Volviendo al Viyi, un buen amigo me dice que Robert Rodriguez copió (un poquito mucho) del film ruso los bichejos para su "Abierto hasta el amanecer".
Volviendo al Viyi, un buen amigo me dice que Robert Rodriguez copió (un poquito mucho) del film ruso los bichejos para su "Abierto hasta el amanecer".
Walking On Sunshine
Musical sobre una chica que va de vacaciones a España donde se entera que su ex se va a casar con su hermana.
Penoso intento de copiar el éxito de (la ya de por sí bastante penosa) "Mama Mia" con el menor esfuerzo posible, hasta el punto de parecer mockbuster. Mejor evitenla, si pueden.
"D'Agostino"
Un hombre va a conocer una casa que heredó en Santorini, donde descubre a un hombre en estado feral escondido ahí.
Película de temática ¿gay? (énfasis en los signos de interrogación). A juzgar por la gran cantidad de panfleto turístico de relleno, asumo que asi fue como consiguió financiarse. La película no sabe como empezar ni, mucho menos, como terminar.
Le concedo que la parte central tiene sus puntos de curiosidad y morbo que despiertan el interés, pero no pasan de ser anécdotas que no alcanzarían ni para llenar un cortometraje.
Creo que es de esas películas que quieren disfrazar su incompetencia con la excusa de que son "de arte"
Hoy he visto las dos últimas películas de la tripulación original del Enterprise que me quedaban por ver. No las había visto nunca (a diferencia de las primeras 4, que las vi en mi infancia o adolescencia). He aprovechado para revisarlas todas, antes de meterme, por primera vez, con TNG.
Star Trek V: La última frontera, está considerada como una de las peores, sino la peor, película de la antigua tripulación. Y no puedo más que estar de acuerdo. El principio está bien, y empieza como debería empezar: el trío de colegas Kirk, Spock y el Dr. McCoy están haciendo una excursión campestre en la tierra, con todo lo que eso supone en la imaginería americana: asar malvaviscos, cantar canciones de campamento, hacer senderismo y dormir en sacos junto a una hoguera. Poco después se cancela su permiso para hacerles saber que alguien no identificado se ha hecho con el control de un planeta neutral, y deben ir para allá de inmediato.
El problema es que la trama de la película no deja de ser algo plana: Sybok, el villano vulcano, desea encontrar la conciencia y la sabiduría plena, en una palabra, hallar a Dios... y para ello tienen que cruzar una barrera que nadie jamás ha cruzado (y que da nombre al título de la película). Dirige William Shatner, y en mi opinión, lo hace bastante peor que Leonard Nimoy, que dirigió las dos anteriores.
En general, bastante torpona y pierde el interés a ratos.
Diferente es Star Trek VI: Aquel país desconocido. Dirigida por Nicholas Meyer (director de la que es, quizá, la mejor película de la franquicia, Star Trek II: La ira de Khan).
La película nos presenta una conferencia de paz entre los klingon (una raza belicosa y cargada de testosterona) y la Federación. El líder Klingon parece sinceramente dispuesto a ello, y el capitán Kirk es encomendado embajador, y maldita gracia le hace, ya que fueron los klingon los responsables de la muerte de su único hijo, por lo que alberga hacia esta raza unos enormes prejuicios. Poco después de una cena entre los humanos y los klingon, la nave klingon es atacada, aparentemente por la Enterprise, y el líder klingon es asesinado...
La película recupera la garra narrativa de la que carecía la anterior, y con un reparto bastante superior, consigue mantener el interés y el espíritu. Cierto es que su mayor lastre está en su origen: en 1991, la Unión Soviética cayó, dando fin a la Guerra fría y a hostilidades que a punto estuvieron de poner en jaque a nuestro planeta por entero. La película es una alegoría de lo ocurrido, con la Federación haciendo el papel del llamado "mundo libre" y los klingon, la URSS. La película está dedicada al creador de Star Trek, Gene Rodenberry.
