Pues he gozado cual gorrino en lodazal, la verdad. Tensa pero divertida a la vez, se las apaña para no dejar de ser cómplice con el espectador en ningún momento, al que guiña el ojo invitándole a que se deje llevar y disfrute. Aquí hemos venido a jugar y todo vale. Por lo tanto, la tan criticada segunda mitad del film por su forzada suspensión de la incredulidad, yo la he contemplado deleitándome en cada segundo.
Y como contundente declaración de intenciones respecto a lo antedicho, que consten el último plano y la escena post créditos del film. Fin del alegato, señoría. Shyamalan ha debido disfrutar como un enano haciendo esta película.
En cuanto al apartado formal de la cinta, sobre el que apenas he leído comentarios o menciones, pues sencillamente decir que hemos recuperado, a mi juicio, al mejor Shyamalan en este sentido, que no asomaba la cabecilla desde Split (y los capítulos de Servant que el mismo dirige). Encuadres perfectamente planificados y compuestos, movimientos de cámara muy precisos y medidos, siempre con sentido y coherencia. Una labor de dirección exquisita, llena de clase y elegancia, que nos recuerda que el cineasta hindú, técnicamente hablando, es uno de los grandes, aunque a menudo se nos olvide. Juega con la profundidad, la perspectiva y la distribución de elementos en el encuadre de manera impecable. En cierto momento incluso hay un breve instante de cámara subjetiva que me hizo esbozar una sonrisa.
En definitiva, no os la perdais.
PD: Ningún problema con la dirección de actores por mi parte. Todos están muy correctos, y su hija defiende su papel de manera sorprendentemente competente.
PD2: El cameo de Shyamalan es muy simpático. Se está poniendo hermoso por cierto. Rollizo, le veo muy buen color. Debe ser la edad y la buena comida...