No molesta porque aquí hay una cultura total de la versión original. Históricamente ha sido siempre así. Es raro encontrar cines o ediciones locales que traigan doblajes. El subtitulado es lo que se impone y ha impuesto siempre. Salvo en los tanques de Hollywood, aquellas pelis para menores o en algunas transmisiones televisivas, el doblaje pasa a segundo plano.
Y te cuento, Mulholland, que aquí hay mucho aficionado al eurohorror; por ejemplo, Paul Naschy es Dios para muchos de nosotros y cuando falleció, se organizó un especial televisivo de una semana. Ni hablar de Narciso Ibañez Menta: aquí se lo considera el exponente máximo del fantástico argentino. Residió mucho tiempo por estos lares.
Por eso las ediciones de Regias son destacadas y valoradas. El género apuntado no se edita aquí en buenas condiciones.