Para mí, la saga de la tripulación original queda así:
-Star Trek, la película (8)
-Star Trek II La ira de Khan (9)
-Star Trek III En busca de Spock (7)
-Star Trek IV: Misión salvar la Tierra (6,5)
-Star Trek V: La última Frontera (5)
-Star Trek VI: Aquel país desconocido (6,5)
Pues hablando como hicisteis estos días, de mujeres vampiro ...
LEMORA, UN CUENTO SOBRENATURAL (1973) de Richard Blackburn
Cinta de chupasangres que discurre disonante entre las pretensiones de la historia y la pobreza de sus medios (o la torpeza tras la cámara ... esos burdos ralentíes). Estamos ante una fábula sobre la entrada al mundo adulto y el sexo, de una niña seudoadolescente, utilizando el vampirismo (o monstruo de turno) como medio alegórico. Algo como la posterior "En compañía de lobos (1984)" o la aun más parecida y anterior "Valerie y su semana de las maravillas (1970)". Años 30 del siglo pasado, el Sur Profundo de USA. La "inocente" chica en cuestión, en vago Complejo de Electra (sería curioso un listado de Edipos fílmicos, centrado en los calenturientos niñ@s) sale en busca de su desaparecido y malvado padre (un gangster), aunque ya antes hemos percibido que ella y el sacerdote local (interpretado por el propio Blackburn, el director) sienten su atracción (el "giro" final de la peli vuelve sobre esto). Ella canta virginal en la Iglesia y el hipócrita párroco suelta sus vehementes imprecaciones contra la maldad del mundo, por las calles vemos a la gente demostrando sus vilezas morales y obsesión sexual fijando sus ojillos en la chiquita, el pueblo de llegada se llama Astaroth, evocando no casualmente a Diosas de la Fertilidad ... (nos quieren dejar claro el mensaje de la peli). Cuando cree dar con su padre, en medio de los bosques (fotografía muy artificiosa colorista low-cost, con especial énfasis en los azulones: quien haya visto "Trampa mortal (1977)" de Tobe Hooper, puede hacerse una idea, Robert Caramico fue el director de fotografía de ambas) encuentra a una madura vampira (Leslie Gilb, actriz la única buena en todo el reparto, hombre o mujer), de tintes lésbicos y que comanda una especie de legión de hombres-monstruos (incluido niñ@s), que asemejan criaturas del Doctor Moreau. Seguimos por ahí, tiras y aflojas entre ambas el resto del metraje, que acaba "del lado" que se puede imaginar uno.
Película curiosa aunque fallida.
Última edición por Frank Zito; 18/02/2018 a las 19:06
Tomo nota...
Revisada L’Atlantide, gran producción de 1921 de Jacques Feyder, basada en la popular novela de Pierre Benoit del mismo título. Se trata de un film de aventuras en paraísos perdidos, en reinos escondidos del mundo, un poco en la línea de las narraciones de Henry Ride Haggard (“She”, “Las minas del rey Salomón”). En este caso se trata de la civilización de la Atlantida de la que se hablaba en el “Critias” de Platón, en su día una isla en medio de un mar situado en el actual Sahara. Desecadas las aguas, subsiste en un oasis encerrado dentro del macizo de Hoggar, en el sur argelino. Allí reina la cruel Antinea (Stacia Napierkowska) que se dedica a atrapar militares franceses (se supone que solo oficiales) a los que tiraniza con su belleza y esclaviza como amantes forzados, incapaces de resistirse o de huir y acaban muriendo, como juguetes rotos. La historia que se narra en el film, en forma de larguísimo flashback, es la del capitán Morhange, hombre de firmes creencias religiosas, que no cae subyugado por Antinea, sino que es ella la que se enamora de él (que iba a ser la 27 víctima; víctimas que una vez muertos son convertidos en estatuas doradas y colocadas en el salón del trono). Despechada, Antinea forzará que un amigo de Morhage, el teniente Saint-Avit, lo mate. Este, que conseguirá huir, será el narrador de la historia, de vuelta al desierto, y poco antes de partir a la búsqueda de nuevo de la Atlántida, atraído por el misterio y la fascinación que le provoca la reina.
