Trois couleurs: Bleu Krzysztof Kieslowski, 1993
Spoilers
Preciosa y triste película llena de silencios que, aunque sea un tópico, dicen más que muchos diálogos.
Se cuenta el dolor de una mujer que pierde su familia, su forma de afrontarlo, aparentemente fría y queriendo distanciarse de todo, pero con momentos que recuerdan su sufrimiento, como cuando come compulsivamente la piruleta de su hija muerta o cuando llama inmediatamente después a alguien para tener sexo y no sentirse sola.
Llena de detalles acertados como que la música suene cada vez que sale una partitura en pantalla, como si se leyese en la cabeza del espectador (y se esfuma grotescamente cuando esa partitura se destruye), detalles que nos llevan a las otras dos películas de la trilogía de los colores, simbologías como sumergirse en la enorme y siempre vacía piscina azul cuando Binoche está triste...
Buen final, durante toda la película vemos a la protagonista deshaciendose de sus recuerdos, intentando hacer tábula rasa y sin poder llorar, para finalmente verla aceptando cosas que no sabía, quedándose con cosas y por fin pudiendo llorar.