie se lo discute) de BARRY LYNDON lo que hizo que Kubrick (que como Hitchcock eran dos autores que siempre se preocupaban por hacer películas personales pero que también tuviesen éxito entre el público) decidiera decantarse por una obra (aparentemente) menos ambiciosa pero basada en un superventas como era la novela de Stephen King (1947), publicada en 1977 y que en nuestro país se tituló inicialmente “Insólito esplendor” (Editorial Pomaire, 1978).
Establezcamos desde un principio que novela y película difieren completamente una de otra y de hecho a King nunca le gustó la película aun reconociendo el (innegable) talento del director y su marcada personalidad.
Para King el protagonista era Danny (un excelente Danny – ya es casualidad – Lloyd, de largo el mejor de los tres protagonistas de la película. Ya llegaremos a ello…) y el mal procedía del hotel (como pasaba en títulos capitales del género como LA CASA ENCANTADA (1959) de Shirley Jackson o LA CASA INFERNAL (1971) de Richard Matheson).
En cambio, para Kubrick el protagonista era su padre, Jack (un pasadísimo de rosca Jack – ostras, ya van dos casualidades – Nicholson) y la mansión encantada, o sea el Hotel Overlook, no era más que el catalizador que hacía que las frustraciones, la ira y el miedo del personaje se hicieran reales.
Ciertamente Stephen King no es un gran escritor. Creo que hasta sus más recalcitrantes seguidores lo admitirían, siquiera a regañadientes. Pero lo que sí es es un excelente narrador que sabe atrapar al lector desde la primera página del libro y que no te suelta hasta el final, al menos en sus primeras obras donde el escritor no necesitaba de tanta paja para rellenar el tamaño requerido por la editorial de turno.
Curiosamente EL RESPLANDOR, película, tiene ciertas concomitancias con 2001: UNA ODISEA DEL ESPACIO (repito, para mí, la última gran película de Kubrick y, de hecho, su obra cumbre) en el sentido de que el inicio de aquella, con esas subyugantes imágenes del recorrido en coche de Jack que acude a una entrevista de trabajo en el Hotel Overlook en las Montañas Rocosas, recuerda poderosamente al final de ésta, el viaje que realiza el astronauta Bowman “más allá del infinito”.
Y no sólo eso sino que la lujosa suite en la que aparece la cápsula espacial del citado Bowman es un claro precedente del igualmente lujoso Hotel Overlook.
Y si en 2001 y gracias a la colaboración con el escritor británico Kubrick intentó encontrar una solución racional a su atávico miedo a la muerte, parece que en EL RESPLANDOR prefirió decantarse por lo irracional y por la idea de la persistencia después de la muerte aunque fuese en la forma de una entidad maligna.
Y, por supuesto, el uso (entre otras) de la música de György Ligeti.
Si ciertamente ver EL RESPLANDOR doblado al castellano es una experiencia que no deseo ni al peor de mis enemigos (a pesar de ser el propio director el encargado de supervisar el doblaje en cada uno de los países donde se estrenaban sus obras) lo cierto es que el trabajo interpretativo tanto de Jack Nicholson como de Shelley Duvall me resulta no sólo francamente penoso sino incluso diría que hasta irritante.
Frente a ellos y como dique de contención, el pequeño Danny Lloyd se convierte en toda una revelación y en la auténtica estrella de la película.
Y sí la puesta en escena, gracias especialmente al espléndido trabajo con la Steadicam, es ciertamente antológica, con set pieces tan logradas como el recorrido en triciclo del pequeño Danny por el hotel o la famosa escena del ataque, hacha en mano, de Jack a Wendy en el baño y que nos retrotrae a ese lobo feroz de los cuentos de nuestra infancia. O por supuesto esa ominosa habitación n.º 237 donde tuvo lugar un crimen tan brutal que todavía sus ecos perviven.
Me gusta el uso de las reiteraciones por parte de Kubrick (y antes de King).