Feyder rodó en espacios naturales, lo cual era toda una novedad en ese momento, de forma que el film tiene algunas imágenes de pueblos, personas y paisajes de la zona propias de un documental (hay quien lo compara con Flaherty), aunque el peso de lo narrativo domina la película. Al parecer, uno de los máximos problemas de Feyder fue la actriz protagonista, Stacia Napierkowska, ya que la eligió como adecuada para ser Antinea porque la había conocido como una bailarina de esbelta figura, pero cuando empezó el film había engordado notablemente y durante el rodaje mostró una voracidad imparable que puso todavía más en riesgo su imagen (en imdb se explica el caso). Lo cierto es que acaba resultando una reina pechugona, nada grácil, cuya fascinación me temo que no se traslada al espectador.
Se puede comparar con la Antinea de la versión que rodó años después G.W.Pabst, interpretada por la languiana Brigitte Helm.
Junto a las imágenes rodadas en los parajes naturales argelinos, destaca el palacio de Antinea, decorado con profusión de detalles art decó.
Revisada también El salón de música (Jalsaghar), bellísima película de Satyajit Ray, rodada entre la segunda y la tercera parte de su famosa trilogía de Apu. Ray nos cuenta la historia de un noble terrateniente bengalí, Roy (interpretado por un actor prestigioso de la época, Chhabi Biswas) que se enfrenta a la decadencia de su estatus ante la pujanza de las nuevas generaciones, más modernas y entregadas claramente al capitalismo, mientras que él sobrevive mediante unas relaciones semifeudales. Mientras que él viaja en caballo y tiene aún un elefante como medio de transporte, su vecino rival va en coche y tiene camiones o se ilumina gracias a un ruidoso generador eléctrico. Como símbolo de su pasado glorioso, Roy mantiene un salón de música donde suele invitar a los terratenientes y nobles vecinos para asistir a conciertos de canto o de danza. En ese salón, cuando la decadencia ya ha hecho estragos definitivos en el palacio y en sí mismo (después de la muerte de su mujer e hijo ahogados durante una tormenta), organizará un concierto final al que dedica sus últimas posesiones, para poco después morir al caer del caballo. Fatalismo generacional y de clase que me recordó algo El gatopardo viscontiniano.
La película es un prodigio de imagen y sonido (con diferentes formas de música y danza autóctona), con una bellísima fotografía de Subrata Mitra, el responsable también de la fotografía de la trilogía de Apu. Muy recomendable.
Inicio un ciclo de cine de acción policial estadounidense en el formato moderno, sólo tomando sagas conocidas. La mayoría serán casos de revisión y en algunos otros será la primera vez. No es que el género, o subgénero, me vaya demasiado. Digamos que no va conmigo. Pero hace un tiempo que lo tenía pendiente así que allá voy.
Dirty Harry (Don Siegel, 1971)
Se le suele atribuir un factor inaugural en el subgénero ya que sentó las bases de la película de acción policial con agente o agentes duros que deben intervenir en un entorno urbano hostil, con consecuencias personales, en medio de la incapacidad legal de su entorno (leyes y superiores) y la tentación de tomarse la ley por su cuenta.
Dirty Harry nació como un proyecto de los guionistas Harry Julian y Rita M. Fink llamado Dead Right con un policía de NYC como protagonista el cual perseguía a un asesino en serie llamado Travis. Ya sabemos como funciona esto: venta a estudios, reescrituras (entre ellas de John Milius), actores y directores candidatos etc Frank Sinatra e Irvin Kershner, fueron por un tiempo, los principales candidatos hasta que el papel recayó en Clint Eastwood, el cual pudo meter a su productora The Malpaso Company y participar activamente, en consecuencia, en tareas de producción, entre ellas la inclusión de Don Siegel como director y el regreso a las primeras versiones del guión. En el camino se cambió la localización de NYC a San Francisco.
