Felices 58 hoy a Banderas por cierto
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Brad Pitt y Diane Kruger con Wolfgang Petersen en Troy (2004)
Una de las mayores estupideces que he escuchado en numerosas ocasiones es que el héroe debe ser vulnerable para resultar interesante. Mi instinto, mi intuición, siempre me ha dicho lo contrario, y uno de los logros que más me celebro de Troy es el aura de invencibilidad del personaje de Aquiles. No es inmortal, pero cada vez que se lanza al combate cuerpo a cuerpo, tienes la seguridad de que saldrá victorioso. Nadie puede vencerle. Es un personaje que observo con entusiasmo. Además está su carácter, esa valentía que le hace hasta despreciar los temores supersticiosos de sus hombres, en esa escena memorable en la que decapita la estatua en el Templo de Apolo.
Menudo peliculón es Troya y más en su versión extendida, con sangre a mansalva. Pitt está sencillamente de Oscar.
Cuando Aquiles llega solo ante las murallas de Troya y empieza a gritar "¡Héctor! ¡Héctor! ¡Héctooor!" ¡De corbata!
+1 Sí, es la p... caña ese momento y la pelea... ¡buah!, mereció la pena los meses (si no recuerdo mal) que les llevó prepararla, es acojonante y que bien filmada está, nada de movimientos de cámara chungos, todo se ve perfectamente.
Por cierto, volviendo al tema de Pitt gritando "¡Héctor! ¡Héctor! ¡Héctooor!", recuerdo que en ese momento, en el cine, un espectador dijo: "Ya va coño".
Esta es una de las contadas ocasiones en las que siento la capacidad de intimidación de un personaje.
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