Un ídolo a lo largo de varias décadas, un referente fundamental. Para mí es un notable actor que, en su apogeo físico en los 90, considero el más guapo de la historia de Hollywood. Un espécimen extraordinario que donde mejor está diría que es en Seven Years in Tibet (1997).
Entre las más destacables y menos valoradas de su filmografía he de señalar Kalifornia (1993), que ayer volví a ver y a disfrutar. Del cuarteto protagonista que conforman David Duchovny, Michelle Forbes, Juliette Lewis y el propio Pitt, solamente el primero ofrece una interpretación mediocre; los otros tres sobresalen y es un espectáculo envolvente el observar a unos personajes tan diferentes a los que las circunstancias llevan a compartir un vehículo... y un largo, dramático viaje por carretera.
De las interacciones que se producen entre ellos, es la de Forbes y Lewis la que me resulta más interesante, con el personaje de la primera sintiendo compasión por un chica retrasada que fue violada por varios hombres, que ahora es golpeada, abusada, y en definitiva a la que la vida ha tratado mal… pero de la que, pese a todo, sabe que es mejor alejarse.
Es interpretable, discutible; yo entiendo que el film se ríe un poco de los estudios psiquiátricos sobre la psicopatía. Se ríe a través de la propia persona de Early Grayce, el personaje de Pitt.
Aprovecho para desearle felicidad con la que diversas publicaciones señalan como su nueva novia, la arquitecto israelí Neri Oxman. Brangelina fue un fenómeno mundial mientras duró, que no fue poco.