No siempre puede leerse una clara inclusión de Dirty Harry en el New Hollywood pero para mi es impepinable. Basta con ver otros productos contemporáneos: Dirty Harry se encuadra directamente en esa nueva forma de hacer cine de entretenimiento de autor, con la figura del director como principal y último creativo, así como un realismo y un gusto formal avanzado. Basta con ver el prólogo: el primer asesinato de Scorpio desde una azotea de San Francisco mientras se nos presenta otra de las señas de identidad de ese tipo de cine, esto es, una BSO como recurso casi narrativo. La música de Lalo Schifrin juega desde el primer momento con la percusión como detonante del suspense enlazando con un tema dedicado al protagonista, Harry Callahan, que transmite misterio, contundencia y, joder, incluso tiene un punto de chulería, no?
La intro:
Dirty Harry no destaca especialmente por su trama. Es más, creo que no destaca especialmente en sus apartados individuales, siendo uno de esos casos en que el conjunto es superior a la suma de las partes. La dirección de Siegel, consciente y por momentos contemplativa, pero sobre todo con una sobriedad necesaria, es el punto fuerte junto -claro- a un Clint Eastwood (vista en V.O. hablo pues de Clint Eastwood) en el papel de su vida, de esos que parecen hechos a la medida del elegido para el papel. Por lo demás, como decía, la trama no es nada especial: un tirador apodado Scorpio amenaza con matar a inocentes (con un claro componente racista y básicamente fascista en sus elecciones, y estamos en San Francisco en 1971 con lo que era doblemente duro tener el cerebro de Scorpio) sino recibe una suma concreta por parte de la policía. Harry Callahan y su nuevo compañero se encargan del caso. No se trata de investigación sino de una sucesión de acción que culmina en dos momentos clave: cuando Harry debe -en una extraña y larga secuencia por las calles de SF en plena noche- entregar el dinero a Scorpio y tras la huida de este logra atraparlo; y su acción, al margen de sus superiores, cuando se va a por Scorpio en pleno secuestro de un autobus escolar cuando pretende, de nuevo, cobrar ante su liberación por falta de pruebas.
A la mencionada ejecución de Siegel le sigue el extraño carisma de Callahan así como el brío secuencias que parecían adelantar, o ser conscientes, de su futura condición de icónicas, en especial la del atraco al banco:
O la del suicidio:
No se trata de un estudio de personajes. Apenas sabemos nada de Scorpio, salvo que probablemente está perturbado, y ni siquiera sabemos mucho más de Callahan. E insisto en que la trama no tiene mucho recorrido. En lo que se convierte Dirty Harry, donde está buena parte de su brillo, además de la mencionada dirección de Siegel, las interpretaciones de Eastwood y Andrew Robinson (Scorpio), y la BSO de Schifrin, es en el dilema moral que discurre sobre el propio Callahan, situando al personaje entre su presa y su atadura a la ley y a sus superiores.
Siegel y el guión no parecen dudar en apuntar hacia una injusticia del sistema en cuanto no es efectivo ante un caso claro como el de Scorpio pero no llegan a tomar parte de forma clara hacia ningún lado: se insiste en la rabia que siente Callahan pero no se trata al sistema, ni al resto de policías, como ineptos. Es ahí donde radica el éxito de Dirty Harry: no es maniqueísta, mostrando a unos superiores imbéciles, o un sistema fallido, simplemente dejan que podamos ver bien de cerca las dudas de Harry entre solventar un problema de una forma expeditiva, como le dicta la sangre, y hacerlo correctamente, como le dicta su placa, sueldo y carrera.
