Hay propuestas muy interesantes dentro del slasher, aunque son como agujas en un pajar. Aparte de La matanza de Texas, que poco tiene que ver realmente con el slasher si te paras a examinarlo (poca sangre, escaso body count, desagradable de ver...) mencionaría dos casos especialmente interesantes, al menos para mi:
--Navidades negras. Antes de que John Carpenter re-inventase el terror con su Halloween, ya teníamos esta película. Muy curiosa, muy llamativa, nada "exhibicionista"... en medio de un ambiente navideño, en un colegio interno femenino para estudiantes tenemos una serie de llamadas extrañas por parte de un acosador, y también desapariciones (y asesinatos). Un reparto lleno de grandes actores y actrices que nunca tuvieron oportunidad de despegar, y John Saxon haciendo de poli de barrio. El final es...
--El tren del terror. Jamie Lee Curtis, un asesino enmascarado, un montón de chavales... reconozco que cuando me la puse por primera vez, me esperaba de ella muy poco. Y resultó algo sensacional, sorpresivo, inesperado: en un ambiente claustrofóbico (un tren incomunicado) un grupo de jóvenes celebra una fiesta de fin de curso. Lejos de querer mostrarnos el habitual repertorio de efectos especiales, la película se centra en las relaciones entre los personajes, quedando el asesino en un segundo plano, y cuando aparece, nada es como suele ser en los slashers: no importa tanto el crimen (y la posibilidad de mostrar sangre o efectos desagradables) sino sus preliminares y sus consecuencias. De hecho la fotografía, a menudo en tonos verdes y rojos, recuerda más a un gialo que a un slasher...