Revisionando clásicos del cine:
"El hombre que mató a Liberty Valance" (1962)
Filme crepuscular, de innegable belleza y profunda de sentimientos; me encanta toda la parte del principio, ese fantasma de Tom Doniphon que acecha en el recuerdo de los protagonistas y que es completamente desconocido para el resto de habitantes..., inolvidable también su final.
No recordaba el gran papel de James Stewart en esta película, ciertamente eclipsa a John Wayne, y de que manera.
Me gustaron muchísimo las escenas de la cantina, y especialmente las de la cocina, (maravillosos: John Qualen, Jeannette Nolan, Vera Miles) vaya trajin se llevaban en esos tiempos, y menudos bistecs se comian...
, en algún momento me recordó a Jane Powell sirviendo mesas también en "Siete novias para siete hermanos"...
Nadie diría que el western empezaba a decaer en los años 60, aunque creo que esta película es mucho más que un simple western, es como un gran fresco de la historia de cualquier ciudad de Norte América, de la ley del mas fuerte, a golpe de pistolas a la ley escrita de las personas con estudios y educación, el progreso va dando pasos agigantados en todas partes.
"Horizontes lejanos" (1952)
Nuevamente con James Stewart, concretamentee 10 años antes de la anterior; este western en technicolor, es el ejemplo típico de porque fueron tan populares en su época y tambien en sus posteriores pases de tv. Anthony Mann da mucha importancia a los espacios abiertos, a la acción, a la lucha por la supervivencia, a la amistad y menos a los sentimientos de sus personajes femeninos, que los deja un poco de lado, aunque visionándola apenas te da tiempo a pensar en nada pues están disfrutando de puro cine años 50.
Parece mentira que un jovencillo Rock Hudson se convirtiera poco después en una gran estrella, aquí no pasa de ser un secundario con poco diálogo y muy poca garra, mas bien ninguna, cualquiera de los otros villanos se los come con patatas.
"El coleccionista" (1965)
Siendo William Wyler uno de mis directores favoritos, era cuestión de tiempo que completara su filmografía con este título, del que no recordaba gran cosa, y cuyo final me impactó en su momento (que no comentaré para no hacer spoilers).
Historia durilla, de temática delicada que Wyler maneja con gran maestría, como solía hacerlo; además desde el principo va al grano, y en absoluto se hace pesada o reiterativa, al contrario, se apoya en la gran interpretación y talento de sus dos principales actores: Terence Stamp y Samantha Eggar, no sé cual me gusta más de los dos, ambos están perfectos en sus roles.
Como digo su final no es el típico moralizante de la época, va mucho mas allá, ignoro si es igual al de la novela (de John Fowles) que adapta.