Sorprende lo redonda que es Dirty Harry sin necesidad de conocer al personaje, sin manipulación emocional, sin conexión personal (Scorpio, repito, no es nadie más que un zumbado), sin discursos innecesarios: pulso direccional, buenas interpretaciones, idea muy clara de lo que se pretende acometer y una BSO de lujo.
Última edición por Synch; 26/02/2018 a las 01:08
Bottom line is, even if you see 'em coming, you're not ready
for the big moments.No one asks for their life to change, not really. But it
does.So what are we, helpless? Puppets? No. The big moments are
gonna come. You can't help that. It's what you do afterwards that
counts. That's when you find out who you are. You'll see what I mean.
Whistler (Buffy The Vampire Slayer - 2x21 Becoming, Part One - Joss Whedon)
Según la película de David Fincher, al parecer Scorpio se inspiraba más o menos en el asesino en serie llamado Zodiac. En todo caso los métodos expeditivos de Callahan no son como los del personaje de Mark Ruffalo (que más bien recordaba a Colombo). En su momento, Eastwood (y de rebote Siegel) recibieron todo tipo de improperios por el personaje, de fascista para arriba. Vista ahora, creo que esa crítica es injusta, aunque Callahan es un policia hecho de luz (poca) y muchas sombras. Es la mejor de la serie en mi opinión, aunque algunas de las secuelas son bastante dignas.
Don(ald) Siegel siempre estuvo en el punto de mira de determinado sector de la crítica. Cuando rodó LA INVASIÓN DE LOS LADRONES DE CUERPOS le acusaron unos de rojo y otros de pro-macarthista. Y cuando rodó la que hoy comentas de parafascista. Todo lo cual indica bien a las claras que era un director más que interesante. El compañero mad dog earle comentó recientemente EL SEDUCTOR, una película muy superior a su reciente "remake", LA SEDUCIÓN y tampoco fue una película bien comprendida en su época.
Perdona la intrusión, amigo earle, hemos escrito a la vez el comentario.
Última edición por Alcaudón; 19/02/2018 a las 20:27
Nada que perdonar, Alcaudón, al contrario. Desde luego, Siegel es un personaje que fue duramente tratado en esa época superideologizada (60 y sobre todo 70), muy en especial aquí, donde la necesidad de ser reivindicativo desde una posición determinada se entiende por la existencia de una dictadura brutal. Pero ahora podemos analizar sus películas con más calma. Tampoco es que las declaraciones de los últimos tiempos de Eastwood ayuden mucho, pero esa es otra historia.
Como Sam(uel) Fuller. Otro cuya filmografía (harto interesante, por otra parte) siempre ha dividido a la crítica. Quizás esa famosa escena con la pistola en la mano mientras rodaba no sé qué película haya ayudado a dar una imagen errónea de su obra.
Recuerdo que a Fuller, entre otros detalles, no se le perdonaba la imagen que daba de los espías comunistas en Manos peligrosas (Pickup on South Street). Eran tiempos de caza de brujas y detalles como ese marcaban.
Una excelente muestra de cine negro. Y el protagonista, Richard Widmark, es un gangster de baja estofa.
Tengo pendientes ambas versiones desde hace tiempo ...
Ese Argel art decó me recuerda a los palacios de La tumba india ...
El argumento me recuerda un poquito a ese delirio péplum- macarrónico titulado Hércules y la Reina de Lidia:
Por cierto que me acabo de enterar de que la prota de la película, la actriz fancesa Sylvia López, disfrutó poco de su popularidad, pues murió de leucemia a los pocos meses de estrenada la película ...
¡Qué malas eran estas películas, pero qué entretenidas! Recuerdo haber visto por primera vez muchos de estos italopéplums -El Coloso de Rodas, Hércules, Ulises, Los últimos días de Pompeya...- (junto con otras películas clásicas de aventuras y fantasía, como los Tarzanes de Johnny Weissmuller, Los tres mosqueteros con Gene Kelly, Robin Hood con Errol Flynn, El ladrón de Bagdad y El libro de la selva con Sabú, las películas de temática miliunanochesca con Tony Curtis o Rock Hudson, Los vikingos y 20.000 leguas de viaje submarino con Kirk Douglas...) en mi ya lejana infancia, en aquellas sesiones de cine que daban los fines de semana por la 1 después de comer. ¡Qué tiempos, cuando película de sobremesa en fin de semana no era sinónimo de bodrio indigerible..!