Jack escribe en su vieja máquina la misma (absurda) frase una y otra vez.
Danny repite en los estados en los que entra en trance la palabra “redrum” que si usamos un espejo vendría a ser “murder”, que quiere decir “asesinato”.
- Por cierto, un truco similar ya lo usó el mismísimo hijo del conde Drácula en un pequeño clásico como es SON OF DRACULA (1943) del gran (aunque no por entonces) Robert Siodmak, al autodenominarse “alucarD” que, obviamente, es “Drácula” a la inversa. -
Y el uso de los laberintos, tanto reales (como el que recorre el pequeño Danny perseguido por el que antes era su padre) como irreales (el conductor perfecto que encuentra la maldad que se cobija en el hotel para poder aflorar al exterior en la figura de Jack, el parricida).
Sin embargo, es una lástima que la poderosa (aunque intermitente) puesta en escena de Kubrick no encuentre el sustrato dramático suficiente como para que la propuesta se convierta en algo más que un simple ejercicio de virtuosismo técnico, todo lo bello y perfecto que se quiera, pero vacío en su esencia.
En este aspecto King le gana la partida claramente a Kubrick a la hora de perfilar la personalidad de cada uno de los protagonistas y no sólo eso sino que la conversión de Jack en el ogro no es tan brusca como se nos presenta en la película.
Kubrick, en cambio, apabulla donde más flojea King o sea en la creación de una atmósfera malsana que se va apoderando poco a poco de la narración hasta llegar a su catártico final, con un Jack congelado en el centro del laberinto (del real y del irreal – aunque no para él -) que también recuerda al final de otro clásico, en este caso el western ecológico THE LAST HUNT (1956) de Richard Brooks, donde el villano exterminador de bisontes encarnado por el bello Robert Taylor quedaba igualmente petrificado por el frío glacial del invierno.
…
Hablemos ahora un poco de DOCTOR SUEÑO de Mike Flanagan, uno de los más interesantes directores de cine fantástico y/o de terror de los últimos años, con títulos tan atractivos como OCULUS: EL ESPEJO DEL MAL (2013), HUSH (2016) o EL JUEGO DE GERALD (2017), este último igualmente basado en la novela homónima de Stephen King y los tres protagonizados por su esposa (y también guionista), la guapa Kate Siegel.
Si King, como antes decía, siempre mantuvo una relación de amor y de odio (más bien esto último) con la adaptación kubrickiana, en cambio se mostró complacido con el trabajo mucho más fiel de Flanagan con su continuación aunque para ello tuviera que comulgar con algunas piedras de molino, como es el hecho de las (ineludibles) referencias a la película original que incluyen la repetición de escenas y secuencias, algo ciertamente necesario para las nuevas generaciones que no hayan visto la versión de 1980 pero que denota igualmente la clara supremacía de Kubrick sobre Flanagan, del maestro sobre el aprendiz.
Si como decía en el comentario anterior para King el verdadero protagonista de la película debería haber sido Danny y no su padre, aquí al menos pudo resarcirse.
El ya adulto Dan (un como siempre excelente Ewan McGregor), avocado en un principio a seguir los pasos de su padre, un alcohólico con tendencias violentas (un trasunto del propio escritor, como él mismo ha reconocido en más de una ocasión) que, lógicamente pues estamos hablando de una continuación y además de una película mítica, como es EL RESPLANDOR, tendrá que enfrentarse a los fantasmas (reales/irreales, de nuevo la imagen especular) que todavía moran en el abandonado Hotel Overlook.
Y como McGregor encarnó al mismísimo Obi-Wan Kenobi en la (espantosa) segunda trilogía de “La guerra de las galaxias” qué mejor que convertirse aquí en mentor de la joven Abra (Kyliegh Curran), una afroamericana (estamos en tiempos de corrección política) en su lucha contra las fuerzas del mal.
Unas fuerzas del mal capitaneadas por Rose la Chistera (la bellísima Rebecca Ferguson), sin duda lo mejor de la función.
