Hace unos días tocamos el tema "Doc Holliday" y lo adecuado o no de varios de los actores que lo han encarnado: Victor Mature, Kirk Douglas, Arthur Kennedy, Stacy Keach, Jason Robards. Pues bien, me he decidido por un doblete sobre los Earp, los Clanton y el "bueno" de Doc.
Duelo a muerte en OK Corral (el título original es simplemente
Doc), de Frank Perry (conocido sobre todo por
El nadador). Visión muy crepuscular de la leyenda del enfrentamiento entre los Earp y los Clanton. Aquí Wyatt es un pájaro de cuidado (interpretado por Harris Yulin) que pretende controlar Tombstone, sin importarle demasiado cómo. Doc (Stacy Keach) es un viejo colega que llega para ayudarle a meter en cintura a los Clanton y, como premio, controlar el juego de la ciudad, cada vez más próspera. Pero Doc va un poco por libre, se instala a vivir con una puta (Faye Dunaway), pero esta acaba rechazando las intenciones de Doc de iniciar una vida conservadora (los setenta son años en que las prostitutas, las
honky tonk women, suelen adquirir un cierto aire contestatario, subversivo, ante la moral burguesa). Al final, después de un sangriento enfrentamiento en el OK Corral, en que mueren los Clanton y uno de los Earp, Doc deja Tombstone y abandona a Wyatt.
En cambio,
La hora de las pistolas, de John Sturges, presenta este episodio de otra manera (con el temible rótulo inicial de basada en hechos reales, que ocurrieron tal como se presentan...
). Aquí la acción empieza con el duelo, donde solo muere un Clanton y un par de compinches. Todo parece un montaje del mayor de los Clanton, Ike (Robert Ryan, en un papel sumamente desaprovechado), para desacreditar a Wyatt (James Garner) y hacerse con el control de Tombstone. El guion, francamente confuso y un poco plomizo, va de juicios a tiroteos, de persecuciones a chapas de agentes de la ley que pasan de unos a otros. Cuesta entender el porqué de todo el follón, aunque la inquina entre Ike y Wyatt viene de lejos y se refuerza por la sed de venganza de Wyatt cuando asesinan a uno de sus hermanos y hieren de consideración al otro, ambas veces a traición. A todo esto, Doc, taciturno y como de vuelta de todo, va dando tumbos por el film sin demasiado sentido. Lo encarna Jason Robards, quizá el actor que más se acerca a lo que podemos imaginar sería el Doc real, tuberculoso y alcohólico (para esto último, Robards no debió de necesitar esforzarse demasiado), aunque parece demasiado viejo para el papel (pero en realidad solo tenía 45 años... muy mal llevados), ya que Doc tenía unos 30.
El problema es que esa relación tan crepuscular, como lo es el acercamiento a la leyenda entre Wyatt y Earp que lleva a cabo Sturges y el guionista Edward Anhalt, hubiera necesitado de dos actores con más química entre ellos, pero la pareja Garner-Robards no dan el tipo, al menos para mí. Al final, después de que Wyatt mate a Ike en México, dejamos a Robards en un sanatorio para tuberculosos y a Wyatt separándose de él con destino incierto.
No sé cuál de todas las aproximaciones al duelo del OK Corral y al enfrentamiento de los Earp y Doc Holliday con los Clanton se aproxima más a la realidad, pero como diría John Ford, "this is the West. When the legend becomes fact, print the legend". Me quedo con la visión legendaria de
My Darling Clementine.