Última edición por Jane Olsen; 20/02/2018 a las 23:28
"There is an inmense joy when you suddenly discover beauty in something that has been around you for ages".
"Waving the flag with one hand and picking pockets with the other: that's your patriotism. Well, you can have it." Alfred Hitchcock's Notorious.
"Listen to them... Children of the night! What music they make..!"
Magnum Force (Ted Post, 1973)
Sigo con mi ciclo de acción. Me ha sorprendido un poco Magnum Force (aquí titulada Harry el Fuerte), la había visto varias veces, he reconocido casi toda la película pero la recordaba más buena. Traducido a los impersonales pero a la vez aclaratorios números, si hasta hoy tenía un 7 en mi FilmAffinity, ahora la he bajado a un 6 (ya bajé Dirty Harry de un 9 a un 8).
Secuela casi inmediata tras el éxito de Dirty Harry, con guión inicial del mismo John Milius (sin acreditar en Dirty Harry), revisado por Michael Cimino y con aportaciones conceptuales de Terrence Malick, la premisa es la mar de interesante: unos policías de tráfico, usando su propio uniforme, moto y arma como tapadera, se dedican a ejecutar a criminales que han evadido la justicia.
El problema es que esta Mangum Force es notablemente inferior a su predecesora: por un lado es demasiado larga, sobrando fácilmente 10-15 minutos, siendo además debido a un exceso de planos y falta de fluidez en el guión y en la dirección. Por lo que dijo Milius sobre su primer guión parece que este era más sencillo, más en la tónica de Dirty Harry. La dirección de Ted Post (parece que además hubo disputas de liderazgo con Eastwood, el cual es conocido por rodar muy deprisa) tampoco ayuda y en algunos casos se notan algunas interpretaciones fuera de tono, algo que Don Siegel evitó en la anterior entrega.
La trama tampoco es problema pese al atrevimiento de mostrar desde inicio a los autores de los asesinatos (aunque hay revelación posterior de otro antagonista aunque, a día de hoy, se puede adivinar rápidamente), el otro problema viene del cambio de tono respecto a Dirty Harry: los ejecutores son ahora quienes están en ambos lados de la ley, y Harry es notablemente más suave en sus métodos, comentarios y sobre todo más claro sobre en que lado está. Además nos introducen un innecesario interés romántico para Callahan (la asiática Sunny), que parece se debió a una petición de Eastwood debido a la falta de ese elemento en la anterior entrega. Precisamente aquella se caracterizaba por usar los elementos necesarios y a la vez obviando los innecesarios.
En el lado puro de acción el mencionado metraje excesivo es un lastre y en general las escenas de acción son menores que en la precedente, con un final muy largo y deslucido. Callahan tiene un nuevo compañero (pasamos de un mejicano a un afroamericano, pero eso ya entra en la coña sobre Callahan y sus opiniones políticas y sociales; en la siguiente entrega le adjudicarán a una agente) y protagoniza una escena para su lucimiento con el secuestro de un avión. Lejos, eso sí, de la del atraco al banco o el intento de suicidio de Dirty Harry.
Curiosidad: podemos ver a la división científica usando cuerdas para determinar el recorrido de la sangre en el chulo asesinado en el coche. Me ha recordado a Dexter que fue donde vi por primera vez esas técnicas. Y creo que debe ser de las pocas películas donde podemos ver eso.
Última edición por Synch; 26/02/2018 a las 01:10
Bottom line is, even if you see 'em coming, you're not ready
for the big moments.No one asks for their life to change, not really. But it
does.So what are we, helpless? Puppets? No. The big moments are
gonna come. You can't help that. It's what you do afterwards that
counts. That's when you find out who you are. You'll see what I mean.