Lástima que dicho enfrentamiento se prolongue demasiado seguramente por el intento de King (y de Flanagan, que por cierto tiene nombre de villano de película del Oeste) de apartarse de la obra original y de esta forma dar entidad propia a la secuela pero que hace que el tramo final en el Hotel Overlook se vea severamente constreñido y eso que estoy hablando de la “versión del director” (obsérvese el uso de las comillas) de 3 horas.
Como es una película tan reciente no voy a entrar a comentar más sobre ella.
Haciendo un balance final sólo me queda indicar que EL RESPLANDOR y DOCTOR SUEÑO son dos películas completamente diferentes en el fondo (y lo que es peor) en la forma.
Y si bien Flanagan crea unos personajes más humanos y creíbles e incluso cuenta con una “villana con encanto” como es Rose la Chistera y su troupe, los momentos de terror, de auténtico terror, son mucho más contados.
En cambio, Kubrick falla por completo en la caracterización de los protagonistas (salvo en el caso de Danny) pero cubre ese vacío en base a una puesta en escena portentosa que, no obstante, no deja de ser pura pirotecnia.
Y si Kubrick con cada película de cada uno de los géneros que trató intentó conseguir la obra maestra que le permitiera pasar a la posteridad (y, en cierta forma, de alcanzar esa inmortalidad tan anhelada) y convirtió la buena (que lo es) novela de Stephen King en un clásico (in)contestable del cine fantástico, también demostró que nadie, ni siquiera él, era capaz de hacer un remedo en términos de experiencia visual (no verbal) de su magnum opus (léase 2001: UNA ODISEA DEL ESPACIO).
Feliz noche y os recuerdo que cualquier paquete sospecho que llegue a mi buzón será convenientemente revisado antes de su apertura.
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Última edición por Alcaudón; 15/06/2020 a las 00:55
Hay varios añadidos, algunos muy breves, otros más extensos, como una larga conversación entre Wendy y una psicóloga o asistenta social. Entre los añadidos, uno de los planos más ridículos de la obra de Kubrick: cuando Wendy entra en una de las estancias del Overlook llena de esqueletos polvorientos, digna del más petardo William Castle. En general, no creo que la versión larga aporte demasiado, me quedo con la europea.
Tanto como la ira, no, pero sí la discrepancia. Yo no aprecio ningún declive, otra cosa es que se pueda considerar 2001 su obra cumbre, pero todo lo que vino después sigue estando a un nivel muy alto. Es como decir que después de Vertigo (o incluso de Psycho) se aprecia un declive en Hitchcock, olvidando films como The Birds o Frenzy (o, para algunos, Marnie).
Ahí ya veo una discrepancia importante. No digo que Danny esté mal, no deja de ser un niño pequeño y en ese sentido da el tipo, pero personalmente nunca me ha entusiasmado su interpretación (o quizá debería decir su imagen). En cambio, creo que Nicholson está muy bien, pasado de rosca, pero como debe ser. Y sí, la Duvall irrita, pero nuevamente es algo que se ajusta a lo que se muestra en pantalla.
Es que la puesta en escena es la película, y no solo el uso revolucionario en su día de la Steadicam (en el momento de su estreno, los espectadores nos quedamos anonadados viendo la persecución de Danny por los pasillos), sino también del color, de los encuadres, y por supuesto del uso de la música (no solo de Ligeti, también de Penderecki o de Bartók, sin despreciar la composición inicial de Wendy Carlos).
Es que su esencia es ese formalismo. Con los años, cada vez me gusta más The Shining, la considero una de las mejores obras de Kubrick, al igual que me ocurre con Eyes Wide Shut (de visionado anual, se ha convertido en mi película navideña por excelencia).
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Última edición por mad dog earle; 15/06/2020 a las 10:16
A mí como me puede más el corazón que la cabeza prefiero ¡QUÉ BELLO ES VIVIR! de Frank Capra.
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Esa también.![]()
En cuanto a la Navidad (período que, reconozco, cada vez me gusta menos), Qué bello es vivir! es también mi clásico. La he puesto varias veces en la última década y siempre tiene esos momentos en los que se me escapa la lagrimilla. Stewart es que es una de mis debilidades,y lo sabéis.![]()
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En Kubrick opino más como mad dog. Creo que La naranja mecánica es un peliculón y para mi no ha perdido un ápice de su impacto. Es un sopapo en la cara, que me sigue doliendo.
Y respecto a El resplandor, hace ya tiempo que no la veo, pero creo también que Nicholson es necesario que esté pasado de rosca EN ESA PELÍCULA. Esa mezcla de terror y de risa (al menos a mí) involuntaria que crea me parece muy explosiva. Creo que Nicholson le aportó lo que le hacía falta al personaje, de su propia cosecha, y lo hizo inmortal.
Ahora bien, ya digo que eso mismo, que en El resplandor es una virtud, creo que se convirtió en una rémora en el futuro. Posteriormente, hizo grandísimos papeles, como el de mi adorada La fuerza del cariño, o Mejor imposible, por citar algunas. Pero hay otros papeles donde se pasa tres pueblos. Cayó en su propia trampa interpretativa, en mi opinión.
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No me pongas entre la espada y la pared, Alcaudón. Con La noche del cazador no se juega. Quien no guste de esa maravilla de Laughton (director), no merece ni respirar (me he pasado![]()
). A mí es el papel de Mitchum que más me gusta.
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Robert Mitchum es uno de los más grandes actores del Hollywood clásico.
A mí me gusta mucho en esta película de la que pocos se acuerdan con mi adorada Deborah Kerr (atentos al otro rincón...)...
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Baby Snakes (1979), de Frank Zappa
Guste o no (porque reconozco que no es para todos los paladares, a mí muchas veces su obra me deja un tanto perplejo), Zappa fue uno de los creadores vinculados al mundo del rock más originales, iconoclastas y experimentales, no conformándose en serlo en el terreno musical, sino también en el visual. Sus espectáculos iban mucho más allá de ver un grupo de músicos en el escenario tocando sus instrumentos y un cantante carismático, conviertiéndolos en auténticos shows contraculturales (cargados de ironía irreverente), de igual modo que su música mezclaba géneros, aproximándose a menudo a la música concreta de Varèse, Stockhausen, John Cage y compañía.
Entre sus trabajos cinematográficos destaca Baby Snakes, una mezcla de documental que incluye fragmentos de una actuación de 1977 en Nueva York, imágenes captadas en el backstage y, la parte más sorprendente, animaciones en stop motion realizadas por Bruce Bickford. El resultado, de casi tres horas de duración, es agotador y a la vez fascinante por momentos. No me atrevo a recomendar su visionado completo, a no ser que se sea un admirador de Zappa, pero sí al menos a darle un vistazo, Como muestra, dejo un fragmento donde se puede apreciar el trabajo de animación.
La película tuvo muchos problemas de distribución debido a su larga duración, y a que a finales de los 70 el estilo de Zappa no casaba ya demasiado bien con la música que imperaba en la época (en plena fiebre disco). No obstante, casi tres décadas después de su muerte, su legado sigue despertando el interés desde ámbitos muy diversos.
Yo nunca he sido seguidor de Zappa. Realmente, mi gusto musical ha ido siempre por caminos distintos. Para los curiosos, el pop, la música negra (soul, R & B...), y el rock que escuchaba de los 80, por citar lo más representativo. Con el tiempo me he abierto a otros frentes, entre ellos los estupendos cantautores en español.
en cualquier caso, lo que me llama mucho la atención de Zappa es la gran capacidad creativa que tenía. Era raro el año en que no sacaba dos o tres discos, y algunos, como 1979 o 1981, hasta cinco álbumes. Obviamente, la explicación es que Zappa, bajo sellos propios, con distintas denominaciones, fue sacando todo ese material
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Creo recordar que Zappa hizo una parodia del "Sgt. Pepper's" de The Beatles.