Whistler (Buffy The Vampire Slayer - 2x21 Becoming, Part One - Joss Whedon)
Como curiosidad, en Magnum Force aparecen dos caras que se popularizaron en la televisión de los 70: la de Robert Urich, uno de Los hombres de Harrelson,
y David Soul, el inolvidable Hutch, de Starsky y Hutch.
Estoy de acuerdo con Synch en su valoración de Harry el sucio, no así en Harry el fuerte. Como curiosidad, la historia de los policías que actuaban como verdugos se basó en un hecho real ocurrido en Brasil según leí hace tiempo. También, entre los polis ejecutores está otro actor en boga en los 70: Tim Matheson, actor de "Desmadre a la americana" y un sinnúmero de títulos ochenteros de similares propuestas "juveniles".
A mi Magnum Force me encanta. Me parece técnicamente un paso por detrás de la primera, pero narrativamente, incluso algo superior. Le veo mayor fluidez y mayor interés. Yo no creo que le sobre metraje, simplemente, en los 70 la forma de contar historias era muy diferente a la actual: más pausada, con más tiempo...
Eso sí, el resto de las secuelas, a mi entender, de mal en peor. Ya veremos que te parecen
La siguiente la recuerdo casi tan bien o igual de bien que la segunda. Eran películas, las 3 primeras, que vi bastantes veces de niño. La cuarta la tengo muy borrosa y la quinta creo que no la he visto.
Mi idea es ir por orden cronológico con las 4 sagas más conocidas del género de acción policial: Dirty Harry, 48hrs, Lethal Weapon y Die Hard, igual que hice con los slashers hace casi un año. Es un género que no me va demasiado (de hecho... viendo ahora las de Callahan, entiendo mucho más a sus jefes ) pero mira, me apetece
Bottom line is, even if you see 'em coming, you're not ready
for the big moments.No one asks for their life to change, not really. But it
does.So what are we, helpless? Puppets? No. The big moments are
gonna come. You can't help that. It's what you do afterwards that
counts. That's when you find out who you are. You'll see what I mean.
Whistler (Buffy The Vampire Slayer - 2x21 Becoming, Part One - Joss Whedon)
Yo a esa lista añadiría French Connection (de los mejores policiacos jamás rodados, para el que esto escribe, un auténtico deleite visual, sonoro, unos actores de escándalo, una fotografía "setentera", casi documentalista...) y su secuela (interesante aunque obviamente inferior).
A mi la cuarta me gusta (Impacto súbito)
Hace poco hubo una película con un argumento muy parecido con Jodie Foster: La extraña que hay en ti
La idea era tomar sagas, como diría, más palomiteras, de esas cuya reiteración ha ido degenerando (sin necesidad de revisión se que las diferencias entre las primeras partes de todas ellas y el resto será letal, nunca mejor dicho).
French Connection es una delicia! Para ella tengo en mente algún ciclo tipo años-70-grises
Bottom line is, even if you see 'em coming, you're not ready
for the big moments.No one asks for their life to change, not really. But it
does.So what are we, helpless? Puppets? No. The big moments are
gonna come. You can't help that. It's what you do afterwards that
counts. That's when you find out who you are. You'll see what I mean.
Whistler (Buffy The Vampire Slayer - 2x21 Becoming, Part One - Joss Whedon)
La cuarta es también para mí la más interesante de las secuelas, especialmente por eso tono casi de crossover que tiene (y no digo más ). Ciertamente tiene puntos de contacto con el film de Neil Jordan, aunque a mí la de Foster me recordó más bien los films de venganza de Charles Bronson.
Dentro del cine negro sigo prefiriendo el cine de gangsters de los años '30 o el de detectives de los '40. Para mí, es la gran época del género aunque reconozco que los '70 tiene algo especial (quizás por ser los años de mi niñez).