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Por si alguno se lo pregunta, no, no soy hijo de Frank ZappaMi padre es Ted Kramer
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Yo pienso que la cinematografía de Kubrick es precisamente su punto debil. Es muy simplona. Pero lo resuelve con la puesta en escena.
Veo mejor a Kubrick en su faceta de guionista y productor, que en su faceta propiamente de director....En ciertas propuestas de fotografía cinematográfica (la lente para ¨Barry Lyndon¨, ect...Las cosas archiconocidas por todos, vamos)...Pero yo le veo, realmente muy bueno, en el guión y sobretodo la producción.
Sus films en blanco y negro me parecen, sino no flojos, bien sin pasarnos, y es con 2001, donde se destapa. Luego, tiene sus films mejores y peores. Ciertamente,
¨La naranja...¨ se ha quedado muy antigua... tiene su cualidad de bizarrona cuando no era la intencionalidad...
¨La chaqueta metálica¨ directamente es mala. No tiene ahí nada que contar. Lo que sorprende es como tuvo el valor de sacarla con ¨Apocalipsis now¨ ya hecha...Si hay algo que me sorprende de ¨La chaqueta...¨ es eso mismo...Que no sé por qué la hizo...
El resto sí me gustan muchísimo. Precisamente, las más lúdicas.
Batman vs Robin: otro largometraje más del universo DC animado que veo y lo colocaría por la parte media de la tabla. Entretenida sin más, ahonda un poco en el choque de personalidades de Damian con Bruce pero no se puede rascar mucho más. Un villano que es una mezcla entre Deathstroke y Batman y se deja ver al tribunal de los buhos en más de una ocasión.
Lars and the real girl: había escuchado bastantes opiniones positivas sobre esta película, pero a mi no me ha parecido para tanto. Lo mas destacable son las actuaciones de Ryan Gosling y de la actriz que hace de su cuñada en el filme, pero en mi opinión el resto de la película no está al mismo nivel. Como comedia romantica alternativa puede tener un pase, visto así, quizá sea buena. Trata sobre un joven inadaptado que decide adquirir una muñeca de silicona y con la que comienza una relación, pero la película tras este shock inicial no termina de explotar.
Calles de fuego: es la segunda vez que la veo, hacía como unos veinte años que no había visto esta película. Tiene los clásicos cliches de las pelis de los 80, pero aún así me encanta. A destacar que todos los puñetazos suenan igual![]()
Valdor, tú esperabas entonces que explotara la muñeca!!Respeto tu opinión, pero la película da muchísimo de sí. No es solo lo que cambia la vida del personaje de Gosling sino al resto de la familia y del pueblo. Es un peliculón Lars y una chica de verdad. Y ya te digo yo que es para tanto. Y lo sabes.
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Si me hubieras preguntado después de ver de estreno Full Metal Jacket, hubiera estado de acuerdo contigo, salí del cine decepcionado, molesto. Pero reconozco que a fuerza de visionados, es un film que me parece bueno, quizá uno o dos escalones por debajo de los mejores de este período, pero aun así muy valuoso (y, curiosamente, cada vez me gusta más la segunda parte, quizá porque la primera, la del adiestramiento, ya lo da todo en un primer visionado).
Sobre A Clockwork Orange, yo creo que pretendió ser "bizarra" desde el primer momento (muy en la línea pop irreverente de la época), lo cual no le impidió tener un éxito brutal y ser sin duda su película más influyente desde 2001. Aunque es probable que algunos de sus componentes visuales hayan envejecido, me sigue pareciendo un muy buen film.
Cada uno tiene sus gustos con Kubrick.
También se ha comentado el uso de Ligeti en sus bandas sonoras...No olvidemos la Música Ricercata de Eyes Wide Shut.
Yo comenté el uso de la música de Ligeti porque aparece tanto en 2001: UNA ODISEA DEL ESPACIO como en EL RESPLANDOR.
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